La organización pide al Gobierno que fomente la implantación de códigos éticos en las empresas que hacen negocio en el extranjero.
MADRID, 06 mayo (EUROPA PRESS).- ¨Suben los intereses económicos, bajan los Derechos Humanos¨. Tal es la conclusión a la que ha llegado Amnistía Internacional (AI) en su último informe sobre la política exterior española a lo largo del año 2000, en el que la organización no gubernamental insta al Gobierno de José María Aznar a impulsar códicgos éticos para las empresas españolas que hacen negocios en el extranjero.
En palabras de la presidenta de la sección española de la organización, Eva Suárez-Llanos, quien presentó en Madrid el ¨Informe de Política Exterior y Derechos Humanos del Gobierno Español 2001¨, Madrid ha dado ¨prioridad a los intereses económicos frente a la protección de los Derechos Humanos¨.
El informe revela que, a lo largo del 2000, el presidente Aznar y el Ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, establecieron relaciones privilegiadas con paises como China, Colombia, Guinea Ecuatorial, Rusia o Argelia, Estados en los que los Derechos Humanos se encuentran gravemente comprometidos.
Según Carlos Taibo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, quien estuvo presente en la presentación del informe, son numerosas las ocasiones en las que los intereses comerciales han primado sobre las cuestiones humanas, ¨entre ellas el caso Pinochet, en el que el Gobierno español prefirió conservar las buenas relaciones con Chile, que se estaban enturbiando por un proceso judicial¨.
¨Otros ejemplos son el viaje comercial de Aznar a China, un país tétrico por las cifras de violaciones de los Derechos Humanos básicos, en el que Aznar se mostró hostil a reconocer la autodeterminación para Tibel, por miedo a deteriorar las relaciones con el Gobierno chino¨, explicó Taibo. ¨También cabe destacar la visita del presidente de Rusia, en la que Aznar guardó silencio cuando Putin comparó el terrorismo de ETA con la resistencia chechena¨, añadió.
Taibo aludió también al caso de Marruecos, ¨pais al que España mantiene una línea de crédito, a pesar de las violaciones de los Derechos Humanos, para conseguir el acuerdo pesquero o un mayor control de la inmigración ilegal, pero no muestra interés por apoyar la celebración de un referéndum en Sáhara Occidental¨.
El informe de la organización internacional hace también un llamamiento a las empresas españolas, con presencia creciente en el extranjero, ¨para que respeten y fomenten los Derechos Humanos en los paises en los que se instalan¨. Muchas delegaciones empresariales acompañan al Gobierno español en sus viajes y Amnistía Internacional recomienda al Ejecutivo que ¨fomente códigos de conducta para las empresas españolas que operan en el exterior¨.
El estudio de AI analiza en profundidad la política de exportación de armas y transferencias militares, de seguridad y policiales, asegurando que los datos facilitados por el Gobierno para elaborar este capítulo del informe ¨carecen de premura y exactitud¨. Además, Amnistía ha detectado ¨el tránsito por España de material bélico destinado a Sierra Leona¨, Estado embargado por la ONU y existe la posibilidad, según la organización, de que ¨algunas compañías españolas exporten productos para la tortura a países en los que se violan los Derechos Humanos¨.
Amnistía destaca en el documento algunos aspectos positivos en la gestión española, como la ratificación del Estatuto del Tribunal Penal Internacional en octubre pasado, la firma de los protocolos contra la discriminación de la mujer y sobre los derechos de los ¨niños soldados¨, así como algunas acciones concretas en relación con los españoles condenados a muerte en Estados Unidos y Yemen y en casos de desaparecidos o torturados en Argelia y Guinea Ecuatorial.
Asímismo pide al Gobierno una mayor preocupación por los Derechos Humanos, siguiendo el ejemplo de países como Reino Unido y Alemania, que han puesto en marcha ¨mecanismos innovadores¨ para la protección de los países objeto de violaciones de Derechos Humanos. ¨España carece de iniciativa propia y liderazgo en la promoción de los Derechos Humanos en el mundo y ha quedado rezagada de sus socios europeos¨, según Amnistía Internacional.
Fuente: EUROPA PRESS