Como he señalado en más de una ocasión informaciones como la reciente detención del periodista, Rodrigo Angue, no debe sorprender a nadie puesto que existen sobrados casos de cómo procede el régimen de Malabo con personas que no se doblegan a las ”exigencias” o ”pactos” que desde él se pretenden.

Rodrigo Angue, ha dado muestras suficientes de objetividad e independencia en el ejercicio de su profesión. No es la primera vez que sufre las consecuencias por ello. Rodrigo, ha sido durante bastante tiempo un periodista en libertad vigilada y a pesar de esta situación nunca ha bajado el diapasón al informar sobre la verdad de los hechos que suceden en Guinea Ecuatorial, algo imperdonable para Obiang y sus ”asalariados” que permanentemente y de diversos modos y maneras le han presionado, coaccionado, hostigado, amenazado, etc., para que renunciara al libre ejercicio de su profesión. La actitud de Rodrigo Angue, en defender y mantener su derecho a informar de manera independiente ha sido la causa de su encarcelamiento. Lo sabemos todos; a todos nos consta. El régimen de Obiang podrá realizar las acusaciones que crea oportunas; todos sabemos que son acusaciones falsas, para encubrir la sistemática persecución de la libertad de expresión y de quienes la practican en Guinea Ecuatorial. Otros compañeros de profesión de Rodrigo Angue, fuera de las fronteras del país, padecieron los procedimientos “democráticos” de Obiang, que finalmente consiguió silenciar sus voces de libertad y contra la impunidad, gracias a la connivencia de políticos españoles que tienen la indignidad de mantener colaboración estrecha con el dictador guineano.

Pasar por la siniestra prisión de Black Beach, es el tributo a pagar por muchos de los que defienden el Derecho en todas sus manifestaciones en Guinea Ecuatorial. Rodrigo Angue, ha pasado a engrosar la lista de ellos. La experiencia no es deseable para nadie, pero, tal como nos señala la historia reciente del país, no cabe duda de que los huéspedes por motivos de conciencia del centro de Playa Negra cuentan en su haber con un aval a modo de condecoración, que todos los guineanos debieran reconocer. Ellos estuvieron, están y estarán por defender la dignidad del ser humano y de su derecho a la Libertad, sin trabas ni chapuzas del régimen imperante.

Esperemos que, Rodrigo Angue, sea inquilino de ese centro por muy poco tiempo y que este nuevo montaje de Obiang contra las libertades se deshaga cuanto antes. Para ello es indispensable la actuación de las naciones y organismos internacionales. En este sentido, mucho tiene que decir y hacer, España, teniendo en cuenta que dentro de unos días viaja una amplia representación española a Guinea, encabezada por el ministro de AAEE, Miguel Angel Moratinos. La política del avestruz y colaboracionismo mantenida por España, en sus relaciones con el régimen de Guinea, no es el mejor indicio para que la situación se resuelva favorablemente.

Mi solidaridad con el compañero, Rodrigo Angue, y por supuesto con todas y todos los que están siendo víctimas de parecidas circunstancias en Guinea, personas privadas de libertad sin haber cometido delito alguno, sé que no cambia su situación. Sin embargo, es necesario levantar nuestras voces, manifestar nuestro rechazo y condena ante los atropellos a la dignidad humana, (tenidos ya como habituales) que se siguen produciendo en Guinea Ecuatorial, con la pasividad de siempre de los que podrían y deberían evitarlos o tomar medidas contundentes para que no se reproduzcan.




Fuente: Propia

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