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-- URGENTE -- Vorágine de terror en Guinea Ecuatorial: el tirano, dentro de su delirio de poder, reconoce estar poniendo fin, mediante las armas, a una insurreción popular publicado por: F, amba amba el 11/11/2004 15:57:51 CET
NOTA: NOTICIA PROCEDENTE DEL SITIO WEB OFICIAL DEL GOBIERNO DE GUINEA ECUATORIAL EN EL EXILIO. WWW.GUINEA-ECUATORIAL.ORG
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Vorágine de terror en Guinea Ecuatorial: el tirano, dentro de su delirio de poder, reconoce estar poniendo fin, mediante las armas, a una insurreción popular
Madrid.- 11 de noviembre de 2004. .- Nos informan nuestras fuentes de Guinea Ecuatorial, que la situación actual en el país podría calificarse de “vorágine del terror” a cargo de Obiang Nguema Eneme, que abusando del poder y de su represiva política, dice haber abortado una inseurrección en Mongomo, su tierra natal.
Aunque en los últimos días la atención general del exterior se ha centrado especialmente en el Distrito de Mongomo que ha dado serias muestras de contestación y desobediencia civil frente al tirano, las informaciones señalan que todo el país esta sometido a esta “vorágine del terror”. Según el delirante Obiang, tales medidas son adoptadas por el inicio de una nueva insurrección popular en el distrito de Mongomo, tierra natal del dictador y su clan. Esta inserrucón, según Obiangm habria sido abortada por sus fuerzas de seguridad. El distrito de Mongomo lleva varios dïas tomado por el ejército y bajo una represión social sin precedentes, ya que el pueblo, harto de abusos, está< plantando cara al régimen. En la actualidad y dentro del distrito de Mongomo se hayan detenidas no menos de 300 personas. Más de la mayoría son mandos del ejército que podrían estar sufriendo tortura.
Obiang Nguema, parece hacer ver que, dentro de la encarnizada pugna por la herencia del poder tiránico su propia gente habría intentado desbancarlo del poder.
Pero, al contrario del ruido, boato y cacareo público que lanzó al mundo, a propósito de la historieta de Marzo en la que pretendió involucrar a todo el orbe terráqueo, Obiang Nguema, esta vez, porque se trata de su propia casa donde la figura de su hermano Armengol Ondo Nguema destaca como gran inductor mudo, prefiere no hacer ningún ruido ni fuego fatuo, y va directamente a la detención, a la tortura, al asesinato y a la desaparición.
Los analistas de la situación, señalan, sin embargo, que Obiang Nguema es mucho más profundo en su “vorágine del terror”. Ni se limita a abortar golpes ocasionales de estado que, según afirma todo el mundo, le esperan -“en fila india”- dentro del país, ni se limita a Mongomo, con todo el dolor y rabia que supone que su propio Distrito le haya puesto la proa del odio y la aversión. La “vorágine del terror”, afirman los observadores, se extiende a todo el país; porque Guinea Ecuatorial entera es un continuo golpe de estado para Obiang Nguema, y viceversa.
La explicación es diáfana y contundente. Desde hace un largo tiempo los oídos del tirano retumban agitados por un zumbido cada vez más creciente. Los insultos de ladrón, asesino, traficante de armas y de droga, terrorista de estado, violador contumaz, desahuciado e inútil para dirigir los destinos del país, son términos acuñados por la oposición en el exterior; términos que, espoleados y respaldados por las numerosas denuncias internacionales que dan razón a estos calificativos, resuenan hoy en todo el país y revolotean en el entorno de Obiang como un enjambre de incómodas moscas “mutu-mutu”. ¿Quien no conoce la terrible mosca isleña “mutu-mutu”? O, quizás el ireductible mosquito “obok” de los boques continentales?
Hoy en día, Obiang Nguema es para los guineanos, la viva imagen del aquel famoso niño del pueblo: sarnoso, cubierto de “niguas”, de “tiñas” y de llagas, harapiento; pero de muy mala uva. Hazme reír de todos; objeto de mofa y befa de la población; que cuanto más se “cabrea” y responde a pedradas, más provoca la hilaridad y burla de todos. Cualquier guineo ecuatoriano tiene en su mente la viva imagen que aquí se describe. Esos niños, lo sabemos todos, desgraciadamente nunca se recuperan, ni recuperan nunca su dignidad social.
La imagen, aplicada a Obiang Nguema y tan ajustada, solo tiene, para nuestra desgracia, una terrible diferencia: Ese niño sarnoso y tiñoso, llagado, cagado de niguas, un abyecto social, tiene armas; responde a las burlas con asesinatros, roba de forma compulsiva ( “ha robado el futuro de todo un país”), viola con contumacia, está empecatado en el tráfico de armas y de droga. Es, a diferencia del otro niño, muy peligroso. Está montado en el alocado caballo de la “vorágine del terror”. Hay que hacer algo, señores.
Nota: Fuente: Reservadas
Fuente: GOBIERNO EN EL EXILIO
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