SESIÓN PLENARIA CELEBRADA EL MIÉRCOLES, 17 DE SEPTIEMBRE DE 2003





Se abre la sesión a las nueve horas y veinte minutos.

El señor PRESIDENTE: Señorías, se abre la sesión.

INTERPELACIONES:

-DE DON JUAN JOSÉ LABORDA MARTÍN, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE LA POLÍTICA DESARROLLADA POR EL GOBIERNO CON EL RÉGIMEN DEL DIRIGENTE DE GUINEA ECUATORIAL, TEODORO OBIANG. (670/000207)

El señor PRESIDENTE: Punto primero del orden del día: Interpelaciones.
Interpelación del excelentísimo señor don Juan José Laborda Martín, del Grupo Parlamentario Socialista, sobre la política desarrollada por el Gobierno con el régimen del dirigente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.
Para exponer la interpelación tiene la palabra el senador interpelante.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, señor presidente.
Señorías, señora ministra, atendiendo el acuerdo de la Junta de Portavoces voy a intentar exponer esta interpelación de la manera más rápida posible y, por tanto, lo haré de forma sucinta, casi aforística, planteando diez consideraciones.
Primero. Creo que es muy importante hablar de Guinea Ecuatorial. Si ello se hiciera la décima parte de lo que se hace respecto a Cuba la situación allí estaría mejor y, desde luego, aunque considero que en los temas sobre Cuba hay consenso, o debería haberlo, en esto creo que debemos seguir haciendo un esfuerzo para alcanzarlo, a pesar de que nosotros hemos discrepado de la política de paños calientes y legitimación internacional de Obiang que en un momento el Gobierno realizó.
Segundo. Probablemente Guinea Ecuatorial es el país que más crece económicamente del mundo, sin embargo la mayoría de su población no percibe ningún beneficio y hay dos sectores, educación y sanidad, donde los problemas son especialmente graves, algo que afecta a nuestra cooperación, sobre todo en el terreno sanitario. Nuestros cooperantes están siendo desplazados por las ayudas que Obiang está obteniendo inorgánicamente de Cuba, de Corea del Norte y de China. No existe Estado, y desde luego mucho menos un Estado democrático. Allí no hay ningún respeto a los derechos humanos; el poder es algo que ostenta un conjunto de personas vinculadas por lazos sanguíneos o de otra naturaleza de fidelidad al jefe del Estado.
No me voy a detener en algo que la señora ministra conoce perfectamente: el juicio de hace un año, las torturas, las prisiones sin justificación alguna. Señora ministra, las leyes en Guinea Ecuatorial son secretos, a veces es preciso sobornar a un funcionario para obtener una ley para que un juez pueda hacer alguna consideración jurídica en los juzgados. Éste es el panorama.
Así pues, señora ministra, la intención de mi interpelación -y este sería el cuarto punto- es el apoyo a la democratización con la coordenada de que estamos a punto de lanzar el plan marco de cooperación, según tengo entendido. Hay un hecho significativo: en agosto han tenido lugar las conversaciones entre los partidos políticos guineanos tras el indulto a Plácido Micó en Embime??, por tanto, aun cuando la oposición, especialmente el CPDS de Plácido Micó, es muy escéptica sobre las conversaciones, ésta es una oportunidad para que España haga escuchar su voz, porque hablamos el mismo idioma.
En este sentido, señora ministra -y este constituiría el quinto punto, que considero muy importante, pues aquí desde luego puede haber discrepancias políticas- mi opinión, como la de las personas que hemos estado detrás de este proceso, es que deberíamos hacer un esfuerzo para que se produjera una amnistía para todos los presos políticos, incluyendo los que todavía están en la cárcel y que pertenecen al FDR o Frente Demócrata Republicano.
Yo sé que Felipe Ondó, y otras personas que están en la cárcel, no son precisamente personas cuya trayectoria nos merezca mucha confianza. Pero la reflexión que hacen las personas que ostentan la oposición democrática en Guinea Ecuatorial es la de que para intentar hacer un proceso de transición democrática en Guinea Ecuatorial que desplace definitivamente el único mecanismo que se ha conocido en Guinea Ecuatorial, en muchos países africanos, de alternancia en el poder, que son los golpes de Estado, hay que intentar confiar en la posibilidad de que el FDR se incorpore a un proceso de cambio político pacífico y electoral en Guinea Ecuatorial.
Sexto. Debemos hacer un esfuerzo para que la oposición tenga garantías. Y no estoy hablando de garantías para expresar opciones políticas, que también, estoy hablando de que tengan garantías físicas. Después del encuentro de agosto en Enbim?, Obiang ha comparado al recientemente indultado -hay que saber que los indultos en Guinea Ecuatorial son condicionales-, a Plácido Micó con Anastasio Endongo -y para que la Cámara recuerde, Anastasio Endondo fue una persona que se opuso a Macías, que fue arrojado por la ventana, y después asesinado en la cárcel a palos-, y todavía planea en Guinea Ecuatorial la sospecha, o al menos la negligencia, del entonces vicepresidente del Gobierno, Carrero Blanco, en esta atrocidad.
Señora ministra, Micova va a estar en España las próximas semanas. Yo me atrevo a pedir algún interés -y tal vez algún gesto- hacia él-. No sobraría que el Gobierno se interesara por él o que conversara con él.
Séptimo. Son necesarias garantías para que haya elecciones limpias. Señora Ministra ¿sabe lo que dice la oposición democrática? Que necesitan elecciones limpias no para cambiar el poder de manera inmediata, sino para crear algo parecido a una nación guineana. Quieren que no haya miedo; quieren que las leyes se cumplan; que exista justicia; que pueda existir libertad de debate en un parlamento elegido democráticamente. A mí me parece francamente maravilloso que en África Ecuatorial alguien esté planteando un proceso de esta naturaleza.
Octavo. El problema fundamental de la transparencia económica. Señora ministra, sabemos lo que sucede en la explotación de los bosques y a donde va ese dinero: a bolsillos particulares de familiares del jefe del Estado. Guinea es el país del mundo que crece más debido a la obtención de recursos petrolíferos en la costa. Sin embargo, como antes he señalado, la población en absoluto percibe estas ganancias. Nuestra cooperación, mientras esto sea así, será una cooperación que apenas tendrá incidencia social en Guinea Ecuatorial, porque con el petróleo el régimen tiene una enorme capacidad de maniobra.
Pues bien, yo le sugiero; es más, le pido -porque hay empresas españolas que están involucradas en el proceso extractivo o van a estarlo, entre otras, Repsol-, que el Gobierno se incorpore a la iniciativa del primer ministro británico sobre transparencia económica en la obtención de recursos naturales. Esto lo están pidiendo prestigiosas autoridades morales en el mundo, prestigiosas ONGs -Global Witness, una ONG británica va a hacer próximamente un informe con otros países sobre Guinea Ecuatorial-, nos lo están pidiendo. De paso, le pido, señora ministra -y también a nuestros colegas de todos los grupos de la Cámara- que cuando Global Witness publique el informe deberíamos invitarles a comparecer en una comisión de esta Cámara para conocer su informe.
Noveno. Me gustaría saber si usted o el presidente del Gobierno piensan ir a Guinea. Nosotros no estamos en contra de mantener cooperación y relaciones políticas con Guinea Ecuatorial, lo que decimos es que debe haber un condicionante en el respeto a los derechos humanos; que Guinea se parezca lo más posible a un Estado democrático.
Noveno. Me gustaría saber su opinión sobre el llamado gobierno en el exilio de Severo Moto. Sé que España no va a reconocer ese gobierno, pero me gustaría saber, en la medida de las posibilidades, cuál es su opinión -incluso su opinión partidaria-. Yo ya le adelanto que me parece inoportuno y probablemente oportunista. Ese gobierno en el exilio es un problema para España porque, por la información que yo tengo, puede verse tentado a buscar alguna cooperación con las empresas norteamericanas y, por tanto, sería de nuevo un obstáculo para nuestra presencia allí. Estos son, por tanto, los diez puntos que yo quería exponerle.
Para terminar quiero decirle que no solamente tenemos una vinculación con Guinea Ecuatorial casi de la misma naturaleza que la que tenemos con Latinoamérica, con Cuba, sino que además Guinea, por su élite política, que yo conozco, por su crecimiento económico, por el tamaño de su población -medio millón de habitantes aunque el régimen la ha inflado hasta un millón para seguir pidiendo ayudas internacionales- es un país que puede demostrar que la democracia en África es viable, lo cual es verdaderamente importante. Y en esta operación, si España está detrás, nosotros podemos sacar muchos dividendos morales y políticos y, desde luego, el reconocimiento del mundo.
Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría.
Para contestar a la interpelación en nombre del Gobierno tiene la palabra la señora Ministra de Asuntos Exteriores.



La señora MINISTRA DE ASUNTOS EXTERIORES (Palacio Vallelersundi): Muchas gracias, señor Presidente.
Muchas gracias, señoría, por la exposición de esta interpelación.
Yo empezaría diciendo que el fondo de su exposición revela la preocupación por los derechos humanos y todas sus derivadas institucionales de consolidación de un auténtico Estado de Derecho en Guinea Ecuatorial, preocupación que, por supuesto, el Gobierno comparte y es la que, en definitiva, inspira la política del Gobierno.
La política del Gobierno persigue clara, lisa y llanamente coadyuvar a la democratización del país, a la defensa de esos derechos humanos y al bienestar de los ecuatoguineanos. En lo que diferimos es en que queremos una normalización de las relaciones bilaterales, relaciones que han estado sujetas a altibajos, a contradicciones, a ciclos que en nada han beneficiado ni al proceso ni, en definitiva, al pueblo ecuatoguineano. Por ello este Gobierno se ha propuesto mantener un diálogo crítico y fluido que, por cierto, su señoría conoce perfectamente bien puesto que tiene una relación prácticamente constante con el Ministerio de Asuntos Exteriores y en todo punto está informado de las distintas iniciativas que tomamos. Además de ese diálogo, el otro instrumento del que también ha hablado su señoría es, por supuesto, la cooperación.
Su señoría habla de paños calientes pero no es así en absoluto. La razón última de toda esta política en absoluto es de condescendencia hacia el régimen del Presidente Obiang, sino un intento de que se produzcan cambios pacíficos, de que se mantengan la estabilidad y el consenso y de que se alcance, como he dicho, ese Estado de Derecho.
Ya dije, e insisto en ello, que las acciones reactivas y la política de confrontación que han realizado algunos gobiernos anteriores en relación con Guinea Ecuatorial fracasaron, y no sólo condujeron a la pérdida de influencia de España -influencia que usted valora-, sino que también perjudicaron el designio de lo que todos queremos conseguir: el desarrollo de la democracia en Guinea Ecuatorial.
Habla su señoría del golpe de Estado. Debo recordar que el Gobierno de España condenó claramente el intento de golpe de Estado del pasado año y el juicio posterior plagado de irregularidades -lo digo sin ambages-. Y de la misma manera condenamos las deficiencias observadas en el desarrollo de las elecciones presidenciales de Guinea Ecuatorial.
Así pues, insisto, diálogo crítico cuando ha habido que condenar y mostrar nuestra preocupación, y este mensaje ha sido constante en los contactos del Gobierno con el régimen del presidente Obiang. Asimismo, esta política que ha mantenido los canales de interlocución abiertos, de acuerdo con la opinión, por cierto, de los propios partidos de la oposición, ha contribuido a alcanzar objetivos que han beneficiado a muchas personas.
En octubre de 2002 la política seguida por el Gobierno de España fue claramente dirigida a que el presidente Obiang indultase a 120 presos, muchos de ellos de la etnia bubi, condenados por el intento de golpe de estado de 1998. Durante ese año hemos asistido e insistido ante las autoridades en la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los presos, y quiero decir que desde el pasado mes de abril hemos constatado mejorías en las condiciones de vida de los reclusos. Finalmente, el pasado agosto fue puesto en libertad el secretario general del Partido de Convergencia para la Democracia Social, Plácido Micó -usted se ha referido a ello-, así como otras 17 personas. Todo ello le consta a su señoría, así como los esfuerzos del Gobierno de España por la estrecha relación que mantiene usted con el equipo del ministerio que lleva esto.
Seguimos trabajando en esta misma línea para que el Gobierno de Guinea Ecuatorial actúe con respeto a los derechos humanos y a la justicia respecto de los principales responsables del intento de golpe de estado del pasado año y del resto de personas que todavía cumplen condena en la cárcel de Black Beach. Señoría, seguimos insistiendo ante el Gobierno guineano y los partidos de la oposición en la necesidad de realizar un proceso de reconciliación nacional, al que usted también se ha referido, de carácter inclusivo basado en la participación y respeto a las reglas democráticas.
La continuación de este diálogo e interacción entre el partido dirigente, el PDGE, y el resto de los partidos democráticos nos permite confiar en que las próximas elecciones al parlamento, previstas para el próximo año, se celebren con las mayores garantías de transparencia y libertad, y puede estar segura su señoría de que el Gobierno trabajará en ese sentido.
Las conversaciones entre el Gobierno y los partidos políticos de la oposición celebradas recientemente en (?)Envime, a las que usted también se ha referido y en las que se abordaron aspectos relativos a la reforma de la ley electoral y de las leyes de asociación y manifestación, constituyen también un paso, tímido -lo reconozco- pero importante, en este camino de diálogo político sin exclusiones.
Asimismo, hemos podido constatar esta fluidez del diálogo con motivo de la trágica muerte de la cooperante española, Ana Isabel Sánchez Zorralba. Entonces, el Gobierno de Guinea Ecuatorial actuó con celeridad y se comprometió a la rápida investigación de los hechos y a enjuiciar a los responsables, y así lo ha hecho. Se celebró el juicio contra el militar encausado y otras tres personas, y usted conoce los resultados de condena y de indemnización.
Nuestras relaciones bilaterales, señoría, se enriquecerán si el Gobierno de Guinea Ecuatorial adopta medidas que mejoren las condiciones materiales de vida de la población del país, y en eso el análisis, al menos en sus trazos generales, es coincidente. Pero nuestra cooperación está allí y no es prescindible. Tenemos un nivel de cooperación de 7 millones y medio de euros y, con ello, se persigue actuar en sectores de especial sensibilidad, como educación y salud, y al mismo tiempo respaldar la reforma de las instituciones y la mejora de la capacidad técnica de la sociedad guineana. Los frutos de esta cooperación se logran en un proceso a largo plazo. No se trata de actuaciones de cooperación para salir en la foto, e indudablemente esto hay que tenerlo en cuenta.
Asimismo, y en eso están de acuerdo tanto el Gobierno como la oposición ecuatoguineana, pensamos que en el actual desarrollo de Guinea Ecuatorial quieren participar activamente las empresas españolas. Yo celebro que su señoría comparta esta posición, y por eso venimos trabajando para mejorar las condiciones de seguridad jurídica y de transparencia económica en este país.
El pasado día 17 de junio rubricamos con Guinea Ecuatorial un acuerdo de protección y promoción recíproca de inversiones en beneficio de la calidad y cantidad de nuestras inversiones. Hemos acordado una reestructuración de la deuda bilateral que incluye una condonación parcial y la reconversión de parte de dicha deuda en inversiones tanto públicas como privadas. En definitiva, deseamos, junto con la Unión Europea, abordar próximamente la línea de los programas de gobernabilidad y apoyo al Estado de Derecho, algo que hasta fechas recientes no hemos podido hacer ante los recelos del gobierno ecuatoguineano a que nuestro país se inmiscuyera en temas que resultan indudablemente sensibles.
Leyes y jueces. Yo he de decir que es ahora el propio Gobierno de Guinea Ecuatorial quien solicita el apoyo de España para ayudar a reformar instituciones tan importantes como su policía, su ejército, su sistema judicial o su sistema parlamentario, apostando por una mayor independencia de los jueces y la mejora del control parlamentario al Gobierno. Todas estas orientaciones ponen de manifiesto lo acertado de esta política de diálogo crítico, pero siempre constructivo.
Ha hecho usted dos preguntas concretas. Respecto a si tengo intención de ir a Guinea Ecuatorial, sí, tengo intención de ir. En cuanto al gobierno en el exilio de Severo Moto, es una cuestión que se está analizando en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la que, según vayamos teniendo información -usted ha dado algunas pistas, indicios o sospechas y desde el Ministerio de Asuntos Exteriores estamos buscando el telón de fondo de este nuevo fenómeno que tenemos que analizar-, por supuesto, usted y esta Cámara -digo usted porque es uno de los diputados y senadores que más se interesa por este asunto- estarán informados puntualmente.
Muchas gracias, señor presidente. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora ministra.
Tiene la palabra el interpelante.

El señor LABORDA MARTÍN: Muchas gracias, señor presidente.
Señora ministra, intervengo telegráficamente.
Yo creo que diferimos. Usted tiene, lógicamente, una visión más optimista de los resultados de nuestra cooperación, yo no la comparto, y daré tres ejemplos. Obiang, por ejemplo se ha permitido el lujo este verano de señalar que España estaba involucrada en un intento de golpe de Estado, en una carta que no enseñó a los miembros de la oposición y en la que, al parecer, se involucraba a Felipe Ondó, en colaboración con la embajada española, en un intento de golpe de Estado. Yo sé que eso es una patraña, pero ése es el pago o la reciprocidad con la que Obiang entiende el diálogo crítico. Obiang se permitió, por ejemplo, señalar que no había concedido el indulto en junio sencillamente porque había una delegación de senadores y senadoras que íbamos a visitar Guinea Ecuatorial, no pierde oportunidad en intentar convertir al embajador de España en portavoz de alguno de sus intereses, eso es lo que está circulando en el debate público en Guinea Ecuatorial.
Me gustaría que hubiera un poco más de precisión respecto de la oposición interior. Creo que no se reconocerá al Gobierno, porque implicaría la ruptura de relaciones diplomáticas con Guinea Ecuatorial del gobierno que se ha creado en Madrid, pero, manteniendo ese diálogo crítico, considero que en España debemos apostar, como siempre, es lo lógico y tenemos nuestra propia experiencia, por la oposición interna. Los que están ahí, los que están intentando un proceso gradual fuertemente inspirado en nuestro propio proceso de transición política, descartando la violencia pero exigiendo que no haya detenciones injustificadas, que no haya juicios -mucho tiene que mejorar la justicia en Guinea Ecuatorial, señora ministra- en los que se condena a la gente sin ninguna prueba. Incluso es posible que en el juicio de Malabo algunos de los que están todavía en la cárcel tuvieran en su cabeza la idea de hacer un golpe de estado, pero en las pruebas lo único que se aportó fue una pistola inexistente y dos pegatinas de un partido político que no se ha legalizado. Por lo tanto, la idea de la amnistía y la idea de la legalización de todos los partidos políticos es clave, en mi opinión -aunque puedan repugnarnos algunas de las personalidades que están todavía en la cárcel-, para lograr un consenso interno en Guinea Ecuatorial que fuerce al régimen a que efectivamente sea sincero en los mecanismos de democratización. Porque Obiang es un maestro en utilizar todo, incluido el reciente convenio de cooperación y de protección de inversiones, sencillamente en su propio provecho. Allí no hay más Estado que Obiang y su familia y, por lo tanto, tenemos muchas cosas que hacer y las podemos hacer.
Señora ministra, algo fundamental -y con esto termino-: España tiene que liderar la posición europea en este asunto. Como en tantas otras cosas, algunos titubeos sobre nuestra política europeísta conducen a que otros países europeos nos sustituyan en su presencia en Guinea Ecuatorial. Y ya que al parecer estamos ahora tan a buenas con Estados Unidos, o con un sector de la administración norteamericana, o con el Partido Republicano, podríamos intentar al menos obtener que Estados Unidos también aceptara nuestro liderazgo en Guinea Ecuatorial, cosa que no sucede. No tengo mucho más tiempo, señor presidente, señora ministra, pero he tenido la oportunidad de hablar con miembros de fundaciones del Partido Republicano norteamericano la pasada primavera y lo que nos achacan es que el Gobierno no está liderando, ni siquiera en el seno del Partido Republicano, nuestra política en relación con Guinea Ecuatorial.
Nada más y muchas gracias (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Laborda.
En nombre del Gobierno, tiene la palabra la señora ministra de Asuntos Exteriores.

La señora MINISTRA DE ASUNTOS EXTERIORES (Palacio Vallelersundi): Señoría, ha quedado claro que compartimos los objetivos y ha quedado claro que desde el Gobierno estamos dispuestos al máximo nivel de diálogo con la oposición y con su señoría en particular por el interés que muestra por Guinea Ecuatorial, interés que se comparte en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Evidentemente, no estamos de acuerdo en algunos puntos. A usted le parecerá quizá más útil lo que su partido ha hecho en varias ocasiones, como es exagerar o tergiversas cuestiones -recuerdo, por ejemplo, que un traslado de cárcel se transforma por portavoces de su partido en un secuestro o en una desaparición, afirmando en este último caso que la persona condenada por el homicidio de Ana Isabel Torralba estaba en libertad, cuando tampoco era cierto-. Ya he dicho que no compartimos la política de bandazos que han dado en particular los Gobiernos del Partido Socialista y que consideramos que la política que lleva el Gobierno está dando frutos, frutos que, evidentemente, no son los que nosotros querríamos, pero se está avanzando en la buena dirección. En general, cuando se aborda el análisis de países como Guinea Ecuatorial -y, desde luego, en particular cuando se aborda el análisis de Guinea Ecuatorial- hay que tener una visión diacrónica: no se trata de una foto fija ni se trata de comparar de forma absoluta patrones con patrones, se trata de ver si se evoluciona en la buena dirección.
Desde luego es difícil, partiendo de Guinea Ecuatorial, llegar a la posición de España con arreglo a Irak -que es lo que estaba diciendo su señoría y lo que nos ha podido distanciar-, pero no ha dejado de ponerlo sobre la mesa. Pero es que, señoría, los burdos atentados a la verdad tienen patas cortas y en este caso patas cortísimas. Cualquiera que se moleste en analizar con ojos limpios la política de la Unión Europea sabe de sobra que la política de la Unión Europea con relación a Guinea Ecuatorial la lidera España, como, por cierto, la política respecto de otras zonas importantes del mundo, como usted ha mencionado: América Latina o Cuba. Eso es así y a veces -y ahora hablo de Cuba- nos lleva a posiciones difíciles porque los regímenes, en este caso el régimen cubano, conocen perfectamente esta realidad.
Parece ser que no sé qué fundaciones le han dicho a usted que no tenemos diálogo con los Estados Unidos, pero le puedo citar una información que es pública, que cuando el señor secretario de Estado americano estuvo en Madrid, una de las cuestiones que abordó en su rueda de prensa fue la situación de Guinea Ecuatorial; si no habláramos de ese tema y no tuviéramos un diálogo interesado, no lo hubiera mencionado.
Por ello, señoría, vuelvo a decir que compartimos los objetivos, pero que al igual que ocurre con algunas otras cosas, creo que hay bastante demagogia en sus planteamientos, pese a lo cual la postura del Gobierno seguirá siendo la misma: transparencia y diálogo abierto con la oposición; en este sentido, su señoría es bien recibido en el Ministerio de Asuntos Exteriores y, por supuesto, continuaremos facilitándole toda la información que tengamos disponible.
Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.- El señor Laborda Martín pide la palabra.)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señora ministra.
Senador Laborda, tiene la palabra por un minuto.

El señor LABORDA MARTÍN: Efectivamente, la mentira tiene piernas cortas y cuando faltan argumentos siempre se hacen juicios de valor; por ello, me parece que hablar de demagogia es absolutamente improcedente. No le pega a usted decir eso, señora ministra, pero sus comentarios tienen poca credibilidad.
Voy a hacer algunas precisiones. En primer lugar, he seguido muy de cerca este asunto y la cuestión es que los Estados Unidos van por delante; ustedes no lideran sino que van, como siempre, detrás de ellos. También en este tema los Estados Unidos están mejor que el Gobierno español, y eso es lo que a mí no me gusta.
En segundo lugar, a mí me gustaría que lideraran la Unión Europea, pero después del juicio de Malabo el Ministerio de Asuntos Exteriores -del que usted no era entonces la titular- tuvo que corregir al representante europeo que vino a dar una versión del juicio que ni siquiera coincidía en aquellos puntos sobre los que había consenso en España. Por tanto, España no había informado a la Unión Europea de cuál era nuestra valoración sobre lo que estaba sucediendo en Malabo y ese es el motivo por el que digo que España no tiene liderazgo ni en relación con Estados Unidos -que van por delante-, ni en la Unión Europea porque no les informan.
En cuanto al asunto de la señora Torralba he de decir que no sé qué portavoz socialista ha hecho esas afirmaciones, pero no debe confundir al Partido Socialista con alguna organización u ONG que, efectivamente pueden informar sobre muchas de estas cuestiones. En cualquier caso, señora ministra, en la información que he obtenido de Guinea Ecuatorial no queda clara cuál es exactamente la situación del imputado y condenado por el asesinato de Ana Isabel Torralba. Usted se ha referido al momento en que se trasladó desde la cárcel de Black Beach al continente a uno de los presos que todavía está encarcelado y, efectivamente, se habló de secuestro, pero le puedo asegurar -porque tengo información directa- que el señor Ondo?? llegó a la cárcel del continente con la cabeza dentro de un saco y no sabía dónde estaba. Es verdad que el régimen se lo llevó en un avión, con determinados pretextos y que no era un secuestro sino un traslado, ¡pero qué traslado! Con la cabeza tapada y sin saber dónde se encontraba.
Por lo tanto, no me venga usted a decir que la posición del Partido Socialista es incorrecta, discútala pero sin calificarla y, sobre todo, haga un esfuerzo de entendimiento, señora ministra.
Gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.-)

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Laborda.
Tiene la palabra la señora ministra.

La señora MINISTRA DE ASUNTOS EXTERIORES (Palacio Vallelersundi): Gracias, señor presidente.
Mire usted: Obras son amores y no buenas razones. Esfuerzo de entendimiento es el que hacemos día a día desde el Ministerio de Asuntos Exteriores y usted es absolutamente consciente de ello porque es uno de los mayores beneficiarios del mismo.
Usted pide que no se confunda a las fundaciones del Partido Socialista con el Partido Socialista y, sin embargo, usted confunde a unas fundaciones del Partido Republicano -que no sabemos cuáles son-, con el Gobierno americano. Le he dado datos claros sobre las opiniones del secretario de Estado -que es quien tiene la responsabilidad en la política de los Estados Unidos-, que demuestran hasta qué punto Guinea Ecuatorial forma parte de nuestras conversaciones habituales.
Afirma que no lideramos... Pero esa sí que es una cantinela sin justificar. Dicen muy poco sobre la posición que ha adoptado España en asuntos absolutamente cruciales, como pueda ser el problema del presidente Arafat, ¿también en ese caso seguimos a Estados Unidos? ¿Y en Siria? Realmente España ha estado liderando esas cuestiones y como ustedes no lo pueden negar, no hablan de ello. Señoría, en el caso de Guinea Ecuatorial pasa lo mismo y, por tanto, ustedes están haciendo demagogia, ¡claro que sí! ¡Demagogia es la palabra! (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.)

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra.



Fuente: ASODEGUE

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