"El servicio regular de transporte urbano de personas en la modalidad de taxi, será ejercido en lo sucesivo en todo el territorio nacional por medio de empresas o asociaciones nacionales legalmente constituidas, quedando su ejercicio prohibido a personas físicas"
Así reza el artículo 1 del decreto 57/2014 de 21 de marzo firmado por el dictador Obiang Nguema. Según se ve, el dictador y su gente pretendían que los taxistas no ejercieran su trabajo sino que pasaran a trabajar para ellos, que serían los dueños de las 3 empresas de Malabo, dos de Bata y uno en cada demarcacion que estarían autorizados a ser empresas de servicios de taxis. Este decreto fue tan salvajemente depredaror que simplemente no se llevó a efecto. Pero no se anuló.
El dictador siempre quiso anular la actividad de los taxistas, los únicos que no estan sometidos al control que ejerce sobre los demas trabajadores, que son por cuenta ajena, incluidos los funcionarios. Como los taxistas ejercen su actividad sin depender de un jefe que a su vez depende de la dictadura (todas las empresas pueden ser obligadas a despedir a los trabajadores que el regimen designa), la dictadura no sabe cómo controlarlos.
Lo último que se ha hecho es querer ponerles coto con la justificación de la criminalidad que hay en Bata y Malabo.
El hijo del dict ador, Teodorín, reunió a la tropa en el cuartel Acacio Mañe de Malabo haciendoles saber que se debía inmovilizar los coches que no tenían todos los papeles que ellos exigian, que no eran los que la ley preve, sino los que a la dictadura se le ocurre.
Despues de Malabo, cogió el B767, un avión enorme y costoso que solo disfrutan su madre y él, y se dirigió a Bata, a donde volvió a reunir a la tropa el domingo dia 2. Les volvio a decir lo mismo, pero esta vez hubo variantes. Dijo que los taxistas eran los responsables de los crimenes que se cometen en Bata y se les debe exigir reunir todos los papeles y si no, se les detiene el coche que se lleva al cuartel. Para recoger el vehiculo, el taxista deberá tener en regla todos los papeles y pagar además 300 mil francos.
Eso dijo el domingo día 2 de abril. El lunes dia 3, no había ni un solo taxi en toda Bata. Teodorin habia conseguido una huelga de taxis en Bata y con éxito.

La situación era la siguiente: ningún taxista tenia los 5 documentos exigidos. Y para conseguir algunos, se requerían 3 meses mínimo, como aquellos que hace el sonadoge, la encarghada de los carnets, pasaportes y permisos de resodencia. Para iniciar los trámites de algunos documentos, hay que ir al presidente de la comunidad de vecinos, un somaten miembro del pdge, que elebora un documento diciendo ue conoce al interesado. Se paga. Después se va a la policia con ese documento y después de pagar se obtiene un certificado de buena conducta. Después se va al juzgado para obtener un certificado de antecedentes penales, que se paga. Y sigue la lista larga de sitios a los que hay que ir, donde, como en todos los sitios que atienden al publico aqui en Guinea y soibre todo en Bata, te reciben con muy mala cara, apenas te hablan sino que señalan con el dedo, hacen una mueca o levantan la ceja, señales que el interfecto tiene que decodificar so pena de recibir una reprimenda de la funcionaria, que para todo parece muy cansada menos para la reprimenda.
Los 300 mil francos que hay que pagar es un invento de Teodorin sobre la marcha. Desconoce la palabra ley o código. No sabe que todo lo que la administración hace, incluidas las multas y sus importes, debe estar contemplado en una norma.

Ante la situación creada en Bata, que ya llevaba tres dias sin gasolina, la dictadura ordenó que daba siete dias de más para empezar a cumplir las instrucciones.
Pero en siete dias no da tiempo a regularizar la situación. Y los taxistas lo tienen claro: deben convocar otra huelga o simplemente no pueden arriesgarse a que les quiten los vehículos y no disponen de los 300 mil francos.

Este domingo de mañana vencen los siete dias. El lunes, si se cumplen las previsiones, los taxis estarán  de nuevo parados y Bata será otra vez un caos, minimizado un poco esta vez porque los escolares están ya de vacaciones y usaban el taxi para ir al colegio.