Africa busca el Estado de Bienestar mientras el Estado está siendo superado en Europa por la Economia Transnacional en crisis

publicado por: Celestino Okenve el 27/11/2016 1:23:02 CET

"A fin de persistir y cohesionar, los Estados normalmente requieren instituciones políticas eficientes, un grado de bienestar material, medios eficientes de defensa contra enemigos externos, mecanismos para mantener el orden interno y, muy frecuentemente, alguna clase de sustento ideológico o religioso".

Eso afirma la historiadora Linda Coley en un capítulo que dedica al "Estado-nación". Los economistas, sociologos, politólogos, letrados e historiadores deberían ponerse de acuerdo sobre los fundamentos de la categoria ESTADO.
Es indudable que el Estado, como organización social, surge tras el derrumbe, con frecuencia violento, de la organización feudal. Geograficamente está acotado en las mismas fronteras de la monarquia feudal que sustituye y a veces, con el tiempo, por eliminación de fronteras aduaneras, se configura sobre varias naciones constituyendo un Estado plurinacional. La eliminación de fronteras aduaneras favorece el comercio y por tanto el crecimiento y el desarrollo económico, lo que consolida el proyecto de Estado.

A estas alturas resulta incomprensible, por ejemplo, que algunas ideologias de la España actual, lejos de entender el Estado Español como plurinacional, rechazan el hecho de que Cataluña o Euskadi sean naciones que en consenso formen con otros un Estado moderno plural o multinacional.

Como ya he expuesto en numerosas ocasiones, este proceso de constitución de Estado fue ligado intimamente al de creación de una economia nacional capitalista. Uno es un modelo de organización politica y el otro es un modelo de organización económica afín al primero. El capitalismo nacional goza del apoyo de las estructuras politicas del Estado, al tiempo que debe ser necesariamente solidario con las gentes a través del sistema tributario, que genera ingresos a una Hacienda que deviene con el tiempo una Hacienda de Bienestar, con su función redistribuidora de la renta nacional.
Estos mecanismos de solidarización nacional conforman en lo político las instituciones politicas democráticas, que son eficientes en tanto que son legítimas, es decir, democráticas. Y son eficientes porque cohesionan la sociedad, organizan el conjunto de deseos plurales de los ciudadanos mediante un parlamento democrático, un ejecutivo mandadato por el pueblo (promesa electoral) y un cuerpo judicial encargado de administrar la Justicia.
Sin ello no es posible hablar de Estado, salvo que se entienda que es solo un proyecto o una aproximación inconclusa a una situación estable. Sin la democracia y las libertades, el Estado es solo una evocación y no una realidad tangible.

Cuando en Africa las ceremonias de las independencias evocaron Estados africanos, los colonizadores y los colonizados debían saber que si de verdad querían transformar tales evocaciones en Estados auténticos, debían emprender una serie de procesos históricos, politicos y económicos, sin los cuales Africa entraría en una etapa de graves conflictos seculares. Conflictos violentos las más de las veces.
La economía de subdesarrollo o economia colonial debia dar paso a una economia de desarrollo para generar rentas y distribuirlas equitativamente generando cohesión. Se debía alcanzar un Estado de Bienestar como condición coherente con un Estado moderno.
Se debía gozar de los derechos de un ciudadano de un verdadero Estado. Derechos amparados por las instituciones politicas legítimas y legitimadas por el conjunto de ciudadanos.

Estas dos condiciones no se dieron. Y Africa estalló a los 50 años de pretendidas independencias. El africano reclama gozar de los derechos de un Estado de Bienestar y de un Estado democrático.

El Estado africano es por tanto un fracaso anunciado, en tanto en cuanto su economia no estaba dinamizada por una burguesia nacional dueña del capital nacional. Su economia siguió siendo una economia colonial, léase productora de bienes que se consumen en las metrópolis. La economia colonial, al ser desarticulada, no satisface las necesidades de sus habitantes, es una economia de enclave.

Mientras que en Africa se lucha por tener un Estado al menos que no sea de malestar, en Europa el capital ha dejado de ser nacional para convertirse en Transnacional o mundial. Su burguesia a su vez pugna por ser transnacional ubicandose en paraisos fiscales. El capital que en Europa se invierte y se reproduce dentro de las fronteras nacionales y otrora solidaria y solidarizante, ha descubierto las limitaciones de las fronteras nacionales y las exigencias de un reparto de rentas a los habitantes nacionales. Tales exigencias ahora aparecen contrarias a la lógica de reproducción del capital. El Estado es ahora, para ese capital, un enemigo a batir. En parte porque no le garantiza los rendimientos que hubo en el pasado. El Estado de Bienestar ha creado con el tiempo unas condiciones que merman paulatinamente el rendimiento del capital nacional.

De modo que el Estado de Bienestar es un objetivo a batir por el capital devenido mundial, al tiempo que es un objetivo perseguido por los habitantes africanos que caminan ilusos tras los pasos marcados por aquellos que consiguieron su desarrollo mediante el expolio de Africa y América.
Los habitantes africanos malgobernados por dictadores miserables, recurren a la violencia de las armas o a cruzar el Mediterráneo, llamando a las puertas de aquellos que ya están instalados en su propia crisis de Estado de Bienestar y no saben a dónde les llevara esta vez la Historia. Ya no hay tierras por conquistar y el modelo politico y económico parece agotado.

Fuente: propia

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