GUINEA ECUATORIAL/ REPRESIÓN POLÍTICA
La dictadura guineana desencadena nueva brutal represión política en menos de dos años
SÁNCHEZ MEMBA. YAOUNDÉ, 09.12.03
Al menos, un centenar de ciudadanos, entre ellos parlamentarios y militares, habrían sido detenidos ilegalmente y encerrados en los calabozos de Bata, la segunda ciudad más importante de Guinea Ecuatorial, desde el pasado fin de semana, según denunciaron fuentes próximas a los afectados.
En lo que representa la segunda represión más significativa en menos de dos años, el régimen dictatorial del déspota Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, en el poder desde 1979, estaría iniciando así un nuevo combate contra los residuos de la “temible” Fuerza Demócrata Republicana (FDR), que quedaron a salvo durante la última persecución desencadenada a principios de 2002 y que llevó a la cárcel a toda la cúpula directiva de esta formación política, fundada por legendarios políticos guineanos, se supo de diversas fuentes contactadas desde Guinea por este despacho.
El número de detenidos aún no ha sido precisado, si bien todo parece indicar que la operación sigue abierta en la ciudad Bata y en muchas partes del interior del país. Algunos de los que iban a ser detenidos habrían logrado escaparse del país y se encuentran camino al exilio, se supo de fuentes de la oposición.
Por el momento, no se ha dado a conocer las verdaderas razones de esta nueva represión. Pero según diversas fuentes, los perseguidos, la mayoría oriundos de Mongomo, región natal del déspota guineano, habrían convocado a principios de este mes una reunión, en la que, aprovechando los “momentos entrañables de la navidad y de fin de año”, decidieron entrevistarse con el presidente para proponerle una iniciativa que posibilite la cristalización del eterno impasse político que atraviesa el país desde 1991. La puesta en libertad de los presos de conciencia, la aprobación de una ley de amnistía general para los exiliados políticos y la apertura de una transición democrática consensuada con todas las fuerzas vivas de la nación, estarían entre sus propuestas.
Pero a pocos días de esta reunión, concretamente el día 6 y antes de que dicha iniciativa se presentara oficialmente, el régimen emprendió detenciones a todos los posibles participantes en ella, jóvenes “emprendedores”, militares y parlamentarios de la provincia de Wele Nzás. Al parecer uno de los participantes habría filtrado, “en clara tergiversación”, al hermano del presidente, el general Armengol Ondó Nguema, de que un grupo de ciudadanos “está planificando la sublevación contra el régimen en la ciudad de Bata”.
Después del macro-juicio del año pasado, el régimen está más nervioso que nunca, preocupado por la acelerada disidencia política en su región natal, que ha vertebrado una oposición en la zona de su máxima influencia política. En marzo de ese año, más de doscientas personas fueron detenidas, torturas y condenadas a largas penas de cárcel, acusados de una supuesta tentativa de golpe de Estado. El más conspicuo de ellos, Felipe Ondó Obiang Alogo, de 65 años, se encuentra encadenado en un centro penitenciario del interior del país, donde cumple una condena de veinte años.
La situación política de Guinea Ecuatorial está en su fase más nebulosa. Constantes provocación, persecución y represión, incluso contra familiares del entorno presidencial, sospechosos de desentonar con las actuaciones del dictador, es la tónica dominante en estos últimos 24 meses. El panorama está ensombrecido aún más por el primogénito del dictador, Teodoro Nguema Obiang Mangué, quien mantiene en constante acoso y humillación a los miembros del gobierno y otros colabores más próximos a su padre, lo que, sin duda alguna, ha suscitado duras críticas en círculos tradicionalmente considerados leales. Recientemente, uno de sus tíos, el general de división Agustín Ndong Ona, intentó suicidarse tras serias divergencias con el sobrino.
El malestar generado en los círculos leales al régimen, que día a día se muestran insoportables por el comportamiento de Obiang hijo, también podría justificar el objetivo de ésta nueva represión política, que precisamente tiene como principales objetivos el entorno inmediato del general en desgracia, quien hace poco fuera considerado como el presidente de facto del país y máximo dirigente de Río Muni, la región más extensa del país.
La oposición, concretamente, el Colectivo de Reagrupación de Asociaciones y Movimientos de la Oposición (CRAMOGE), con sede en París, ha emprendido contactos cerca de la comunidad internacional y de los principales socios occidentales del régimen para retener la nueva ola represiva, que por el momento ha causado más de sesenta detenciones y refugiados, cuyos nombres facilitará en los próximos días dicha Confederación. Pero con un Obiang cada vez más poderoso económicamente y más vil políticamente, es poco probable salvaguardar la integridad física y moral de los que en estos momentos están siendo vilmente torturados y encerrados en régimen de absoluta incomunicación. El propio Obiang ha justificado en reiteradas ocasiones ante la comunidad internacional y, se lo creen, que los oriundos de su región natal son los principales consecuentes de la falta de una real apertura de transición democrática en el país. Por esta razón, denuncia la FDR, la represión contra los ciudadanos de Mongomo no preocupa si no únicamente a su suerte y sus propios familiares.
Fuente: Oposición