MEMORANDUM

Situación política de Guinea Ecuatorial
(Enero-Agosto 2002)

Preámbulo
La violación sistemática de los Derechos Humanos y de las libertades democráticas más elementales de los guineoecuatorianos es la tónica del régimen encabezado por el presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema desde su accesión al poder mediante un golpe de Estado el 3 de agosto de 1979.

En su discurso ante el Cuerpo Diplomático acreditado en Malabo el 5 de agosto de 1979, el presidente Teodoro Obiang Nguema precisó las razones y los objetivos que le habían impulsado a llevar a cabo el referido golpe de Estado de 1979. Puntualizó entre otras:

Desgraciadamente todas las expectativas depositadas en el cambio en 1979 se han visto frustradas a lo largo de éstos 23 años de Teodoro Obiang Nguema al frente del Estado continuando con la violación sistemática de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de los guineoecuatorianos.

El Pueblo de Guinea Ecuatorial no espera milagros del Gobierno de Teodoro Obiang Nguema. Se espera, nada más y nada menos que se ponga en marcha, dentro de los límites posibles, un proyecto nacional en el que la justicia deje de ser un recuerdo nostálgico de los guineoecuatorianos. Empresa difícil sin duda, pero a la que todos o casi todos los guineoecuatorianos están dispuestos a respaldar. No ha ocurrido así, y ello, junto con las arbitrariedades del Gobierno, se hace previsible una amenaza potencial para el futuro de Guinea Ecuatorial.

El ex embajador norteamericano en Guinea Ecuatorial, Señor John Bennett con ocasión de su despedida, al finalizar su misión en nuestro país, en la recepción ofrecida, lanzó un histórico e inolvidable discurso denunciando las aberraciones y crímenes del régimen que encabeza Teodoro Obiang Nguema. Al resumir los tres años de permanencia en el país, dijo en su discurso:

“...Lástima, no creo que cualquier observador equilibrado pueda concluir que existe el imperio de la ley hoy en día en Guinea Ecuatorial, tal cual lo comprende la comunidad mundial. Es el imperio de hombres y no de leyes. Cada uno de nosotros en esta sala puede citar ejemplos en donde la ley en Guinea Ecuatorial es la de aquellos de los del poder que dicen que es, en donde la ley escrita se usa cuando es útil e ignorada cuando inconveniente...”

John Bennett sacó a la luz en su discurso la amplia relación de las personas aniquiladas, crímenes políticos perpetrados por el régimen a lo largo de los tres años de permanencia suya en el país, así como la de los criminales y torturadores oficiales que todo el mundo guineo ecuatoriano conoce; se les ve paseando libremente, algunos de ellos luciendo flamantes y lujosos automóviles. “A lo largo de tres años, son los mismos nombres los que se repiten como violadores de Derechos Humanos, por maltratos físicos, intimidaciones. Parecería no cortés, para no decir diplomático, mencionar dichos nombres. Pero si el Gobierno de Guinea Ecuatorial, al igual que la Comunidad Internacional, honestamente desean ver cambios positivos en derechos humanos en este país, deben tomar medidas en la línea recomendada por el Relator Especial. No hay secreto de Estado cuando se refiere a derechos humanos... Para mis amigos en el Cuerpo Diplomático: si no preguntamos, si no investigamos, si no presenciamos, si no recordamos y si no nos pronunciamos, cuando la llamada “diplomacia silenciosa” se propaga sin una respuesta, entonces nos convertimos en parte de esa conspiración de silencio que sólo conduce a tragedias mayores.”

Es en este contexto que la Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) recuerda que para muchos Estados, la libertad de sus conciudadanos es inseparable de la libertad de otros hombres de otros pueblos en cualquier parte del mundo. De ahí su solidaridad con las fuerzas políticas y sociales que luchan por la democracia. La violación de los Derechos Humanos donde quiera que se produzca afecta a la dignidad de todos los hombres. Y, es así que muchos Estadistas han sido consecuentes en los objetivos de impulsar un orden internacional con sentido de libertad, paz y justicia, especialmente de los países pequeños. Esa filosofía les ha llevado a ser solidarios con los pueblos donde existen regímenes dictatoriales y a tener una visión menos reticente de las raíces de los problemas que les afectan. Dicha solidaridad no ha significado nunca, una ingerencia en los asuntos internos de esos países.

La mayor parte de los guineo ecuatorianos coinciden en que gobernar no es una abstracción, los elementos que se manejan se refieren a seres humanos, uno a uno, no son cantidades ni estadistas, son vidas, únicas y concretas, con una sola oportunidad de vivir. A este respecto, la Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) considera que el cese de las arbitrariedades, represalias y la violencia, es un bien necesario para la buena salud de nuestro cuerpo social. Si un diálogo sincero libre y transparente fuese capaz de limpiar todo este sucio clima de arbitrariedades, quizá valdría la pena intentarlo.

El oficio de vivir ya conlleva su dosis inevitable de sufrimiento natural, en cuanto a dolor y enfermedad, en un país de 450.000 habitantes, para que Teodoro Obiang Nguema y su Gobierno se dediquen a sembrar el dolor con dudosas justificaciones políticas.

Las sutilezas formales empleadas por el régimen guineano para aparentar flexibilidad y tolerancia y que a veces pueden confundir al visitante superficial, ya no engañan a la mayoría de los guineo ecuatorianos que han aprendido que el único remedio contra la dictadura es la democracia y su ejercicio en nuestro país.

La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) sabe que nuestro país necesita la cooperación y la asistencia de la Comunidad Internacional pero dicha asistencia no debe servir únicamente para reforzar la dictadura que durante más de dos décadas está ejercida por una sola familia.

Todos los guineo ecuatorianos tienen el derecho de participar en el desarrollo de su propio país. Todo desarrollo que excluya la participación del Pueblo guineo ecuatoriano debe ser rechazado por la Comunidad Internacional. El derecho al desarrollo de un pueblo implica el respeto a los derechos civiles y políticos así como los derechos económicos, sociales y culturales de ese pueblo.

No sólo los grandes temas definen una ejecutoria política internacional. Pues, también lo hacen los pequeños asuntos. La cuestión de Guinea Ecuatorial debe para la política exterior de los grandes países y altamente democráticos considerarse inscrita tanto en un orden como en otro de materias. Es pequeño asunto desde una consideración estrictamente cuantitativa; pero en lo cualitativo se le puede considerar inscrito en lo mayor.

La situación política de Guinea Ecuatorial en los últimos ocho meses del año 2002

La situación socio-política de Guinea Ecuatorial se ha visto agravada en los primeros meses del año 2002, con las detenciones arbitrarias, encarcelamientos extrajudiciales y un juicio casi militar sumarísimo sin garantías procésales celebrado del 23 de mayo al 9 de junio, contra más de un centenar de opositores políticos, sus militantes o simpatizantes, familiares y amigos de éstos, llegando hasta la aberrante sentencia dictada contra ellos a pesar de la incapacidad manifiesta del Ministerio Fiscal de presentar elementos probatorios de los hechos que imputaban a los enjuiciados, dejando claro la inexistencia en Guinea Ecuatorial de un Estado no sólo democrático sino y de derecho.

El 14 de marzo del corriente año se inició lo que se podría calificar como una verdadera caza de brujas, el “secuestro” (al no haber una orden judicial de detención) de los opositores políticos, Felipe Ondó Obiang, ex presidente de la Cámara de los Representantes del Pueblo (Parlamento guineano); Guillermo Nguema Ela, ex ministro de Economía y Finanzas ambos también dirigentes del partido Fuerza Demócrata Republicana (FDR. El mismo día también fue detenido, Emilio Ndong Biyogo, cuñado de Felipe Ondo Obiang y al mismo tiempo, militante de Unión Popular (UP).

Durante casi dos meses, no se tuvo noticias fidedignas sobre el paradero de esas tres personas lo que despertó una sospecha casi justificada de que podrían haber sido eliminados físicamente, teniendo en cuenta la experiencia vivida en situaciones similares en anteriores ocasiones.

El Gobierno guardó un silencio sobre estos hechos mientras continuaban las detenciones en el seno de la población incluyendo ancianos, mujeres embarazadas, adolescentes llegando hasta el extremo de una auténtica limpieza tribal ya que de los casi 200 detenidos, el 90% eran familiares directos o parientes de Felipe Ondó Obiang.

La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) denunció a través de sendos comunicados y ruedas de prensa esta situación a la que se sumó las noticias muy alarmantes y estremecedoras sobre las brutales torturas y malos tratos físicos de que estaba siendo objeto los detenidos en esas redadas policiales y de agentes de seguridad presidencial de Teodoro Obiang Nguema.

Vista la gravedad de los hechos, una delegación de nuestro Movimiento viajó expresamente a Ginebra para asistir en el 58º periodo de sesiones de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y para denunciar públicamente esta nueva oleada de detenciones y violación de Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial. Precisamente el día 28 de marzo, hicimos entrega al entonces Representante Especial de la Comisión para Guinea Ecuatorial, señor Gustavo Gallón Giraldo un dossier en el que se denunciaba al régimen de Obiang Nguema de violar sistemáticamente los derechos humanos más elementales de los guineoecuatorianos y el incumplimiento sistemático de las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas. En el dossier se adjuntó además la lista de los detenidos que hasta aquel entonces se conocía así como la preocupación manifestada sobre el estado de los detenidos.

El Representante Especial en su discurso el mismo día 28 de marzo transmitió a la Comisión su gran preocupación sobre la nueva situación creada tras su visita al país al tiempo que reiteraba la necesidad de continuar con el seguimiento de la situación de los Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial porque seguía siendo preocupante. Pues en el mismo día en que se trataba el tema de Guinea Ecuatorial, los ciudadanos de nuestro país sufrían brutales torturas y malos tratos físicos en las mazmorras del régimen encabezado por Teodoro Obiang Nguema.

Cabe recordar que el Ministro de Justicia y Culto, Rubén Maye Nsue en representación del Gobierno de Guinea Ecuatorial, dijo en su intervención en la Comisión el día 28 de marzo, que los detenidos no estaban siendo objeto de malos tratos y que se les haría un juicio justo. Sin embargo, se ha podido constatar que el Ministerio Fiscal no pudo en ningún momento presentar pruebas fehacientes contra los encausados, que todos los detenidos fueron torturados brutalmente que han dejado secuelas físicas casi irreparables ante la falta de asistencia medico-sanitaria cualificada y que el juicio fue una pura parodia, un espectáculo circense, montado pura y simplemente para amedrentar a la población de cara a unas eventuales elecciones presidenciales y en definitiva, amordazar y aniquilar cualquier foco de disidencia política que pudiera representar algún obstáculo en dichos comicios para el Presidente Obiang Nguema.

Los resultados de ese macro juicio sumarísimo dejan a todas luces los objetivos que pretendían conseguir los estrategas de ese maquiavélico plan y que al final se quedaron ridiculizados ante propios y extraños. No hace falta redundar en la amalgama de irregularidades registradas antes, durante y después del juicio. La ausencia de un Estado de Derecho en Guinea Ecuatorial es tan clara como el cielo y la tierra.

La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE), recuerda por otra parte que los juicios de todo tipo que se celebran en el país, no sólo no son independientes, sino que deben producirse en la línea del pensamiento político del presidente, quien, previamente a la celebración de cualquier juicio, dicta el veredicto y la sentencia. La Ley y la Justicia en Guinea Ecuatorial vienen siendo un patrimonio manejado por el presidente Obiang en beneficio de su familia y contra los que no son familiares o se oponen a su régimen. Es pues, dentro de este contexto en que se debe situar tanto la parodia de juicio montado por la dictadura contra la oposición democrática como la sentencia dictada en el mismo.

La inseguridad jurídica sigue siendo una de las miles de asignaturas pendientes del régimen encabezado por Teodoro Obiang Nguema, quien en sus arengas públicas viene criticando la incompetencia de los jueces y magistrados y el defectuoso estado del propio Poder Judicial que, como todos sabemos, es el Primer Magistrado, en consecuencia nombra y separa libremente de sus funciones a todo el Cuerpo de la Justicia: Jueces, Fiscales e incluso ordenanzas judiciales. Estas críticas del propio presidente de la República son el botón de muestra de todo cuanto se viene denunciando en voz de grito por la oposición democrática y las organizaciones humanitarias internacionales. Sin embargo, el régimen sigue sin mover ninguna ficha para solventar esta lamentable situación. Al contrario, sigue incurriendo en acciones ilógicas que propician el clima de intolerancia política ya existente como es el caso reciente de la disolución del Colegio de Abogados de Guinea Ecuatorial mediante un Decreto Ministerial así como el cierre de la sede de ASOPGE (Asociación de Prensa de Guinea Ecuatorial) por orden del Alcalde de Malabo, yerno del presidente Teodoro Obiang Nguema.

Curiosamente, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a pesar de conocer esta cruda realidad persistente en el País desde hace más de 23 años, decide el 19 de abril, suspender la observación y el seguimiento de la situación de los derechos humanos en el momento de mayor recrudecimiento de la represión política contra la población. La revocación del mandato del Representante Especial para Guinea Ecuatorial fue tan inoportuna como injustificada como se ha podido confirmar con los hechos siguientes y una verdadera aberración con respecto a la presunta ratificación del Gobierno de Guinea Ecuatorial a la Convención contra la Tortura y la Convención contra la Discriminación Racial, afirmación totalmente falsa.

La Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE) es de la opinión de que la democracia y los derechos fundamentales de los ciudadanos están garantizados sólo cuando una sociedad se encuentra organizada y están promulgadas y asumidas las Leyes que permitan el libre juego de individuos, de grupos e ideas. Por lo que consideramos inaceptable que las leyes redactadas y aprobadas unilateralmente por el régimen, sean el marco jurídico de una transición hacia la DEMOCRACIA. Sabemos que la situación actual es de pura detención de poder, es decir es una legalidad desprovista de legitimidad y por tanto, no puede ser en modo alguno el trampolín hacia la democracia.

El simulacro proceso de democratización

Los casi 11 años del proceso bautizado de democratización son suficientes a nuestro juicio para llegar a la conclusión inequívoca de que el presidente Teodoro Obiang Nguema no tiene la más mínima voluntad política de democratizar el país. En Guinea Ecuatorial, a diferencia de otros países del mundo, ninguna ley de la “transición” democrática ha sido consensuada con la oposición. No existe un calendario electoral establecido. Las fechas son escogidas libre y arbitrariamente por el régimen. La Ley Fundamental imposibilita la democratización del país. Su “Disposición Adicional” no sólo consagra el culto a la personalidad –que constituye una de las notas características del régimen-, sino que además “el Presidente de la República OBIANG NGUEMA MBAZOGO, no podrá ser perseguido, juzgado, ni declarar como testigo, antes, durante y después de su mandato”.

En Guinea Ecuatorial no existe separación de poderes. El Presidente Obiang es además de Jefe de Estado y Presidente del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), el Primer Magistrado de la Nación. Igualmente, el Presidente Obiang por su sola voluntad, puede hacer desbancar a un diputado electo y en funciones. En una palabra, la Ley Fundamental no deja resquicio alguno por el que pueda colarse las libertades de expresión, opinión, reunión e información. Limita caprichosamente la posibilidad de competencia libre de los partidos políticos, sindicatos; autoriza y legitima al Jefe de Estado ejercer la máxima autoridad en los ámbitos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

No es posible pues, para ningún demócrata acatar esa Ley Fundamental de Obiang sin traicionar los intereses de la DEMOCRACIA. RENAGE es de la opinión de que no son las elecciones las que democratizan los países sino las condiciones previas a la celebración de las mismas: las leyes democráticamente consensuadas, el clima de distensión, etc., y sobre todo, la voluntad de los gobernantes en introducir cambios sustanciales en el funcionamiento de sus estructuras. Esa voluntad se manifiesta precisamente en las leyes que van a regir los destinos del país.

Situación de los presos políticos
La situación de los presos políticos en las cárceles de Guinea Ecuatorial sigue siendo deplorable y alarmante. Los presos viven en condiciones infrahumanas sin asistencia médico-sanitaria ni alimenticia. La muerte en la cárcel de Black Beach de dos opositores en menos de tres meses confirma por lo tanto que los reclusos viven en condiciones infrahumanas en Guinea Ecuatorial.

Juan Asumu Sima, de 80 años, falleció el pasado día 31 de agosto y Juan Ondó Nguema el 5 de julio pasado. Los dos cumplían, desde junio pasado, penas de seis años y ocho meses de prisión como encubridores en el intento de atentado contra el jefe de Estado, la forma de gobierno, conspiración e inducción a la rebelión y homicidio supuestamente descubierto contra el presidente Obiang.

A finales del pasado junio, el presidente del Parlamento, Salomón Nguema Owono, comunicó la prohibición de la entrega de comida a los presos por sus familiares, según dijo para “evitar posibles envenenamientos”, mientras reconoció el “estado deplorable” de la cárcel de Black Beach, en las afueras de Malabo, capital del país. A nuestro juicio, el Gobierno guineano pretende acabar lentamente con la vida de los presos políticos condenados por inanición o por intoxicación.

Otro preso político, Gregorio Bomouagasi Oraca, militante del Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko (MAIB), murió el pasado domingo 1 septiembre en la cárcel de Bata de una larga enfermedad que venía arrastrando a consecuencia de las brutales torturas sufridas y por falta de asistencia médica cualificada.

Gregorio Boumouagasi Oraca tenía 60 años, fue condenado a 26 años de prisión en mayo de 1998 en un macro-juicio militar sumarísimo por “tentativa de invasión” de Malabo el 21 de enero de 1998. Luego fue trasladado junto con otras decenas de presos bubis condenados en el mismo macro-juicio a la cárcel de Evinayong en la parte continental del país. Otras personas han sido también asesinadas a largo de esos últimos meses por efectivos militares que gozan de total impunidad.

Conclusión
La realidad de Guinea Ecuatorial no permite que se prolongan por más tiempo la contemplación pasiva, el desalentado seguimiento del espectáculo de la propia tragedia urdido por el miedo, por el terror implantado durante veintitrés años de represión implacable, sistemática, selectiva y, lo que es peor, evolutiva.

20 de septiembre de 2002

EL COMITÉ EJECUTIVO

RENAGE