Cayo Julio César Augusto Germánico, conocido en la historia como Calígula, fue uno de los mayores azotes de Roma. Se dice que fue cruel, extravagante y perverso sexual. Se hizo un hueco como emperador después de asesinar a varias personas parientes suyos, en una larga carrera hacia el poder.
De él se dice que "a pesar de que una serie de errores en su administración habían derivado en una crisis económica y en una hambruna, emprendió un conjunto de reformas públicas y urbanísticas que acabaron por vaciar el tesoro. Acuciado por las deudas, puso en marcha una serie de medidas desesperadas para restablecer las finanzas imperiales..."
También se dice que fue el primer emperador que se presentó al pueblo como un dios. Y se afirma que en su locura, nombró a su caballo incitato, cónsul y sacerdote.
De un tiempo a esta parte, se viene notando en Obiang Nguema, el dictador, una serie de anomalías de comportamiento, que han ido in crescendo. La última de estas conductas estrambóticas es un decreto mediante el cual el tirano "disuelve el Poder Judicial".
La singularidad de este decreto es enorme, tanto en el espacio como en el tiempo. Es la primera vez que se conoce que un dirigente haya disuelto un poder judicial.
No es una broma. Pero es absolutamente inpracticable e incomprensible. Porque un poder es una cosa y las personas que lo encarnan son otra cosa. No entendemos nadie si con este absurdo decreto Obiang quiere apartar de la carrera judicial a todos los jueces o simplemente quiere que el poder judicial, reconocido en la constitución como uno de los tres poderes, simplemente deje de existir, lo que equivaldría a anular la constitución, de facto.
En breve haremos un análisis de este absurdo decreto numero 36/2015 de fecha 20 de Mayo de 2015. Este decreto es como nombrar consul a un caballo. Nos situa en el absurdo del absurdo.
Estamos viendo un paralelismo entre Calígula y Obiang. La enfermedad de Calígula al parecer le hizo volverse demente.
Obiang debería ser apartado del poder y recibir tratamiento médico. Porque un pais no puede existir sin jueces, aunque el responsable se llame Cayo Julio César Augusto Germánico Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
Los jueces deben volver al trabajo y la policia debe ejecutar los mandamientos judiciales. Bastante es que tengamos una dictadura. No tener jueces es caer además en la más absoluta anarquia. Y todo debe tener un límite.