Si en una crítica se pierde el equilibrio y la objetividad, y prevalece el sentido de antipatía y el placer de destruir el otro, entonces estamos ante una clara intención de venganza contra alguien, o un intento de hacer la propria campaña desacreditando a quienes se considera adversarios con difamaciones tendientes a crear un espiritu de sospecha de todos contra todos. El pecado de la difamación y de la calumnia es tan grave que, para el creente y para el que tiene una mínima conciencia moral, el perdón se obtiene sólo reparando el daño causado, restableciendo la fama de la victima. Pero dudo que nuestro autor anonimo tenga esta conciencia.
El comportamiento poco modelo de algunos curas es criticable, siendo ellos autoridades morales de la comunidad; pero las publicaciones sobre ellos, que siguen apareciendo, y que siguen un gion de descalificaciones muchas veces baratas en estas redes, pierden todo valor de critica honesta y seria, ya que la intención que aparece es demasiado clara: de alquien que hace su campaña queriendo que se piense y se actue conforme a lo que ya tiene planeado con sus publicaciones. Lamentablemente se trata de un anónimo. El carácter de anonimato, ante enformaciones sobre la vida intima de personelidades publicas, mete en cuestion la seriedad y valor de todo lo publicado. El anonimato significa que la persona no va a asumir ninguna responsablidad ni es dispuesto a responser a las consecuencias concretas sobre lo que informa. Es esto lo que hace un monstruo a nuestro autor y una persona irresponsable y sin escrupulos, apareciendo su conducta en la línea negativa de lo que reprocha en los curas. Dar informaciones para desacreditar, dando un imagen de la Iglesia segun el personal punto de vista completamente moralista y violando a su vez la exigencias morales de la critica, todo esto hace que se sospeche las intencies pocos claras de nuesto Anonimo autor.
Ante esta situación, no se debe premiar a los chivatos, para no favorecer un tal comportamiento en la población.
Fuente: Propia