January 9, 2012
Autor: Paco Zamora

Por increíble que parezca, no figura ni un solo futbolista bubi, etnia acosada hasta la asfixia por la dictadura de Obiang Nguema, en la selección de fútbol de Guinea Ecuatorial.

Entre los futbolistas convocados por Guinea Ecuatorial para disputar el CAN 2012, únicamente aparecen dos jugadores con apellido bubi: Sipoto y Bosio, pero ambos son nacidos en España.

Tal circunstancia hubiera sido impensable hace 43 años, porque antes de la independencia, lograda en 1968, los jóvenes nacidos en la isla de Bioko (antaño llamada Fernando Poo), destacaban especialmente a la hora de jugar a la pelota. En todos los pueblos de la Isla, desde Bososo hasta Bantabaré, desde Luba hasta Musola, había montado un campo de fútbol y, al atardecer, antes de que el mutu-mutu irrumpiese en la cancha y las madres llamasen a la cena, los “bubitos” (como gusta designarlos despectivamente Obiang) se entregaban a destrozar, hasta la extenuación, suelas de zapatillas “matoyo”, alguna tibia y más de un peroné.

El fútbol se vivía con pasión en todo Bioko, pero en Rebola el balompié constituía otra religión más, tal vez tan fuerte como el Morimó. Allí, (en Rebola) sacabas un balón a pasear en aquel viejo campo, ligeramente empinado cuesta arriba, y aparecían cientos de peloteros de rara y consumada técnica (por ejemplo, Bosín) dispuestos a llevárselo a su casa cosido al interior del pie.

En los felices sesenta (esa época tan denostada por el dictador) Rebola tenía inscritos cuatro equipos en las competiciones futbolísticas de la Isla, dos en primera: Real Rebola (el famoso equipo diplomado) y el Atlético de Rebola; uno en Segunda, el CD Rebola y otro en categorías inferiores, el Infantil Rebola. Todo un homenaje de amor por el fútbol y capacidad de organización de una villa que alumbró futbolistas de la talla de los Bitá, Berna, Buika (tío de la famosa cantante), Eloso, Baita, Luis, Bokoso, Millán, Ebulabaté, Bita I y Bitorosa.

Pero es que el pueblo de Baney tampoco le iba a la zaga a Rebola, y por las mismas fechas, contaba con tres equipos inscritos oficialmente, el Real Baney (Raso, Sokoloté, Bosepa, Salomón, Lepete, Silebó, Magín, Boko, Batapa, Bomabá), en Primera, el Atlético en Segunda y el Español de Baney en Infantiles.

Así pues, la emoción, la rivalidad y el fútbol de muchos quilates estaban garantizados cada vez que en el viejo estadio de Santa María tenía lugar el derby Baney- Rebola o Rebola –Baney, sólo comparables a confrontaciones clásicas de la calidad de un Boca-River, un Inter-Milan o un Aleti-Real Madrid.


Fuente: bosila

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