21.06.2017

El embargo en el aeropuerto de Ginebra tiene lugar justo en el momentp en que comienza en Francia un proceso contra el vicepesidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Nguema Obing Mangue, acusado por lavado de dinero, entre otras acusaciones. Imagen: AFP

Retenido en el aeropuerto de Cointrin Uno de los aviones presidenciales, de los cinco que poseen, un B737 con matrícula 3C-EGE llamado Utonde,fué retenido en el cuadro de un litigio civil que enfrenta contra el Estado guineano por parte del grupo de telecomunicación francés Orange, según uspo el medio suizo Tribune de Genève. Un proceso que nada tiene que ver con los procedimientos penales, en Francia y en Suiza contra el actual vicepreseidente guineano Nguema Obiang, hijo del dictadcor Obian Nguema.

A propuesta de Orange, un juez de lo civil ordenó el bloqueo del B737 que aterrizó a las 2:44 de la tarde en el aeropuerto ginebrino de Cointrin, aduciendo que Guinea Ecuatorial le debe una importante cantidad de dinero. El mismo día 19 de Junio comenzaba en Paris un juicio que ha hecho correr rios de tinta, el de Teodorín, hijo del dictador de Guinea y vicepresidente, acusado de desvío de fondos públicos, abuso de confianza y corrupción. No era casualidad. Su madre, Constancia, voló a Ginebra, donde tienen una mansión, despegando de Malabo a las 8:20 hora local.

Constancia en problemas

En Cointrin, entre los pasajeros del avión que iba a volver a Malabo, figuraba la esposa del dictador guineano, Constancia Mangue Nsue Okomo, y miembros del gobierno. Al parecer Constancia llevaba bastante dinero en el avión, el cual fue retenido igualmente por las autoridades suizas.

Para poder volver a Malabo, debieron recurrir a otro avión presidencial, el Falcon 900 con matrícula 3C-ONM.

El conflicto que enfrenta Orange con el Estado guineano -que Orange nunca ha deseado llegar a él- no es nuevo. En Lyon en octubre, la empresa impidió que un avión guineano que llevaba a Obiang Nguema, volara de vuelta, tal como se publicó aquí en guinea-ecuatorial.net.

En un correo fechado en diciembre del año pasado, la compañía Orange lamenta que a pesar de un pago simbólico que siguió a este incidente de septiembre en Lyon, Malabo no ha desembolsado el dinero que faltaba. El grupo insiste que el Estado pague las dos facturas, de 45 millones de euros cada una. El embargo de Cointrin indica que estos pagos no fueron efectuados.

Proceso Faro

Mientras tanto, en París, el juicio contra Teodorín está en plena marcha. Sus abogados trataron de revocar el proceso invocando la supuesta inmunidad diplomática que debería beneficiar a su cliente, debido a su condición de vicepresidente. Un argumento barrido por la Tribunal. Las audiencias se desarrollan hasta el 6 de julio.