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ESTOS EXTRANJEROS QUE GOBIERNAN AFRICA. ”LE MESSAGER”, Nº 1538, 21 JULIO publicado por: asociación de solidaridad democrática con guinea e ASODEGUE el 22/07/2003 13:26:39 CET
ESTOS EXTRANJEROS QUE GOBIERNAN AFRICA Lo que provoca realmente nuestra desgracia y la mayor de las vergüenzas no es tanto el hecho de que la moral haya huido de nuestras sociedades africanas, es que, cada vez más, asistimos a un silencio clamoroso ante los actos mas reprobables. Comportamientos que hubieran debido suscitar la mayor de las indignaciones aparecen como conductas normales. Quienes hubieran debido dar sentido y dignidad a nuestra existencia, vienen actuando como turistas de paso, o mejor, como mercenarios enviados para destruirlo todo y sembrar la desolación. A poco que se investigue, se encuentra en los actos cotidianos de quienes gobiernan aquí y allá, razones cada día más numerosas para acusarles de traición, de crímenes, de robo, de pillaje y de corrupción. Así va la vida en la mayoría de los países africanos en los que los ciudadanos empiezan a parecer niños maltratados por parientes pedófilos. La ausencia de reacciones fuertes por parte de la sociedad civil tras la prohibición por el ministro camerunés de Comunicación de empresas privadas de radio y de televisión, en especial la más reciente de Freedom Fm, no deja lugar a dudas sobre la situación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales en el país. Ninguna lógica, salvo la de un mal gobierno crónico, permite entender que las empresas locales sean proscritas, mientras que las cadenas extranjeras, algunas de las cuales suponen un peligro para la educación de nuestros hijos, sean acogidas con honores por esa misma autoridad. Puede preferirse el silencio, pero la historia no retendrá solamente que el presidente que representa a la Asamblea Nacional, no haya creído su deber dimitir o explicarse públicamente después de que su principal colaborador, conocido falsario, haya sido encarcelado por el delito de asalto a mano armada. La historia recordará también, y sobre todo, que ningún partido político, ningún diputado de una oposición complaciente se haya arriesgado a denunciar públicamente este crimen y a interpelar al respecto a las más altas autoridades de la República y del Estado. Era esta realidad la que nos llevaba a afirmar en nuestra crónica de 23 de junio de 2003 que el golpe de Estado fallido que había intentado derribar al dictador Ould Taya, era efectivamente una señal, ”la señal mauritana”. Habíamos previsto entonces el futuro con las frases siguientes: ”Por sorprendente que pueda parecer, estamos en condiciones de afirmar desde ahora que Africa entra en una era de turbulencias revolucionarias semejantes a las que vivió en los años 70... conviene recordar tras una lectura inteligente de los acontecimientos, que se ha dado ya la señal, y tras ella, en las semanas o en los meses siguientes, existe el riesgo de que se desate una auténtica cascada de derrocamientos por la fuerza de regímenes autoritarios, con o sin efusiones de sangre. Se trata, en la visión histórico-política de las relaciones internacionales, de un vuelta a las teorías del dominó... Efectivamente, el ambiente político y diplomático está podrido hasta tal punto, bloqueado en tal medida, y es hasta tal punto invivible, que será obligado ver como las mismas causas producen inevitablemente, en todas partes, las mismas consecuencias. Todo lleva a pensar que ante regímenes que se comportan como pandillas de mafiosos insatisfechos, sectores enteros de las fuerzas armadas y de la sociedad civil se convertirán en kamikazes decididos a llegar al enfrentamiento, aceptando de entrada cualesquiera consecuencias”. Antes incluso de que la tinta se secase sobre estas líneas, ha sido derribado el régimen de la pequeña república de Sao Tomé y Príncipe, situada frente a las costas de Africa Central, en el mismo momento en el que sin el menor reparo y plenos de satisfacción, unos dignatarios, con una suficiencia incomprensible, votaban en Maputo resoluciones carentes de futuro en la primera cumbre ordinaria de la Unión Africana. En este mismo sentido, hemos sabido que Bongo, convencido por la impunidad de personajes como Eyademá y su facilidad para convertirse en rey, ha decidido a su vez cambiar la constitución de su país para entronizarse Rey Eterno de Gabón robando la iniciativa a las múltiples cohortes camerunesas activas en la realización de este mismo sueño, un sueño de presidencia vitalicia sin tapujos sobre todos los cielos africanos. Mientras tanto, nos despertamos con el ruido de los atentados con explosivos en pleno corazón de Lomé. Es difícil creer que quienes han levantado la voz hoy para condenar el golpe de estado en la república de Sao Tomé y Príncipe no hayan dicho nada antes sobre las trampas y los engaños de quienes mantienen el poder, como si lo esencial fuese una estabilidad política que no beneficia mas que a las empresas extranjeras y a la salud de los bancos suizos. Se entiende aún menos que, lo que se ha convenido en denominar ”comunidad internacional”, no se inquiete nunca cuando de forma abierta los Jefes de Estado se comportan como auténticos truhanes políticos, manipulando a diario las constituciones para mantener sus negocios en contra de la voluntad de sus pueblos. Parece claro que la espiral de violencia tiene sus raíces, no en el hecho de que se derriben los valores de libertad y democracia que occidente dice defender, sino en la complicidad activa de unos socios internacionales que equivale a una autorización implícita para matar, pillar y destruir. La mayoría de los países africanos están de hecho dirigidos por extranjeros que actúan consciente o inconscientemente en beneficio de intereses extranjeros. La observación del día a día no deja lugar a dudas y aquellos que quieran oponerse a nuestras afirmaciones deberían explicar por qué se puede ser ministro de Educación Nacional en Africa y escolarizar a todos sus hijos en las grandes capitales extranjeras. Médicos europeos devuelven habitualmente enfermos africanos que padecen enfermedades benignas que pueden tratarse adecuadamente entre nosotros. Estas son las gentes que nos gobiernan, gentes que nos proporcionan hospitales en los que no hay algodón, ni quinina, ni alcohol, ni compresas pero que van a Londres a arreglarse la boca. Cuando se mantienen 150 alumnos en una clases, y al mismo tiempo, se consigue cada año un todo-terreno de 70 millones de francos CFA para las vacaciones en Nueva York de una familia de diez personas, no se puede pretender que uno pertenece al país que gobierna; se es extranjero en ese país. Sao Tomé y Príncipe se inscribe en un proceso duro y lleno de horrores que no va a dejar de llevar consigo un nuevo cortejo de sufrimientos y de guerras civiles. Lo que nosotros anunciamos puede no haber comenzado todavía, pero los gestos y los símbolos están cargados de peligros. Que Rfi, Bbc, Voa, Rtl y sus consortes difundan libremente sus emisiones mientras se prohiben las cadenas nacionales, pone de manifiesto ese tipo de injurias que la mayor de las indignaciones puede no ser capaz de expresar. Solo las revoluciones resuelven este tipo de contradicciones llevándose consigo a los culpables. No queremos oír hablar de la ONU, del brillante Dominique De Villepin o de Collin Powell solo cuando la guerra civil haya estallado, queremos verles advertir con tiempo suficiente a los gobernantes deshonestos cuando se dedican a manipular la constitución para trampear, confiscar el poder, matar la esperanza e incitar a la violencia. Hay que denunciar y detener a estos extranjeros que gobiernan Africa. Artículo firmado por Shanda Tonme, publicado el 21 de julio de 2003 en el número 1538 (edición electrónica) del semanario camerunés Le Messager. Le Messager , publicación dirigida por Pius Njawe, es una experiencia inusual en la defensa de la libertad de expresión en el Africa Central. Difunde ASODEGUE, 22 de julio 2003
Fuente: LE MESSAGER
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