La Oficina Nacional del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) hizo público vía Internet un comunicado en el que intenta justificar la muerte del compatriota Juan Ondó Nguema, condenado a seis de años y ocho meses de prisión en el macrojuicio sumarísimo celebrado en Malabo entre mayo y junio de este año.

Como es habitual en esa formación política, lejos de abordar el tema partiendo desde las verdaderas causas que conducieron a este trágico desenlace, empiezan por acusar a la oposición de ¨aprovecharse de una desgracia para sus fines de propaganda política...¨ olvidando que esa desgracia fue precisamente propiciada por el propio régimen cuando empezó la caza de brujas con el posterior martirio de los detenidos arbitrariamente en las mazmorras de los centros penitenciarios clandestinos del país.

El Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), un instrumento propagandístico del régimen dictatorial acusa además a la oposición de verter ¨una serie de mentiras sin fundamento..., con el fin de, no sólo confundir a la opinión internacional, sino obviar injurias contra las Instituciones del País...¨. Menuda acusación, cuando se sabe que el régimen de Teodoro Obiang Nguema es campeón en los montajes de todo tipo y de espectáculos circenses, como el montado recientemente en el destartalado edificio de lo que fue Cine Marfil. Esa farsa de juicio puso al desnudo las mentiras, las manipulaciones así como el nivel de corrupción y desdoblamiento mental, ética y moral de los que se proclaman dirigentes de este país. La propia opinión pública internacional ha sido testigo de todo el entramado y no hace falta que la oposición se ocupe de ¨confundirla¨. El propio régimen invitó a los observadores internacionales al juicio y han hecho sus valoraciones al margen de lo que piensa la oposición. Por consiguiente, los que sí están vertiendo mentiras para confundir a esa opinión, es el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE).

El Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), cínico como su fundador, habla de ¨un hecho serio como la pérdida de una vida humana...¨ ¿Desde cuándo al PDGE y a su Fundador les ha preocupado la vida de los guineoecuatorianos? Si partimos desde el probado hecho de que Juan Ondó Nguema antes de morir había sido detenido arbitrariamente, torturado brutalmente, condenado injustamente y encarcelado en condiciones infrahumanas sin la más mínima asistencia médica-sanitaria ni alimenticia derecho inalienable de cualquier ser humano sea cual fuera su condición y estado social, ¿cómo el PDGE puede pretender acusar a la oposición de ¨especulación sobre un hecho tan serio como la pérdida de una vida humana? Esto es cinismo y una sinvergonzonería de los que han redactado ese panfleto de marras.

El régimen del dictador Teodoro Obiang Nguema desde el inicio de sus acciones represivas contra la disidencia política en particular, y contra la población en general el pasado 14 de marzo, está manteniendo una actitud bochornosa al no admitir el fracaso rotundo que ha supuesto el espectáculo de macrojuicio y al parecer, el PDGE corrobora con esa intransigencia. El PDGE niega en su comunicado que los condenados habían sido objeto de malos tratos, extremo que se pudo evidenciar por todos los asistentes en el Cine Marfil y que los propios condenados habían denunciado ante el tribunal. Resulta ahora que es la oposición la que según el comunicado pedegista ¨tergiversa ¨los hechos para ¨empañar¨ la imagen de las instituciones del País.
Lejos de toda verdad, la oposición no tergiversa ningún hecho. La oposición denuncia los atropellos y las injusticias que sufren no sólo los condenados en el macrojuicio, sino la población en general, sumida en la miseria y pobreza absolutas. La oposición no puede ser cómplice de esos atropellos ni injusticias como lo es el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE). Las condiciones penitenciarias en Guinea Ecuatorial son inhumanas a parte de los atropellos y las torturas físicas y psíquicas que se cometen en ellas. Si esta situación es nueva para el PDGE, pues para la oposición es harta conocida y el régimen del PDGE ha sido incapaz en los 23 años de mejorar las condiciones penitenciarias a pesar de las miles de recomendaciones de las organizaciones tanto pro-derechos humanos como Amnistía Internacional, como de la propia Naciones Unidas. Es harto conocido que en Guinea Ecuatorial las cárceles están bajo jurisdicción de las autoridades militares y que los familiares son los únicos tutores de los presos en lo que respecta al suministro de alimentos, medicamentos y demás atenciones.

Es totalmente falso, cínico y perverso hablar de ¨inversión que hacen las autoridades competentes en materia de compra de alimentos... y el destino permanente de un médico...para dispensarles los primeros cuidados en caso de enfermedad, teniendo la facultad de ordenar su traslado a un hospital en caso de gravedad...¨ El grado de perversidad de esas afirmaciones se mide cuando se sabe que el Presidente del Parlamento y al mismo tiempo de Derechos Humanos, dijo a la prensa el pasado 26 de junio, que la orden que prohíbe la entrega de comida por parte de los familiares a los 65 detenidos tiene como objeto ¨evitar posibles casos de envenenamientos¨. Reconoció las condiciones ¨deplorables¨ según sus palabras de la cárcel de Black Beach, revelando que el Estado ha decidido asumir de la manutención de los encarcelados. Estas declaraciones vienen afirmar lo arriba manifestado, es decir que hasta estas declaraciones hechas a bombo y platillo por Salomón Owono Nguema, el Gobierno no se había preocupado por la vida de los condenados y que las condiciones carcelarias eran infrahumanas y ¨deplorables¨ en las palabras del Presidente de Derechos Humanos de Guinea Ecuatorial.

En el comunicado del PDGE se ha divulgado el parte médico del expediente del paciente fallecido, Juan Ondó Nguema. Sobre este particular cabría preguntarse: ¿cómo y con qué derecho el PDGE pudo tener acceso a este expediente? Se supone que sólo en casos contenciosos se puede pedir a través de un Juez la vista del expediente o a petición del propio paciente o de un familiar más próximo. Curiosamente el PDGE tiene todos los detalles del expediente médico, desde el cuadro clínico, el examen médico, el diagnostico así como el tratamiento. Pues lo que no sabe el PDGE y el facultativo que le ofreció esos datos es que han violado la intimidad del paciente fallecido aparte del secreto médico que por razones que impone la deontología médica debía haber sido guardado.

El PDGE intenta justificar la muerte de Juan Ondó Nguema amparándose del parte médico en referencia. Sin embargo se contradice cuando dice: ¨...en los cuatro días anteriores a su ingreso, se quejaba de dolores en todo el abdomen y en la caja torácica...¨ Si como asegura el PDGE que las dependencias disponen de un ¨médico¨ para dispensar a los presos ¨los primeros cuidados en caso de enfermedad, teniendo la facultad de ordenar su traslado a un hospital en caso de gravedad...¨, ¿cómo es posible, pues, que el fallecido no había sido atendido por ese ¨médico¨ que seguramente hubiera alarmado al personal penitenciario de la gravedad del estado del Juan Ondó Nguema y hubiera ordenado su inmediata hospitalización.? Lo cierto es que en el penal de Black Beach no hay ningún médico encargado de los presos. Esta muerte es una ejecución con otros presupuestos. El cuadro clínico y los datos objetivos del examen médico que se desprende del parte médico que reproduce el PDGE en su comunicado, apuntan que Juan Ondó Nguema estaba enfermo desde hacía mucho tiempo y al no haber sido atendido por un médico que hubiera prevenido la tragedia, fue ingresado al hospital casi en la fase terminal y lógicamente ya no se pudo hacer nada por él.

El régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema con su Partido Democrático está sembrando el terror desde hace 23 años con intimidaciones, detenciones arbitrarias, torturas, asesinatos, desapariciones, juicios sumarísimos, confinamientos, pero sin embargo intenta culpar de todo este desastre a los que pacíficamente reclaman una sociedad basada en la democracia, respeto a los derechos humanos y en la justicia social. El régimen tiene sumido a la abrumadora mayoría de la población en la miseria y pobreza total a pesar del petróleo, gas, madera y demás recursos naturales. El despilfarro de los beneficios generados por esos recursos sigue siendo la moneda corriente de este injusto régimen. El país carece de todo tipo de infraestructuras mientras que los miembros del clan familiar y los aduladores del régimen se dedican a comprar pisos y mansiones por todo el mundo derrochando así el dinero que debía servir al pueblo en su conjunto y no a una minoría analfabeta y sin escrúpulos.

Como tenía que haber sido, el comunicado de la Oficina Nacional del PDGE está lleno de elogios al Hermano Militante y Padre Fundador Teodoro Obiang Nguema poniendo de manifiesto el culto a la personalidad como nota característica de este régimen. El cinismo del régimen se acentúa más cuando el PDGE dice que: ¨lamenta la pérdida de una vida humana y hace extensivo, por razones humanitarias, su dolido pésame a la familia del finado...¨ Sin embargo, el PDGE no hace una mínima alusión sobre las torturas y los malos tratos que recibió el compatriota Juan Ondó Nguema durante más de dos meses y sobre las condiciones carcelarias que tuvo que soportar hasta su muerte. Lo que hace el PDGE es lo que se suele decir: ¨tirar la piedra y esconder la mano¨. Primero matar o dejar morir a la gente para después dar pésame a las familias.

La actitud intransigente y el cerrazón del régimen de Teodoro Obiang Nguema no pueden ya frenar el descontento generalizado de la población que está dispuesta a salir a la calle para protestar públicamente y manifestar su rechazo a este régimen basado en la injusticia y sin un respaldo popular. El responsable de todo cuanto pueda suceder en los próximos días, meses o años en Guinea Ecuatorial es y será Teodoro Obiang Nguema, su clan familiar y su grupo de aduladores. La paciencia del pueblo ya está a la vuelta de esquina. El uso de la violencia y la fuerza no es patrimonio del régimen de Obiang y su PDGE.

Exilio, 11 de julio 2002

EL COMITÉ EJECUTIVO


Fuente: RENAGE

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