Son incapaces de soportar una mínima crítica. La masa que puebla los patios del PDGE y de la vecindad de la dictadura de Guinea Ecuatorial, no aceptan ninguna mínima crítica. Tienen en su sangre un sistema de regadío que centrifuga odio y violencia para cualquier disconforme. Pero no se cansan de coquetear con los mismos occidentales que les afean la conducta en público y en privado. Pero, aquellos negritos del África tropical, para defender las excentricidades exclusivas y discriminatorias de la dictadura de Guinea Ecuatorial, son capaces de todo.
Cuando buscan imponer la sinrazón de la dictadura más cerril e indomable del mundo, son capaces de ser héroes y villanos al mismo tiempo. Les da igual que el mismo periódico les llaman feo y guapo el mismo día y a la misma hora, con tal de disfrazarse de abejas mayas, les da lo mismo. No saben lo que es libertad de expresión y libertad de prensa, ni lo que es un español de izquierdas y uno de derechas.
No son capaces de ver las tendencias manipuladoras y los pasteleos vergonzosos de Occidente. Nunca se han dado cuenta de que los mismos periódicos españoles que llaman a Obiang dictador, son los mismos que llaman a sus gobiernos a aprovecharse de las riquezas de Guinea Ecuatorial. Que el mismo gobierno y español que le niega el saludo a Obiang en público, es el mismo que envía a Moratinos a apaciguar las aguas turbulentas de la dictadura más torpe jamás existido.
Mientras el presidente de Guinea Ecuatorial se ceba contra no se sabe quién en España, resulta que aparece EL avispado Moratinos, español de pura ceba, ex montón de cargos de la administración española y lo agasaja. ¿Dónde estaba Moratinos cuando el Rey de España y presidente del gobierno español negaron el saludo a Teodoro Obiang en público?.
Debo admitir que los occidentales y sus gobiernos no me parecen asesinos, de serlo yo les tendría miedo, lo lamento, lo que sí me producen es una irritación de tanto bochorno por cómo continuamente gustan tener en los gobiernos africanos, a gente sin cabeza y sin escrúpulos, con el único propósito de rebañar la riqueza de África sin mayor resistencia y llevarlo a Europa y América del Norte. Ni el Rey español, ni el presidente del gobierno de España, por ejemplo, individuos dotados de un mástil intelectual muy por encima de sus pares africanos. Ni los amigos de Obiang como Moratinos, Bono y otros han pretendido otra cosa que no sea acelerar procesos que guardan similitud con “El reparto de África”. Ni los occidentales, ni las dictaduras pretenderán ni consentirán que la materia prima que sale del subsuelo africano beneficie a los propios africanos. No ellos nunca lo van a permitir ni consentir.
Posiblemente alguien dirá que estoy exagerando, que la explotación despiadada de África, ha ido de menos a más. Baste acercarse a los sobrecogedores relatos de la explotación petrolera y gas natural en Guinea Ecuatorial, además de otros minerales, para darse cuenta de cómo un pueblo, el pueblo guineano, traiciona a sí mismo renunciando a la crítica, a cualquier tipo de libertad, a la cultura, a todo lo que sea valerse y pensar por sí mismo, que, sobre todo, cae en el lacerante pecado de idolatría dictadurista.
Aunque ningún transcurso histórico sea calcado a otro, pero lamento decir que, lo que ocurre en Guinea Ecuatorial, es calcado al proceso histórico de la “esclavitud y el servilismo” . Señalar este detalle, puede ser, hasta debatido; y muchos entrarán en desacuerdo, pero no deja de ser curioso la ambivalencia; aquellos que lamentan hasta la extenuación el fomento del odio a todo lo que viene fuera, sobre todo de occidente, son aquellos que les besan los pies y los entregan las riquezas de las generaciones futuras de Guinea Ecuatorial de una manera ciega. ¿Esto es África?
Fuente: CSD