MUNDO INCLINADO.
?Desde luego que no queremos (...) un conflicto militar?, dijo Tillerson a la prensa, antes de añadir sin embargo: ?Si (los norcoreanos) elevan la amenaza de su programa de armas nucleares a un nivel que consideramos que requiere una acción, entonces esa opción está sobre la mesa?.
Tal es la amenaza de los Estados Unidos a Corea del Norte, y tales, los términos en los que se ha expresado. Ni mas, ni menos. El peligro de las superestructuras es que no sabes cuándo te anestecian, cuándo te han hurtado la lógica primera de las cosas, cuándo te han impedido recurrir al más básico sentido de la justicia y la equidad. Demasiado tiempo; varios lustros atrapado en su ensordecedor bombardeo informativo. ¿Cuántas veces hemos escuchado semejante amenaza al país de la ?periferia? de turno? ¿Cuántas veces no hemos reaccionado? ¿Cuántas veces lo hemos hecho sirviéndonos de sus propias herramientas (resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, por ejemplo)?
Se cuentan mas de 2000 detonaciones nucleares, de las cuales, 1054 norteamericanas, sin contar los dos ataques a Japón. Cuatro de Corea del Norte. Además, con la dialéctica de las armas nucleares, o de las armas de destrucción masiva, podríamos estar escondiendo grandes asimetrías técnicas, además de las cuantitativas. Es posible que bajo la misma estemos equiparando la depurada técnica y aterradora capacidad de devastación de la tecnología USA (y aliados), con las aproximaciones rudimentarias de los otros.
Sin entrar en consideraciones humanistas, que eso es otro tema, pretender limitar las capacidades del otro, cuando tú has desarrollado y desarrollas las propias, no puede entenderse bajo la lógica de justicia alguna, sino bajo la lógica del (des)orden selvático, de dominio y control de lo ajeno, para su posterior pillaje. Así ha de entenderse para una correcta toma de conciencia de los ciudadanos del mundo.
Fuente: OPINIÓN