Obiang Nguema Mbasogo acaba de firmar un contrato de obras valorado en 247 mil millones de CFAs, unos 376,55 millones de euros.
Las obras en teoría incluyen la construcción de un aeropuerto y de un hotel en la localidad de Mongomeyén, en el distrito de Mongomó.
Mongomeyén es una pequeña localidad de menos de 200 habitantes y es inexplicable que una cantidad tan grande de dinero se destine a obras en la localidad. Ninguna obra se ha hecho jamás en Guinea por esta cantidad de dinero.
Este hecho tan llamativo adquiere su explicación cuando se descubre que la dueña de la empresa es la mujer de Obiang Constancia Mangue Okomo, a la que se le ha adelantado el 30% del importe de la obra, 103 millones de euros.
Después del descubrimiento de las cuentas de la banca Riggs a donde Obiang ha estado desviaando hasta el 2003 todos los dineros del petróleo, ahora la nueva modalidad de apropiación de fondos públicos que realiza la familia Obiang es mediante la aprobación de contratos supermillonarios de obras que no se realizan. Casi siempre, después de la aprobación de contratos realizada directamente por el presidente Obiang, sin licitación alguna, se suele adelantar un 30% a la empresa, que es casi siempre de la familia de Obiang. Una vez adelantados los dineros y después de los primeros movimientos de material de construcción para simular el comienzo de obras, ésta se abandona definitivamente.
Así ha ocurrido con el proyecto de la autopista, proyectada sin plan, que dice Obiang que irá del aeropuerto a Ela Nguema pasando por detrás de Malabo.
Esta obra se valoró en 92 mil millones de CFAs (140 millones de euros) y se asignó a la empresa FITZPATRICK en la que Constancia y su hijo Teodorín habían entrado unos días antes como accionistas, preparando así el desfalco al estado.
Una vez aprobado el contrato, se adelantó a la empresa 30 mil millones de CFAs que fueron repartidos de la forma siguiente: Constancia recibió 5 mil millones CFA (7,6 millones de euros), Teodorín recibió otros 5 mil millones y 10 mil millones para el banco Societe General en la que participa Obiang.
En el caso de esta autopista por ahora ficticia se hizo además otro atropello a los bienes del estado y de particulares. En efecto, aduciendo la necesidad de expropiación de terrenos para la autopista, se expropiaron sin expediente varios terrenos que no eran necesarios y que se asignaron a personalidades del régimen, cometiendo así varios delitos.
Hay que tener en cuenta que los presupuestos anuales del Estado de Guinea están en torno a 365 millones de euros, según información confidencial de la hacienda pública ya que éstos no son públicos. Las obras para el el ficticio aeropuerto de Mongomyén sobrepasan por sí mismos todos los gastos anuales normales del Estado guineano. Un robo descomunal.
Para las obras del ”super aeropuerto” en la aldea de Mongomeyen, se han llevado 35 tractores traidos recientemente y que fueron consignados al ministerio de obras públicas. Esta es otra modalidad de desviación de fondos que realiza la familia Obiang.
En efecto, el material utilizado por las empresas de Obiang (ECOCSA, EMPOCSA, SOGECO) suele ser importado y pagado por Obras Públicas con cargo a los presupuestos del Estado y luego se entraga a esas empresas sin ninguna contraprestaión, después de que esas empresas hubieran recibido fondos del Estado para realizar obras, en cuyos costes se entiende debe figurar el material para esas obras. Un negocio redondo y un robo descarado.
El colmo de todo es que las obras que se dice realizan esas compañías de la familia Obiang, o no se realizan o no terminan de realizarse, como ocurre con el asfaltado del tramo de carretera de Nkue a Ebibeyin que no se ha hecho ni un tercio, a la espera de que este año se asigne otro fondo después de haber recibido el total de la obra poco después de su aprobación directa por el presidente Obiang. Nunca hay licitación pública ni los ministerios intervenienen en el proceso que, al parecer, se discute en las cenas de la familia Obiang. Un robo abusivo.
La compañía aérea GEASA, teoricamente privada, practica las siguientes operaciones:
el alquiler del avión, un YAK-40, lo paga el estado,
el combustible lo paga el estado,
el pago de los pilotos rusos (800 mil euros) lo reliza el estado librando el dinero a Jesús Mba Nguema.
Esto se llama privatizar los bienes públicos, mientras Malabo languidece sin agua ni electricidad y mueren los niños en hospitales inmundos a causa de epidemias que no existen ni en el país más pobre del mundo.
ES UN ABUSO INSOPORTABLE
Nvo Zang Okenve Mituy
Fuente: Interna
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