En esta semana, la dictadura nombra patéticamente a los Vice presidentes, Vice Primeros Ministros, Ministros, Vice Ministros, Ministros Delegados y Secretarios del Estado en los cortabolsas de siempre, sin ningún otro mérito que el vagabundeo, el saqueo de los bienes nacionales, el negocio (Okira) y la defensa a ultranza de las ideas de la dictadura que minan al país de tantos imbéciles, idiotas y tontos. No se recuerda a ninguno de estos ministros que repiten una y otra vez sus carteras y funciones, haber mejorado nada de sus gabinetes, al contrario han llevado a la ruina y al despojo a varios de los presupuestos de sus respectivas carteras ministeriales para engrosar vergonzosamente sus cuentas bancarias. No puedo por menos que considerar que vivimos en un país en el que el número de gilipollas sobrepasa alarmantemente la media mundial y lo peor es que están en alza y son remunerados por lo que hacen.

El dictador ha demostrado, una vez más, que Guinea Ecuatorial y los guineanos no esperan ningún ápice de cambio por su parte. Desde Evuna Owono Asangono, hasta Torao no sé qué cuanto, pasando por el recién nombrado ministro de información, Eugenio Nze Obiang, un chaval, de a penas 35 años, que sólo ha conocido la dictadura como la única forma de gobierno de un país, es una especie de gallina de Guinea que cacarea en el absurdo programa de actualidad presidencial, inventado por él mismo. Existe una ristra de tontos que ya no pueden hacer más, ni demostrar nada. Han pasado su fastuoso tiempo sin impulsar ninguna ley, sin actualizar sus ministerios, sin abrir ni mantener una pagina web, que agilice los transmites burocráticos a los ciudadanos. Al contrario, han automatizado todo lo que hacen, ninguna evolución. Los papeles y sellos de los ministerios siguen siendo de cuando Guinea Ecuatorial era colonia española. Una vergüenza de gente. Pero todo esto no parece importarle al dictador, que ve con buenos ojos la improductividad, la corrupción y la mentira, como formas de mejora en su empecinada línea de mantener la dictadura por los siglos de los siglos.

Sorprende, en primer lugar, que en un gobierno que supera los 73 miembros, sólo hasta ahora, haya habido exiguos cambios en la cartera de Nguema Esono Mbang, Marcelino Owono Edu, Nchaso Matomba, y la fabricación de un ministerio de evacuación de dinero como la de Oyala. Sobre todo, cómo el dictador permite volver a llenar el gobierno de esta nación con un número elevado de ministros iletrados, cleptómanos y tramposos, para que la dictadura caiga cien veces en el mismo ridículo escénico que viene hundiendo al país desde hace 35 años.

Más allá de las fiestas que ya están organizadas para celebrar nombramientos y esas cosas, llama la atención que el consejos de ministros de Guinea Ecuatorial se llenará de un grupo de imbéciles de baba fácil.

Por más que rastreas por la red o preguntando de boca en boca el Currículum Vitae de esta ristra de fenómenos, lo único que uno encuentra es el historial de fechorías y de adulación que cometen, que incluso algunos han llegado a matar a sus propios hermanos guineanos. Grupo de gente que no tienen ningún elogio nacional, ningún librito escrito, ninguna hazaña realizada a favor del país, con la insana excepción de las tres “zorras de Santo Tomás” de la que dicen que estudió en Madrid y produce su conocimiento.

En 35 años de la dictadura, ningún ministerio se ha identificado con la doctrina de una ley, no proponen nada, sólo para llenar de coches de alta gama los patio de los ministerios y de sus casas. Quien mira el paisaje del nuevo o antiguo gobierno, dependiendo de cómo lo mires, buscará una y otra vez, entre este enjambre de abejas mayas, alguien honesto. No lo hay o yo no lo encuentro, que me digan quién. El dictador no permite que haya personas ilustradas en su gobierno y si los hay les prohíbe pensar.

Desato esta furia porque no estoy de acuerdo con seguidismo, con los de siempre sin dar oportunidad a otros. El ministro Evuna lo es, antes de que yo naciera y allá sigue improductivo hasta el último aliento. Parece que la dictadura es más dictadura cuando nada se cambia, todo se envejece en el mismo lugar, estancado en los charcos de la corrupción. La única dignidad que conoce el que gobierna Guinea Ecuatorial, es la que tienen los Nguema Oguene y sequito. ¡Patético, la Guinea Ecuatorial de Obiang Nguema Mbasua!

Guinea Ecuatorial es ese país que siempre premia a los malos, una tradición de hacer héroes a los peores y aplaudir a los inservibles. Felizmente tienen hoy un pedestal sobre el que reedificar su mal ejemplo. Y nunca faltan unos cuantos cretinos que siempre les ríen las gracias y que les hace subir la pedantería. Muchos necios conocidos por coleccionar estupideces en alud, están consiguiendo que Guinea Ecuatorial fuera reconocida como un país donde la inteligencia de las personas es un capricho, por unos personajes presos de aburrimiento generalizo. Lógicamente este nuevo o antiguo gobierno motiva más la risa que el lamento. ¡Qué le vamos a hacer!.



Fuente: interna

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