El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, no sólo es un dictador, sino también un sedicioso provocador y un caradura. Las decisiones que toma, en su mayoría, no benefician a Guinea Ecuatorial, más bien la perjudican. Y lo triste es que nunca ha pagado un precio político sobre estas decisiones. Muchos guineanos se miran mutuamente atónitos y perplejos y se preguntan, ¿Cómo es posible que Obiang Nguema acaba de crear un ministerio del VIH-Sida, en teoría, para remediar los estragos que esta enfermedad está causando en la sociedad guineana, y un año después acepta celebrar la CAN 2015 con el alto riesgo de contagio que supone el virus del Ébola, mucho más peligroso, actualmente, que el Sida? Un disparate.
Pero lo aconsejable en este momento ante tan disparatada decisión no es ensimismarnos ni quedarnos con el calentón del fin de semana, ni mucho menos quedarnos lamentándose previendo males bíblicos, hay que buscar una estrategia inteligente para desmontar esta dictadura ya. Porque la dictadura de Teodoro Obiang maneja un binomio peligroso según la cuál, muerto Obiang/Guinea Ecuatorial desaparece. Y nada más lejos de la realidad que la puesta en práctica de este binomio. Sabemos que hay miles de personas encolerizadas y desesperadas por esta decisión dictatorial, sería un momento propicio para aprovechar este enfado colectivo para poner fin a este régimen. ¡Ya es demasiado!.
Ningún guineano puede desentenderse del peligro que Obiang Nguema acaba de anunciar para Guinea Ecuatorial, se trata, no sólo de nuestra salud y la de nuestros hijos, sino también del peligro de arruinar la economía de Guinea Ecuatorial. El dinero de Guinea Ecuatorial está en los paraísos fiscales, nuestro dinero sale continuamente fuera de Guinea Ecuatorial en maletines de los ministros y sus testaferros y nunca regresa, aceptar la celebración es aceptar que nos sigan robando. Habría que preguntarse, también ¿qué beneficios, calculados en porcentajes, obtuvo Guinea Ecuatorial con la celebración de la CAN 2012 conjuntamente con Gabón? Ninguno.
La celebración de una Copa de África de Naciones en Guinea Ecuatorial, supone riesgos: riesgo de fuga de dinero y riesgo de que el virus del Ébola llegue y se expande en Guinea Ecuatorial, lo que supondría un desastre de consecuencias incalculables a todos los efectos, excepción hecha de la felicidad que supondría para Teodoro Obiang Nguema ver morir a los guineanos de forma lenta y agónica, concluyendo con su proyecto de corrupción chorizonte 2020. Merece, con todos los medios que sean, rechazar de forma organizada la celebración de la Copa de África de Naciones. Hay que empezar a medir las fuerzas y estrategias para impedir que se celebre esta pantomima de la CAN 2015 en nuestro país.
Hemos de dejar claro que el panafricanismo de Teodoro Obiang no lo comparten miles de guineanos que se sienten africanos y nos solidarizamos con nuestros hermanos africanos que sufren la enfermedad del Ébola. Pero no nadie comparte un panafricanismo de NEGOCIOS, de OPORTUNISMO y de MENTIRA que pregona la dictadura. Si el presidente de Guinea Ecuatorial fuese panafricanista, no dejaría a su pueblo en la ignorancia para construir, primero, una Universidad de garantías en Benín con el dinero del estado guineano y sin ninguna información oficial al respecto; no crearía un premio UNESCO-Guinea Ecuatorial de Investigación en Ciencias de la Vida, cuando nuestros intelectuales e investigadores son minusvalorados; no repartiría el dinero nuestro a todos los país donde ha ocurrido un catástrofe natural como Tahilandia, USA, Japón, Cuba, República Centroafricana, Liberia, Haití, Corea, China; mientras sea incapaz de resolver el panorama desolador de pobreza, epidemias, paro, despidos improcedentes sin indemnizaciones y catástrofes humanos que afectan a Guinea Ecuatorial.
Datos que invitan a creer en este panafricanismo de ojalata es que, en Guinea Ecuatorial existe en cada ciudad dos hospitales, los ultramodernos de la mujer del Presidente (Virgen de Guadalupe, la paz y otros) inaccesible para los guineanos y los deteriorados hospitales de Bata, Evinayong, Añisoc, Mongomo, Ebibeyín, Kogo, Mbini, Malabo, Baney, luba, etc, atiborrados de moscas, suciedad, sin luz ni medicamentos, que si con de acceso a los oriundos del país. Su mujer acapara todos los supermercados del país, impidiendo que otros puedan crear cualquier otro tipo de empresas de productos básicos, los hoteles son propiedad del presidente, de su esposa y sus sobrinos. Existen dos Guinea superpuestas, una Guinea de la familia del presidente Obiang y los extranjeros que hacen su agosto y la Guinea de la inmensa mayoría que viven como esclavos en sus propias tierras.
Guinea Ecuatorial, con Teodoro Obiang Nguema está vendida en manos de los extranjeros. Se ha vendido a los americanos el complejo universitario de Oyala (la nueva ciudad construida en el interior del país), una ciudad hecha para justificar el dinero robado al pueblo guineano y a la que intenta convencer a los suyos que sólo su hijo Teodoro Nguema Obiang puede finalizar con garantías este proyecto. Todas las empresas que operan en esta nueva ciudad son empresas cuyos mayores accionistas son la familia directa del presidente. Este es el gran estadista de Guinea Ecuatorial, el UN SOLO HOMBRE del PDGE, el ser único incapaz de resolver los problemas de 700.000 personas que tiene Guinea Ecuatorial, pero que se erige como el mesías el salvador de África.
Fuente: propia
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