Es un verdadero cuento de hadas hablar de terrorismo en Guinea Ecuatorial

El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema en su continúo afán de tergiversar, manipular y desviar la atención de la opinión pública nacional e internacional sobre la verdadera situación socio-política y económica del país, ha lanzado desde el podium de las Naciones Unidas en su discurso pronunciado el 12 de septiembre en la 57ª Asamblea Ordinaria de la ONU, una serie de mentiras y despropósitos en relación con los hechos acaecidos en Guinea Ecuatorial a lo largo de este año y concretamente desde el 13 de marzo.

La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) considera extremadamente grave el hecho de que un Jefe de Estado mienta de una forma descarada ante la Magna Organización Mundial. Es totalmente repugnante y perverso la afirmación constante del presidente Obiang Nguema y su Gobierno de ser víctima de actos terroristas sin presentar pruebas fehacientes que puedan respaldar esas declaraciones.

La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) recuerda a la opinión pública internacional que lejos de toda verdad, el pueblo de Guinea Ecuatorial vive desde hace 23 años en estado de excepción y de guerra no declarada. La sistemática violación de los Derechos Humanos consistente en intimidaciones, arrestos y encarcelamientos arbitrarios, torturas, juicios militares sumarísimos, asesinatos, secuestros, confinamientos, supone una verdadera amenaza que compromete la estabilidad y futuro de nuestro país. Pues, el pueblo de Guinea Ecuatorial sigue siendo víctima de actos de terrorismo de las altas instancias del Estado.

La situación socio-política de Guinea Ecuatorial se vio agravada en los primeros meses del año 2002, con las detenciones arbitrarias, encarcelamientos extrajudiciales y un juicio casi militar sumarísimo sin garantías procésales celebrado del 23 de mayo al 9 de junio, contra más de un centenar de opositores políticos, sus militantes o simpatizantes, familiares y amigos de éstos, llegando hasta la aberrante sentencia dictada contra ellos a pesar de la incapacidad manifiesta del Ministerio Fiscal de presentar elementos probatorios de los hechos que imputaban a los enjuiciados, dejando claro la inexistencia en Guinea Ecuatorial de un Estado no sólo democrático sino y de derecho.

Recordamos que el 14 de marzo del corriente año se inició lo que se podría calificar como una verdadera caza de brujas, el "secuestro" (al no haber una orden judicial de detención) de los opositores políticos, Felipe Ondó Obiang, ex presidente de la Cámara de los Representantes del Pueblo (Parlamento guineano); Guillermo Nguema Ela, ex ministro de Economía y Finanzas ambos también dirigentes del partido Fuerza Demócrata Republicana (FDR). El mismo día también fue detenido, Emilio Ndong Biyogo, cuñado de Felipe Ondo Obiang y al mismo tiempo, militante de Unión Popular (UP).

Durante casi dos meses, no se tuvo noticias fidedignas sobre el paradero de esas tres personas lo que despertó una sospecha casi justificada de que podrían haber sido eliminados físicamente, teniendo en cuenta la experiencia vivida en situaciones similares en anteriores ocasiones.

El Gobierno guardó un silencio sobre estos hechos mientras continuaban las detenciones en el seno de la población incluyendo ancianos, mujeres embarazadas, adolescentes llegando hasta el extremo de una auténtica limpieza tribal ya que de los casi 200 detenidos, el 90% eran familiares directos o parientes de Felipe Ondó Obiang.
Es totalmente falsa la afirmación del presidente Teodoro Obiang Nguema en su discurso, que las detenciones se produjeron después de la decisión de la Comisión de las Naciones Unidas de Derechos Humanos de revocar la misión del Representante Especial de dicha Comisión para Guinea Ecuatorial, señor Gustavo Gallón Giraldo.

El Representante Especial en su discurso el mismo día 28 de marzo transmitió a la Comisión su gran preocupación sobre la nueva situación creada tras su visita al país al tiempo que reiteraba la necesidad de continuar con el seguimiento de la situación de los Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial porque seguía siendo preocupante. Pues en el mismo día en que se trataba el tema de Guinea Ecuatorial, los ciudadanos de nuestro país sufrían brutales torturas y malos tratos físicos en las mazmorras del régimen encabezado por Teodoro Obiang Nguema.

Cabe recordar que el Ministro de Justicia y Culto, Rubén Maye Nsue en representación del Gobierno de Guinea Ecuatorial, dijo en su intervención en la Comisión el día 28 de marzo, que los detenidos no estaban siendo objeto de malos tratos y que se les haría un juicio justo. Sin embargo, se ha podido constatar que el Ministerio Fiscal no pudo en ningún momento presentar pruebas fehacientes contra los encausados, que todos los detenidos fueron torturados brutalmente que han dejado secuelas físicas casi irreparables ante la falta de asistencia medico-sanitaria cualificada y que el juicio fue una pura parodia, un espectáculo circense, montado pura y simplemente para amedrentar a la población de cara a unas eventuales elecciones presidenciales y en definitiva, amordazar y aniquilar cualquier foco de disidencia política que pudiera representar algún obstáculo en dichos comicios para el Presidente Obiang Nguema.

Los resultados de ese macro juicio sumarísimo dejan a todas luces los objetivos que pretendían conseguir los estrategas de ese maquiavélico plan y que al final se quedaron ridiculizados ante propios y extraños. No hace falta redundar en la amalgama de irregularidades registradas antes, durante y después del juicio. La ausencia de un Estado de Derecho en Guinea Ecuatorial es tan clara como el cielo y la tierra.

Contrariamente a las declaraciones del presidente Teodoro Obiang Nguema y de la Resolución de la Comisión de las Naciones Unidas pomposamente celebrada y exaltada por el régimen de Guinea Ecuatorial, el Relator Especial de la Comisión para Guinea Ecuatorial, manifiesta tajantemente en su informe del 28 de marzo de 2002, que "la intolerancia que se da en medio de una situación de extrema pobreza que afecta al 65 por ciento de la población, perjudicando especialmente el disfrute a los Derechos de la educación y la sanidad..." En otro momento de su informe afirma que "Guinea Ecuatorial continúa careciendo de un consistente Estado de Derecho en vez del cual opera en la práctica un Régimen de partido único, aún cuando formalmente esté reconocido el multipartidismo. La concentración de poderes y el uso de la fuerza militar sobre la ciudadanía son evidentes. En realidad, dice el Relator, "se trata de una situación crónica de profunda intolerancia con la disidencia y como consecuencia de todo ello la población está expuesta a una total inseguridad jurídica, de tal forma que cualquier persona puede ser detenida en cualquier momento y por cualquier motivo, sin que opere en su favor ningún recurso para evitar o reparar tal arbitrariedad. Se trata de una situación crónica, de profunda intolerancia con la disidencia, que viene desde antes de la independencia de España en 1968, pero sigue siendo palpable hoy en día".

Esta es la cruda realidad que persiste en Guinea Ecuatorial desde el 3 de agosto de 1979. Parecería que la reforma democrática en Guinea Ecuatorial requería tiempo. El Gobierno presidido por Teodoro Obiang Nguema ha tenido 23 años para poner en marcha los mecanismos mínimos que permitieran el respeto de los Derechos Humanos y la democratización del país.
Creemos que la Comunidad Internacional debe aportar los medios para promover los Derechos Humanos y el Gobierno la voluntad política para la promoción y el respeto de estos derechos. La Comunidad Internacional ha dado los medios a través del Centro de Derechos Humanos. El Gobierno de Guinea Ecuatorial como señala el último informe del Relator Especial, pese a la asistencia recibida ha demostrado no tener voluntad política para promover el respeto de los Derechos Humanos.

25 de septiembre de 2002

EL COMITÉ EJECUTIVO