El disparate en la Dictadura alcanza ya registro difícilmente inalcanzables. Se puede pulverizar cualquier ridículo, pero los records de estulticia a los que se está llegando la dictadura ya son insuperables. Por este camino se llega irremediablemente a una guerra civil. Ayer y hoy se piden a los pasajeros un carnet de su partido para poder subir a un avión, da igual que vayas a acudir a la manifestación o no. Después de las bellaquería que el Vice Primer Ministro Clemente Engonga Nguema puso sobre escrito demostrando la incapacidad de cumplir las obsoletas leyes que ellos mismos promulgan, se ha extendido la represión como una manta de aceite en toda Guinea contra todos los militantes de la CPDS. Guinea Ecuatorial con estos gobernantes no es mejorable queridos míos.
Clemente Engonga Nguema y una cuadrilla de criminales y delincuentes andan buscando a quién devorar, necesitan en este tiempo demostrar fidelidad a su rey de Guinea Ecuatorial. La dictadura a través de sus hombres más torpes e inútiles, está llamando a una guerra civil en Guinea Ecuatorial, sinceramente, nadie quiere una Guerra Civil, pero lo absurdo que está llegando estos criminales no invita sino a una confrontación nacional. Para qué vamos a mentir, si la dictadura no quiere guerra tiene que sentarse a dialogar y no enviar a este ejercito de indeseables para acosar y matar a la oposición. CPDS tiene militancia, CPDS tiene familia, amigos y un largo etc. de relaciones tanto en Guinea Ecuatorial como fuera, la dictadura piensa que derramar una gota de sangre a uno de estos hermanos nuestros dejará indiferente a muchos guineanos. Craso error.
Mucho lo siento por el perverso e hirsuto ministro o primer no se qué, este Clemente Engonga, que su mayor preocupación es prohibir la manifestación por que según él ”las manifestaciones públicas no han resuelto ningún problema en África, al contrario, las manifestaciones públicas son focos de violencia y pillaje que, en su mayoría engendran conflictos imprevisibles por los organizadores…” este obtuso personaje reconoce que hay un problema en Guinea Ecuatorial, pero que trata de resolver con amenazas, en lugar de procurar un diálogo con la oposición para evitar males mayores. Tanto es así que está decidido a agravar el problema y ha puesto en la calle a tanques de combate y una banda de milicianos que estarán dispuestos a todo y en el interior del país ha diseñado una operación de represión a los militantes de la CPDS, así según el dicharachero ministro los problemas en África se resuelven. Nadie cree en las mentiras de este ministros. La leyenda de esta dictadura es reprimir, matar, asesinar para seguir metiendo miedo y robar impunemente los recursos del país, mientras la población muere de miseria. Pero ya nos da igual, la dictadura guineana lleva mucho tiempo intimidando y matando sin que nadie le diga nada, pero los tiempos han cambiado, vamos a manifestarse pacíficamente.
Esta violencia paranoica demuestra una vez más que esta dictadura de irresponsables, un conjunto unitario de mediocres, miopes cortoplacistas, una colección de ignorantes que buscan todo lo que sea para justificar sus robos están solo y únicamente para matar y robar. Todos absolutamente todos tienen compradas casas en España, Marruecos, Francia, Portugal, Estados Unidos; todas las cuentas corrientes de todos los ministros y secretarios generales están en los paraísos fiscales, la universidad de Guinea Ecuatorial pudre, las casas de Buena Esperanza, que en su día dijeron que eran viviendas sociales para la gente pobre son propiedades de los ministros de la dictadura, la gente mueren de hambre en Guinea Ecuatorial en un país con PIB igual al de Japón, la juventud desesperada sin trabajo, los extranjeros que viven en Guinea, viven mejor que los propios guineanos, todo el mundo está refugiado en el alcohol.
No hay más que decir, sólo ver que estos energúmenos han puestos en la calle de Malabo a tanta intimidación para impedir una simple manifestación pacífica y legal de una formación política de la oposición, es dar muestra una vez más de la tontuna que le asola a la dictadura y que le condena a las arenas movedizas en las que ella misma se ahoga. Animo a los que puedan leerme y que estén en Malabo, que acudan sin miedo a manifestarse, estamos cansados de tanta intimidación. Estoy en el aeropuerto de Bata y voy a buscar insistentemente viajar a pesar de la negativa de estos imbéciles que nos privan subir al avión.
Ese observador pide a la comunidad internacional Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania y España que presionen a la dictadura para que respete los derechos humanos y que deje al pueblo expresarse. Ya no podemos más.
Fuente: noticias