H O J A nº 12 / 2004
JUICIO Y SENTENCIA EN BATA. El juicio contra más de un centenar de opositores celebrado en Bata, capital de la región continental, quedó ”visto para sentencia” el pasado viernes y a primera hora de la tarde de ayer se hizo pública la sentencia.
Las sesiones del juicio han tenido lugar a puerta cerrada en el Palacio de Justicia de aquella ciudad que ha aparecido a lo largo de toda la pasada semana rodeado por fuerzas del ejército. Los encausados, más de un centenar, han sido llevados cada día hasta allí en tres camiones abarrotados. Otros de los procesados han estado ausentes; en algunos casos porque habían huído al extranjero, en otros porque se trata de personas que son, o han sido, altos dirigentes y se les permitió no comparecer ante el tribunal.
El juicio ha transcurrido, al menos desde el punto de vista de los acusados, con gran rapidez y en medio de una total confusión. Según el testimonio de alguno de ellos, su declaración duró poco más de dos minutos. En ningún momento han tenido acceso al sumario y no han conocido con exactitud los cargos que se les imputaban.
No hemos coseguido identificar a la inmensa mayoría de los acusados, sin embargo, tal como apuntaban los rumores y como se puede ver por la sentencia, se ha tratado de un juicio contra elementos importantes del régimen, en algún caso contra miembros del propio gobierno, cuya relación con el teniente coronel huído a Camerún, y los primeros huídos a nuestro país, no se ha hecho pública. La sentencia evita además la utilización del término ”golpe de estado”. En estas condiciones, el propio juicio se convierte en la prueba principal de que Obiang sospecha de la existencia de esta relación y la considera peligrosa para él.
Según fuentes de absoluta fiabilidad del interior de país se han impuesto las penas siguientes:
-Pena de 30 años de cárcel y multa de 1000 millones de francos CFA, como autor de un supuesto delito contra la seguridad del estado, a Cipriano Nguema Mba, teniente coronel y habilitado de las fuerzas armadas. Huido a Camerún.
-Penas de 20 años de cárcel, como coautores del mismo delito, a Marcelino Mba Owono, ”Yuyu” (hermano de Santiago Eneme, dirigente de la FDR en el exilio), a Germán Pedro Tomo, ”Mayo” (diputado del partido gubernamental PDGE por la región de Wele-Nzas, la de Mongomo), a ”Berni”, hermano del teniente coronel Gabriel Nsé, exilado desde hace años en Zaragoza, y a un policía de nombre Celso. [Marcelino Mba y Germán Pedro Tomo huyeron de Guinea a principios de diciembre y están exilados en nuestro país].
-Dos grupos muy numerosos de encausados han sido condenados a diez y a seis años de cárcel, respectivamente.
-Otros veinte encausados han sido absueltos.
La mayor parte de los militares de alta graduación a los que se había procesado figuran entre absueltos. Es el caso de Florencio Elá Ibang, Inspector Adjunto de las Fuerzas Armadas en la región continental, de Francisco Mbá Mendama (teniente coronel y conocido torturador, condenado por asesinato, noviembre de 1999, en la persona del ex-embajador en Francia, Julián Esono Aba y puesto en libertad el 28 de diciembre de ese mismo año por orden expresa de Obiang) y de otro alto oficial de las fuerzas armadas de nombre Inocencio. Parece que también ha sido absuelto el Ministro Portavoz Nvé Ngú, que según fuentes fiables estaría ”descansando” en Madrid desde hace días.
Aunque habrá que esperar algún tiempo para valorar todo lo relativo a este juicio y cómo influye en la evolución política del pais, sin embargo, el aspecto más significativo del ”veredicto del tribunal de Bata” (o de su ”inspirador”) es, precisamente, su generosidad para con estos militares de alta graduación y altos cargos del régimen. Tal generosidad puede deberse a que realmente sean inocentes de todo cargo y su detención sea, una vez más, resultado del caos que desencadena la seguridad guineana ante situaciones de este tipo [un caos siempre útil para la dictadura, dado que siembra el terror entre la población] o a un intento de pacto (de mano tendida) del dictador con la oposición surgida, desde hace relativamente poco tiempo, entre círculos y personas que le han sido fieles durante años.
Las penas ”menores”, las de diez y seis años, ofrecen a Obiang la posibilidad de una ”gestión ambigua”, de jugar con los condenados a una mezcla de castigo y clemencia que podría tener consecuencias favorables para el dictador en lo que hace al control que ejerce sobre sus paisanos de la región de Mongomo.
ASOCIACIÓN PARA LA SOLIDARIDAD DEMOCRÁTICA CON GUINEA ECUATORIAL (ASODEGUE)
23 de febrero de 2004
Fuente: ASODEGUE