La prudencia es la virtud de la razón, no especulativa, sino práctica, es el juicio ordenado a una acción concreta.
La prudencia ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia frente a situaciones ordinarias de la vida.
En ese sentido la prudencia debe ser, sin duda, la virtud de todo líder. Por eso todo político que se precie como tal, debe cultivar esta virtud y esta cualidad y convertirlo en un hábito. Y es que el buen líder dirige, guía, aconseja, contribuye, se pone a disposición del grupo, cree en el equipo, se pone al servicio de los demás, negocia y en consecuencia, manda.
Sin embargo, la prudencia es hoy una virtud muy escasa en la clase política ecuatoguineana dentro de tanta superficialidad, de tanto ajetreo, de tanta competencia e incoptencia, de tanta zancadilla, de tanta traición, de tanto faltar a verdad y de tantas manipulaciones. La prudencia es una virtud que se debe exigir a los líderes y a los políticos, pues de otra manera ¿cómo pueden conducir a un país? y ¿hacia donde lo llevarían? El líder prudente reflexiona sobre las eventuales consecuencias que pueden tener sus acciones y decisiones, se adelanta a los efectos, etc... Es urgente por ello que, también los líderes y políticos ecuatoguineanos sean prudentes, y es que su práctica puede determinar mejor los objetivos de la lucha y elegir los medios más éticamente adecuados para conseguirlo: pues es sabido que, sin objetivos y fines claros o determinadosno existirán tampoco los medios.
Para Aristóteles, la prudencia es la virtud madre del cual emanan todas las demás, fundamentalmente la justicia, y es que para saber darle a cada uno lo que le corresponde, se necesita primero ejercitar la prudencia valorativa, para llevar a cabo una correcta decisión...
La prudencia exige mesura, equilibrio, claridad, y un esfuerzo intelectual. Y es que es una virtud que exige separar lo esencial de lo accidental y orientar la conciencia a la recta consecución del bien común, principio que se entiende como la finalidad del ejercicio político, a diferencia del poder, como muchos otros creen, y que algunos vienen practicando últimamente por cierta euforia no razonada suficientemente.
Sin embargo, hoy, los ciudadanos ecuatoguineanos cansados de tantos fracasos, exigen a los líderes y políticos y de quienes aspiran serlo, decisiones prudentes, mesuradas, responsables y equilibradas, y es que es la ciudadanía quien decide soberanamente, ser guiado por tal o cual líder, y sabe cuando la recta conducción del Estado y la obtención del fin deseado está garantizada, y si el líder ejercita adecuadamente tan insigne virtud. Junto a todo lo anterior, eel pueblo ecuatoguineano ya sabe y tiene muy claro que el enemigo natural de la prudencia política en nuestro país es el populismo y la megalomanía de ciertos políticos y líderes políticos.
En ese sentido, no resulta prudente andar criticandonos los unos a los otros, sino que con prudencia se debe trabajar unido, limpio y transparente, hacer la labor de oposición con dignidad y sin oscuras historias de traición y vendepatria, para obtgener unos resultados óptimos para el pueblo. La prudencia y la paciencia son las virtudes que nos pueden fortalecer y nos pueden permitir ver los cambios, apreciar el progreso y el crecimiento etc... En cambio, la desesperación la desesperación, el desatino, el descontrol y el aleteo de aquí para allá, el quitate tú para ponerme yo, lejos de orientar confunde. Como dicen los chinos ”no importa que el gato sea blanco o negro, lo que importa es que cace ratón”
Hay que ser más prudentes, transparentes, responsables y éticos con los asuntos de nuestro país, para no volver a cometer los errores de siempre y pasar otros 42 años de dictadura de cualquier signo, tiempo que ningún ecuatoguineano de buena voluntad y sentido patriótico desea hoy.
Y ante ciertas declaraciones poco afortunas de ciertos políticos y las acciones imprudentes de otros, solicito a todos, políticos y ciudadanos: Prudencia, Honestidad, Compromiso, Responsabilidad, Tolerancia, Humanidad, Objetividad, Respeto, Sociabilidad, Autodominio, Pulcritud, Aprender, Coherencia, Sacrificio, Trabajo, Laboriosidad, Magnanimidad, Sobriedad, Comunicación, Espíritu crítico constructivo, Carácter, etc...
Es posible que sea mucho el contenido de mi petición, pero no debemos olvidar lo que nos jugamos todos los ecuatoguineanos. Los ecuatoguineanos nos jugamos el futuro de nuestro país, la vida y la libertad de todos los ciudadanos y de todos los pueblos de Guinea Ecuatorial, el futuro de las generaciones de jóvenes que esperan tanto de nosotros, y sobre todo el riesgo de una confrontación que nos puede sumir en un caos similar al que hoy existe en la zona de los Grandes Lagos, (Rep. delCongo, Ruanda, etc...). Tampoco prmitamos que Obiang y su familia siga jugando con nuestros sentimientos como ecuatoguineanos.
... y defendamos nuestra libertad
... y conservemos la Independencia Nacional.
Un abrazo sincero a todos los ecuatoguineanos de buena voluntad que aún aman a este marivilloso país, para conmemorar el día 12 de octubre de 2010, como el 42 aniversario de nuestra Independencia.
Gregorio F.F. OYE
Profesor de Instituto
Fuente: USL
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