NOTA DE PRENSA

Se concluye la campaña electoral en Guinea Ecuatorial

Dentro de dos días, el 24 de abril, el General Obiang Nguema, en el poder en Guinea Ecuatorial desde hace 36 años, lo que hace de él el presidente más longevo del mundo, organizará, una vez más, su farsa electoral antes de proclamarse presidente electo por siete años más, con el 99 % de los sufragios. La comunidad nacional, sometida a dura represión, y la comunidad internacional, visiblemente impasible, están asistiendo a la preparación del anuncio de esta gran mentira perfectamente conocida de antemano.

El censo electoral es un listado indecente que solo quería alcanzar una cifra teórica de electores, sin que importase si estos existen o no; no ha sido publicado ni impugnado. La administración electoral es totalmente dependiente del candidato Obiang. La campaña se está desarrollando sin ningún entusiasmo por parte de una población más que harta del señor Obiang. La libertad de expresión y la de circulación están totalmente conculcadas. Los medios de comunicación nacionales solo existen para el candidato General Obiang.  En el país, no se sabe nada de los otros candidatos ni se entera nadie de lo que cuentan. El canal de televisión África 24, que hubiera podido marcar la diferencia, se ha visto obligado a abandonar el país. Las pocas voces que se atreven a alzarse, a pesar de la represión, son neutralizadas sin contemplaciones. Es lo que ocurre desde ayer, en el aeropuerto  y barrios de Bata,  y en su sede en Malabo, con los dirigentes y simpatizantes del partido Ciudadanos por la Innovación.

El señor Obiang, cuya obsesión, por miedo a su pasado y a sus acciones, es permanecer en el poder cueste lo que cueste, ha desperdiciado o ignorado todas las ocasiones e iniciativas que podían haber propiciado la organización de las elecciones con un mínimo de credibilidad.

El General Obiang, armado y preparado para la violencia, está queriendo encender la chispa que justifique una acción determinante contra la oposición, una oposición empobrecida, paralizada y sin voz. Los guineanos, con su experiencia de más de 25 años de elecciones trucadas y reprimidas, sumidos en el miedo a las represalias y al terror del dictador, se han aprendido la lección de memoria. Pronto, impotentes, cabizbajos, van a aprender por los medios informativos que han vuelto a votar con abrumadora mayoría al dictador.

Nuestro partido se ha desistido, sacrificando su intenso trabajo por ganar al dictador mediante las urnas, para evitar que nuestro país se hunda en la triste y deplorable experiencia electoral y postelectoral que ahora mismo están conociendo Congo Brazzaville y Chad.

La comunidad internacional, Estados Unidos, la Unión Europea, Francia, España, Alemania, a través de sus representaciones diplomáticas en Malabo, viven la realidad del país, ven lo que está pasando y siguen el desarrollo de los acontecimientos, cuyo resultado final conocen ya de antemano. Estos países, por su posición privilegiada y por los valores que representan, deberían, por lo menos, pronunciarse. Cierto es que Guinea Ecuatorial es un país geográfica y demográficamente minúsculo. ¿Será esta pequeñez la razón por la que su sufrimiento no se valora en su justa dimensión ni es tomado en serio?

En vista de esta situación, que varias formaciones políticas vienen denunciando desde que se inició el proceso, CPDS pide que, al término de este teatro, los resultados que la Junta Electoral Nacional del señor Obiang va a publicar sean rechazados y que las instancias internacionales democráticas y los socios bilaterales de Guinea Ecuatorial  se pronuncien no reconociendo a un presidente elegido en estas condiciones.

Lo que este país necesita, más que nunca, es la puesta en marcha de una auténtica transición política en un periodo de 2 – 3 años, según un modelo consensuado por las fuerzas vivas de este país, que podría inspirarse en el modelo presentado por el Frente de Oposición Democrática de Guinea Ecuatorial, con el necesario apoyo de mediadores internacionales.

Malabo, 22 de abril de 2016

LA COMISION EJECUTIVA NACIONAL