Por Severo M. MOTO NSA.
Me informan desde Guinea Ecuatorial que el presidente Obiang Nguema está empeñado en convencer a los de Mongomo de que si llego a presidir Guinea Ecuatorial, acabaré con ese Distrito. “No penséis que moriré solo. Matará a todos los de Mongomo”-dicen que repite, tembloroso. Me piden incluso que me pronuncie con claridad sobre esta burda, cobarde y falaz afirmación...

...Lo más grande y emotivo es que me lo piden gentes de Mongomo, civiles y militares, convencidos de que tan estúpida y reiterada afirmación, de tanto repetirse, ya ha resultado falsa.
Se me vienen a la memoria dos escenas de inmensa ternura vividas al día siguiente de mi último ingreso en la cárcel-pudridero de Black-Beach donde Obiang Nguema, inmisericorde, almacena a centenares de presos, especialmente políticos de Mongomo y de todas partes.

Al bajar a Black-Beach, el General Armengol Ondo Nguema, hermano de Obiang Nguema, ordenó que me raparan la cabeza. Pero lejos de raparme del todo, mandó que me cortaran el pelo en forma de cruz; de modo que me quedaran cuatro grandes mechones de pelo (Mesiík) apostados en cada esquina de la cabeza.

A la mañana siguiente, sorprendido todavía de haber pasado la noche sin recibir la orden de muerte y sentir en mis carnes el mordisco de las balas, me llevó un militar al Campamento “3 de Agosto”, residencia del tirano. Objetivo, limpiar las letrinas del campamento y llenar de agua los bidones contenedores de agua.

Al llegar al amplio patio del Campamento, sentí caer sobre mí el baño frío y humillante del griterío de hombres, mujeres y niños del campamento que se mofaban, se burlaban y se reían de mí a carcajada estruendosa y repetían en lengua fang la frase: “¡¡ Vaya presidente Mesiík!!”

Al empezar mi trabajo me dirigí con un cubo hacia la punta de la Unidad Africana, lugar de tramas mortales del tirano Obiang. Se trataba de recoger agua de una improvisada fuente. Era una cañería que se había roto de puro vieja. Y lejos de cerrar el escape del tubo o reemplazarlo, aquello se había convertido en un charco de agua donde se bañaban y cogían agua para beber, los habitantes del Campamento “3 de Agosto”. Llegado al charco, acompañado por el guardia, encontramos a una señora que lavaba sus platos mientras su hija se bañaba. La buena señora, ni corta ni perezosa me espetó: “Con que eres tú el que quiere matar a todos los de Mongomo cuando seas presidente. ¡Vaya, con que se te puede ver de cerca!. ¿Qué te hemos hecho los de Mongomo?

Cualquier otro improperio, por más duro que fuera, lo hubiera encajado con resignación, dado el estado de preso en que me hallaba; pero la pregunta de la buena señora me sacudió el alma de ternura. Miré, tímido, al guardia pidiéndole permiso.

- Contéstala, si quieres –me animó.

- Querida señora –le dije-, mi padre siempre me ha contado que nosotros venimos de la localidad de “Nsinghi” y Molom-Odjácum. ¿ Sabe Usted de dónde es esa localidad?

- ¡Claro! – aseveró la señora- eso es puro Mongomo.

- ¿ Cree Usted que si me eligen Presidente, voy a matar a todos los de mis orígenes?

La buena señora miró al suelo y susurró:

- Eso es lo que dice la gente, no lo digo yo...

La siguiente anécdota fue a continuación, en el mismo Campamento. Inmerso en mi fétida tarea de limpiar las letrinas de los militares, pasó por delante de mí una niña de unos doce a trece años.

- ¡ Tío! Hola. Yo soy de Mongomo. Me han dicho que tú eres mi tío.

Luego, con voz temblorosa, casi a punto de echarse a llorar, añadió:

- ¿ Por qué te tratan así?

- No pasa nada –le dije- Vete a casa antes de que se enfaden contigo por hablar conmigo.

¡Con Mongomo en el corazón.!

También recuerdo que a mi llegada a Guinea Ecuatorial el 2 de Mayo de l.992, y siguiendo el calor de afiliaciones que ardía en las filas de los partidos políticos, especialmente de la entonces oposición, el Partido del Progreso abrió paso a las afiliaciones de la ansiosa militancia.

Un buen día, sin esperarlo ni imaginarlo, irrumpió en la sede del Partido, el ex embajador Luis Obiang, empuñando un pistolón y gritando hasta desgañitarse, porque, según él, habíamos afiliado, a la fuerza, a una sobrina suya, menor de edad, del Distrito de Mongomo. Fue, la verdad, el primer gran incidente con que tropezaba nuestro trabajo político. La acusación de afiliar “a la fuerza” una “menor de edad” era demasiado fuerte. Nos situaba fuera de la ley. Rechazamos de forma rotunda tal alegato que era a todas vistas falso; pero el vociferante ex embajador guineano no paraba de soltar improperios, insultos y amenazas con su pistola en ristre, flanqueado por otros dos militares armados, hasta que, con artes diplomáticas y buenas mañas logramos situarlo fuera de la verja de la sede del Partido. La sobrina de Luis Obiang, (conocido por aquellos días como el “embajador ni puta idea”) tenía, cuando menos, 24 años. Así lo demostraba su ficha, que durante varios días tuvimos que exponer en público para vergüenza del ex embajador.

La real verdad de Luis Obiang, “embajador ni puta idea” es que cumplía con una consigna dada por el Presidente Obiang Nguema: Nadie de Mongomo puede afiliarse a otro Partido político que no sea el P.D.G.E.

Me llegan, de forma permanente, tanto estando en Guinea Ecuatorial como fuera el reiterado mensaje del tirano Obiang Nguema a los militares y en general a la ciudadanía de Mongomo animándoles a odiarme y a imprimir en sus mentes la vagabunda idea de que mi llegada al poder en Guinea Ecuatorial supondría la muerte de todos los de Mongomo. No ha caído este mensaje en el vacío; porque recibo mensajes de amenaza escritos o verbales que me hacen pensar que Obiang Nguema consigue hacer mella en algunos de los “suyos.” Obiang Nguema pretende así trasladar a todo Mongomo el odio mortal que viene demostrándome. Tiene miedo a quedarse solo en medio del fragor del odio y aversión que por él siente todo el pueblo de Guinea Ecuatorial. Pero no me falta gente que me llevan a la plena convicción de que el mensaje errante de Obiang no hace mella en todo Mongomo.

Solo los que piensan, hacen y son como Obiang Nguema; solo quienes ayudan y animan a Obiang Nguema a seguir destrozando el nombre de Mongomo y usándolo como rehén para no morir solo; los que estarían dispuestos a seguir hundiendo a Mongomo en un estúpido complejo como un rincón del país, odiado y ultrajado, hacen caso al cobarde y absurdo mensaje de Obiang Nguema. Yo sé que no son tantos. Y, desde luego, no son solo los de Mongomo los que se parecen a Obiang Nguema.

Nadie, y menos el tirano Obiang que tanto avergüenza al país y a los de Mongomo, debe pensar que cuando se le odia y se le desprecia y se le critica por lo mal que trata a Guinea Ecuatorial significa automáticamente que se odia o desprecia a Mongomo. Hay quien, como el tirano Obiang, piensa que se identifica con Mongomo, y que todo el castigo que se merece por sus actos delictivos pertenecen a Mongomo. MENTIRA. Cada uno, sea de Mongomo de Guadalupe, de Río Benito, de Akonibe, de Sevilla de Niefang o de donde sea, es y será responsable de sus actos. Y si cada uno es responsable de sus actos, Obiang Nguema, que está arrastrando a la gente a cometer tantas acciones delictivas por miedo y por supervivencia es y será siempre el máximo responsable. De eso tienen que estar muy seguros tanto los civiles como los militares de Mongomo. Yo recomendaría, por tanto, ni unirse tanto a él ni, a veces, superar a Obiang Nguema en la maldad, pensando que al fin y al cabo van a ser condenados todos con él. No tengo nada, absolutamente nada contra el Distrito de Mongomo. Al contrario.

Como político y cargado con todo el bagaje profesional, con el tiempo acumulado, he demostrado, durante mi estancia en Guinea Ecuatorial que el Partido del Progreso, liderado por mí puede echar raíces a lo largo y ancho de la geografía nacional. Obiang Nguema, que se cree dueño de Mongomo, ni ha dejado que se afiliaran a mi partido gente de Mongomo ni me ha dejado nunca pasearme libremente por el país. Todo el mundo lo sabe. (cobardía, miedo, ...) He demostrado a mi pueblo que pueden servirse de la correa de transmisión ideológica del Partido del Progreso para conectar con el mundo, en una dimensión internacional que cada vez crece más, mientras disminuye la de Obiang Nguema..

Un mensaje para mi país y en este caso, en especial para Mongomo: Soy un futuro de libertad y de progreso para todo mi país. Ni Sevilla de Niefang de donde soy debe pensar falsamente que si me eligen presidente de Guinea Ecuatorial me recluiré en ese Distrito para que sea odiado por los demás como hace Obiang contra Mongomo, ni Mongomo tiene que temer que va a seguir igual de odiado y despreciado por otros.

Dadme la oportunidad de acudir a unas elecciones presidenciales libres, transparentes y justas y os demostraré lo que es el amor de un hombre a su país. Lo digo con Mongomo en el corazón.



Fuente: www.guinea-ecuatorial.org

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