Por Severo MOTO NSA.

Madrid.- 27 de junio de 2004. Los foros guineanos en Internet se han convertido, para bien o para mal, en el pulso inevitable de esa Guinea Ecuatorial atrapada en los garfios militares de la tiranía de Obiang Nguema. A veces su lectura da la sensación de estar uno asomado a una pocilga; otras tienes la sensación de estar inmerso en la Guinea Ecuatorial profunda y real.

Entre lo verdadero y lo falso prevalece finalmente lo verosímil. No cabe duda alguna de que al guineano normal le ha crecido en 35 años de desorientación y de falta de información o de desorientación organizada, una profunda capacidad de intuición, especialmente en lo relacionado a la actuación de los poderes públicos o de la oposición que, por las razones que sean, se escora públicamente hacia el poder tiránico.
La crítica a la actuación de los poderes públicos o a la trayectoria de esa oposición, constituye el necesario e inevitable termómetro de la vida del país. Al margen de los insultos, descalificaciones ciegas y maledicencias que desde el tétrico, a la vez que cobarde mundo del pseudónimo (el pseudónimo es necesario para la supervivencia, especialmente cuando se trasladan a la luz pública las noticias y realidades que la tiranía pretende mantener en silencio bajo pena de tortura. Ya no me parece tan digna y aceptable cuando bajo pseudónimos se pretende simplemente vilipendiar, insultar, descalificar y tirar basura sobre quien nos interesa a toda costa destrozar y aniquilar injustamente. Lo cual, muy desgraciadamente, parece abundar en en algunos foros guineos de debate cibernético... Ningún país o pueblo puede sentirse orgulloso de la imagen que trasciende de esos mensajes cruzados que van aglutinados de insultos, descalificaciones o maledicencias entre los contertulios, aun con sus nombres propios. Uno pensaba que todas las verdades ocultas, todas las basuras, improperios, descalificaciones, maldiciones y ataques tienen en Guinea Ecuatorial una gran diana difícil de fallar, OBIANG NGUEMA, SU TIRANIA Y SUS SEGUIDORES Y APOYOS. Pero, para gran sorpresa, el escenario que trasciende en algunos foros es el de un batiburrillo. Parece que Guinea Ecuatorial es un “totum revolutum”, donde nadie es nadie, y nada es nada. Es evidente que a alguien le interesa esta situación que le permite un respiro y sobre todo le permite construir una ciudadanía, un país ingobernable y una sociedad hecha de piltrafas irreconciliables.

Interesa vivamente reconducir las cosas. Obiang Nguema Mbasogo, con su forma de desgobernar el país, ha creado dos mundos irreconciliables en Guinea Ecuatorial. El mundo del poder dictatorial, perfectamente definido: la negación del desarrollo del país, de las libertades, de los derechos humanos, del imperio de la ley, el caos. Y el mundo alejado del poder, constituido fundamentalmente por el impresionante y exilio exterior que huye y el exilio interno que no se une a la tiranía; o, como lo llaman en Guinea, “los no concurrentes”. Concurrentes o no concurrentes “that is the question”. No es fácil ser guineoecuatoriano normal y estar bien situado en medio, ser aséptico e inhibirse. En las actuales circunstancias en que Obiang Nguema ha conducido al país, social y políticamente hablando es muy difícil ser practicante del dicho latino “in medio, virtus”

Entre los concurrentes y los no concurrentes dos “virtudes” opuestas, no existe la posibilidad, en la Guinea Ecuatorial política y social de hoy, de una virtud, en medio. Es una obra maestra de Obiang Nguema. Nadie puede atribuírsela, como propia, a no ser que haya, simple y llanamente, entrado en la banda de los concurrentes. Esta realidad, en Guinea Ecuatorial es incuestionable.

Estando así las cosas, la definición, hoy más que nunca, es obligada, inaplazable e inapelable. La definición política y social la ejercen los que se dedican de lleno a la política para “mejorar o destrozar” la sociedad. Lo de “mejorar” la sociedad guineana, es, hoy por hoy, imposible, con Obiang Nguema a la cabeza de quienes se han comprometido con él a destrozar el país.

¿Usted de dónde es, de la oposición o del régimen?

Ante esta pregunta, la población, mejor conocedora que nadie del percal, antes de esperar a una respuesta verbal se sienta a la puerta de su casa y mira y observa. Porque la mejor respuesta son los hechos. Juzga simple y llanamente los hechos.

Un hecho contundente es que el día 13 de octubre de l.992, después de una batalla durísima, bajo el lema de “la libertad no se regala, se conquista” (algún partido puso en circulación este lema), después de acciones violentas, encarcelamientos, redadas masivas de opositores y militantes, destrucción de sedes; después del bárbaro esfuerzo de algunos partidos por tener un número suficiente de “cofundadores” y prestarlos a otros, Obiang Nguema, impotente ante el clamor y exigencia del pueblo, legalizó de golpe 13 partidos de oposición. Incluso, después de haber jurado una y mil veces que nunca lo haría, legalizó el Partido del progreso de Guinea Ecuatorial.

Bajo el liderazgo del partido CLD (Convención Liberal Democrátrica) presidido por mi conciudadano, el compadre de Obiang Nguema, Alfonso Nsue Mokuy, abrió un cisma irreversible en las filas de la oposición legalizada, llevándose de calle a un grupo sustancioso de partidos que se comprometieron de por vida a secundar al P.D.G.E. de Obiang Nguema y constituirse en mamporreros del tirano, en cada parto electoral. A unos, la P.O.C. nos llamó “OTAN”, a su grupo lo bautizó con el nombre de “Pacto de Varsovia”. Social, políticamente, Guinea Ecuatorial quedaba dividida en dos.

La principal característica de la “OTAN” guineana era cuestionar las “leyes otorgadas” del régimen tiránico, y denunciar hasta decir “NO” a los fraudes electorales sistemáticamente programados por el “Pacto de Varsovia” del tirano Obiang Nguema y sus seguidores. Naturalmente la “OTAN” guineana quedó condenada a ser materia de ostracismo social, persecución, detenciones arbitrarias, encarcelamientos, torturas y hasta asesinatos. Por arte y gracia de Tata Nguema Mbele, Mabele, Moana Kitoco, el “Pacto de Varsovia” no solo pervive, sino que manda y ordena en Guinea Ecuatorial.

El análisis del pueblo observador es muy sencillo; y no puede esperarse que se líe el pueblo guineoecuatoiriano en muchas suposiciones, conjeturas o ejercicios políticos de malabarismo y de “cálculos oscuros y a larga distancia. En la política guineana y a la observación del pueblo llano o se es de “OTAN” o se es del “Pacto de Varsovia”. En Guinea Ecuatorial lo más normal, lo que viene siendo (¿bueno, malo?) pero normal no es que la “OTAN” crezca en disidentes, tránsfugas y prófugos, no. Lo que ha resultado, increíblemente normal es que cada vez más el “Pacto de Varsovia” se llena de prófugos, tránsfugas y disidentes de la “OTAN”. Cada vez que se produce ese paso de la “OTAN” al “Pacto de Varsovia” notamos que la población reacciona con enfado, indignación y repugnancia. Hasta se producen maldiciones.

En un mundo donde la información escrita, hablada, de Radio o Televisión o incluso cibernética está dominado por la mentira y la falsedad de un régimen oculto aún bajo la costra de la “materia reservada” que le regaló la ex potencia, es normal que el pueblo utilice la suposición, la cábala, la intuición, el olfato y el gusto... No tiene la culpa. Nunca tendrá la culpa el pueblo llano siempre que su suposición, sus cábalas, su intuición, su olfato y su gusto (fundados en lo que ve) nos trasladen, al final ese mensaje entre lo verdadero de cada acción y la verosimilitud de la misma.

OKUKUT MBOT, -que nos visita cada viernes con ese encomiable ejercicio periodístico de su “columna semanal”- no tiene la culpa. Nadie tiene derecho a robarle la libertad de opinar sobre lo que ve. Tampoco tiene la culpa de que a los ojos del pueblo guineo esté normalmente más cerca de la verosimilitud que de la simple falsedad.

Es más fácil que el pueblo guineano aplauda la decidida confrontación entre eso que Tata Nguema Mbele apodó “OTAN” o “Pacto de Varsovia” para llegar al esclarecimiento de la verdad, antes que aguantar movimientos taimados y de fisgoneo, que acaban siempre reforzando las filas del “Pacto de Varsovia” de un solo manotazo del Mariscal Teodorov Obiancamanovich.





Fuente: GOBIERNO EN EL EXILIO

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