Los fondos son controlados por el ministro de Seguridad Nacional y tío del déspota, Manuel Nguema Mba. Las embajadas de Guinea en España, Rusia y, sobre todo, de Nigeria han llevado importantes partidas, por su papel en la eliminación o secuestro de los opositores del exilio. El embajador Heriberto Mekó (Nigeria), jugaría un papel destacado en el secuestro de los exiliados Juan Ondo Abaha, Florencio Elá Bibang, Antimo Edu Nchama y Francisco Ntutumu y en el asesinato del dirigente del MAIB en Costa de Marfil, Laésa Bita Rope. El yerno de Obiang en Moscú, Fausto Abesó Fuma, no quiso contratar mercenarios de Europa del Este contactados por la embajada de Madrid en Las Palmas de Gran Canaria. Destinó los fondos para uso personal y repartió migajas a chivatos del sistema en la antigua metrópoli, para informarle de los movimientos de los dirigentes de FDR Bonifacio Nguema Eson, Germán Pedro Tomo y del presidente del PP, Severo Matías Moto.
SÁNCHEZ MEMBA. YAOUNDÉ. 02|03|08
Todo sale a la luz gracias a un cheque con una cuantiosa cantidad de dinero que el embajador de Guinea Ecuatorial en Nigeria, Heriberto Meko Mbengono, intentó quedarse a finales del pasado año. El jefe le dio plazo de 48 horas para que apareciera. Eran demasiados millones para desaparecer en manos de Meko.
El cheque fue librado por el régimen, en un intento de encontrar y tomar represalias contra los hasta ahora no identificados [Malabo cree que se trata de elementos del Movimiento de la Emancipación del Delta de Níger, MED] bandoleros que ocuparon y asaltaron los bancos de Bata, en diciembre de 2007. La misión fue confiada al embajador de Nigeria, dado su experiencia en el secuestro de los exiliados de Benín y Nigeria y en el asesinato del dirigente del MAIB en Costa de Marfil. Sin embargo, Heriberto tuvo que salir urgentemente de Nigeria alegando amenazas de muerte por teléfono. Llegado a Guinea, ya no quiso devolver el cheque. El dictador rugió y el cheque apareció.
Cuenta nuestra fuente, próximo al entorno de Meko, que a finales de 2004 Obiang fue alertado de la organización de militares exiliados para entrar en el país y sofocarlo del poder. El dictador decidió recurrir al ‘ataque preventivo’, quizás parafraseando a su colega George W. Bush. El hombre de Malabo, que huye hasta de su propia sombra, no piensa dos veces en reaccionar ante cualquier información, por más falsa que sea, que versa sobre una conspiración contra su reinado.
La creencia de un posible reencuentro en el exilio de los ex mandos del ejército Félix Ondó Mba Nchama, Juan Ondó Abaga, Antimo Edú Nchama, Lorenzo Ondó Elá, Florencio Elá Bibang y Cipriano Nguema Mba, inquietó sobremanera al tirano. Estaba más que preocupado, al barajar que se unirían con el entorno de FDR en España donde, según dijo, Germán Pedro habría acumulado suficientes medios económicos como para incitar a los ex militares a la toma de armas.
El comandante en jefe creó el fondo especial. “No importa el gasto sino el objetivo. Hay que eliminar a esos individuos”, siempre según la fuente. No eran los únicos si bien los primeros. El caso más urgente tras la creación del fondo especial.
El tirano revisó su agenda y fijó igualmente como blancos al dirigente del MAIB exiliado en Costa de Marfil, Laésa Bita Rope, asesinado en febrero de 2006 y los dirigentes de FDR, Bonifacio Nguema Eson y del Partido del Progreso, Severo Matías Moto, ambos exiliados en España, entre otros.
En África, el asunto era más que fácil. El embajador de Nigeria se mostró muy confiado en su misión. Llevó importante cantidad dinero que ingresó en los sucursales de City Bank de Lomé, Togo y en Porto-Novo, Benín. Con su testaferro del consulado guineano en Benín, el policía Lucas (Adot), emprendió la misión de eliminar o en su defecto, secuestrar a los ex militares que se encuentran exiliados en la zona. Los fondos que manejaba Heriberto eran tantos que él y Lucas-Adot han levantado enormes palacios en Bata y Malabo, y comprados casas en España, donde últimamente viven sus familias, siempre según la fuente.
En Europa, las cosas no le fueron tan bien al yerno Fausto Abesó Fuma. Tendría que actuar en colaboración con la embajada de Guinea Ecuatorial en el Reino de España, donde su cuñada Victoriana Mbasogo y primera Consejera sería su más inmediata colaboradora. Abesó Fuma depositó el dinero en los bancos BBVA y Santander Central Hispano, pero en su cuenta personal. No quiso librar dinero a nombre de Victoriana cuando ésta le informó que ya habían contactado a sicarios ucranianos en Las Palmas de Gran Canaria. El yerno se apoderó de los fondos, compró casas y partió migajas a unos confidentes del régimen residentes en España, para que le dieran información precisa sobre las andadas de Germán Pedro Tomo, Severo Moto y Bonifacio Nguema Eson. Cuando el asunto llegó a Malabo, Obiang se irritó. Manuel Nguema Mba decide personalmente encargarse del tema.
La coordinación para eliminar a los blancos de España ya depende directamente de Malabo. El ministro de la Seguridad Nacional recure a unos socios españoles y éstos le garantizan efectuar la misión, siempre en colaboración con la embajada de España. Germán Pedro sería el primer blanco a batir, porque el jefe cree que tiene suficiente dinero para movilizar a los militares exiliados en África.
Entre enero de 2005, el operativo de eliminación y secuestro de exiliados más temidos por Obiang se puso en marcha. En febrero, el teniente de la marina, Juan Ondó Abaha, fue secuestrado de Nigeria y trasladado inconsciente a Guinea Ecuatorial. Meses más tarde, en junio, sicarios pagados para asesinar a Germán Pedro le confundieron con su hermano Manuel Moto Tomo, que fue herido mortalmente al asestarle cuatro puñaladas. En Nigeria fueron secuestrados Florencio Elá Bibang, Antimo Edú Nchama y Felipe Eson Ntutum. En febrero de 2006, el dirigente del MAIB exiliado en Costa de Marfil, Laésa Bita Rope, fue asesinado.
No se puede pensar que Obiang haya abandonado sus planes, mientras la oposición más temible subsiste en el exilio, si bien la frustración del atentado de Madrid y el desmantelamiento de la embajada haya puesto [mucha] tierra de por medio.
Fuente: SÁNCHEZ MEMBA
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