NOTA: ARTICULO PROCEDENTE DEL SITIO WEB OFICIAL DEL GOBIERNO DE GUINEA ECUATORIAL EN EL EXILIO. WWW.GUINEA-ECUATORIAL.ORG

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Guinea Ecuatorial necesita un presidente. Ya.
Por Severo Moto Nsá .
Madrid.- 12 de diciembre de 2004. Desde que la última Asamblea General de las Naciones Unidas le diera con las puertas en las narices, negándose a escuchar las mentiras y graves acusaciones contra personalidades y países democráticos, el Presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Eneme, vagabundea por el mundo, montado en un avión 737 de lujo, dotado de todos los servicios, y desde donde dirige el país a través de llamadas telefónicas imperceptibles , impartiendo órdenes de detención, tortura y muerte que muy puntual y oportunamente cumple y ejecuta su hermano, Armengol Ondo Nguema.

Prácticamente dos largos meses en los que Guinea Ecuatorial, ni sabe, ni parece importarle demasiado dónde se halla su Presidente. Más bien se trata de un pueblo que, antes que añorar a su Presidente, suspira por que desaparezca la fatídica sombra de un asesino que lleva más 36 años sembrando de muertos los cementerios, los mares, las fosas comunes ( Barranco COPE) de nuestro país. De un ladrón que viene vaciando las arcas públicas de nuestro pueblo, sembrando el mundo de cuentas bancarias a cambio de hundir en la miseria económica a Guinea Ecuatorial. De un traficante que se ha constituido en uno de los grandes capos de la droga en África y se ha constituido en el necesario paso para el trasiego y venta ilegal de armas en África. De un violador que ha sembrado de múltiples hijos desconocidos en numerosos familias guineanas. De un corrupto que ha convertido a Guinea Ecuatorial en un pudridero de funcionarios. De, en fin, un apestado internacionalmente que solo encuentra acogida en países y personalidades europeos expertos en crear para África y tratar con especimenes humanos.

Dos razones claves adujo Obiang Nguema a la hora de echar del poder, por un sangriento golpe de estado, a su tío Macías Nguema: Porque humillaba a la gente ( a Obiang Nguema) y porque Macías había abandonado el poder y se había refugiado en su pueblo. “Dime de qué alardeas y te diré de qué adoleces”. En efecto: aun cuando Macías hubiera abandonado el poder por evidente miedo a ser asesinado por el que finalmente le ejecutó tras el golpe de estado, Macías estaba en Mongomo, su pueblo natal, en Guinea Ecuatorial. Obiang, sin embargo, por el mismo miedo a ser asesinado por su hermano Armengol Ondo Nguema o algún otro pariente militar o civil, ha encerrado en las cárceles de Guinea Ecuatorial a más de la mitad de la población militar y civil de Mongomo, aparte de tantos otros civiles, políticos y militares de otros rincones del país; ha puesto un bozal a la Iglesia guineana y se ha subido a su avión para huir de Guinea Ecuatorial y recorrer, como una ardilla voladora, el mundo (menos los Estados Unidos de América). Pocos guineanos saben dónde está “su” Presidente. Ahora dicen que ha aterrizado en Mongomo para celebrar la fiesta de “Mongomo de Guadalupe” y que en cualquier momento saldrá para Francia a entrevistarse con un Ministro español. ¡¡¡ No, hombre, Guinea Ecuatorial ya no tiene Presidente!!!, gritan todos los guineocuatorianos.

En un mundo donde las Instituciones nunca han funcionado, no funcionan, ni sirven para nada; en un país donde 98 diputados y dos más, solo sirven para disfrutar de la “inmunidad parlamentaria” y para sobrevolar las cárceles y miserias económicas reservadas al resto de los ciudadanos; en un pueblo donde los asesinatos y las desapariciones selectivas, y el masivo y permanente exilio ha sometido a una hecatombe a la población; en un país donde solo los extranjeros (blancos, negros, cobrizos, indios chinos..., comerciantes) tienen la palabra fuera de los propios guineanos; en una República de apenas 200. 000 reducidos habitantes aguantan o sufren a más de 50 Ministros zampabollos obligados a corromperse y a callar, Obiang Nuema Eneme, de quien todos dicen que es el gran “semental del país” se permite el gran lujo de presidir y dirigir Guinea Ecuatorial desde el aire, escondido en un avión de lujo; o desde París, Sudáfrica, Burkina Faso, Zimbabwe, Suiza, Conchuinchina, Senegal, Gabón o Cameroun, la Patagonia o Tailandia, las Seichelles o Mozambique. Todo, menos Guinea Ecuatorial. ¿Qué se puede de Obiang Nguema Eneme en Guinea Ecuatorial.?

Es cierto que con tanto dinero robado a Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema puede presidir y dirige el mundo (no solo Guinea Ecuatorial ) desde un avión, a golpe de dólares y de euros con los que tiene encandilados a periodistas, abogados, escritores y espías ingleses, lobbys españoles, autoridades y mamporreros de todo el mundo. Guinea Ecuatorial ya es demasiado pequeña para que Obiang Nguema le dedique su aéreo tiempo.

No sé cuántos guineoecuatorianos, españoles, americanos y otros africanos de bien dudan todavía de que Guinea Ecuatorial necesita de un Presidente... que pise tierra y construya un país. Obiang Nguema vive en el aire metido en un avión de lujo. Guinea Ecuatorial vive en la tierra, hundido en la miseria moral, económica, política, social, a las órdenes de detención, encarcelamiento, tortura y asesinato de Armengol Ondo Gema, hrmano de Obiang Nguema Eneme.

Los propios habitantes de Guinea Ecuatorial se han dado cuenta del gran vacío de dirección y de presidencia que sufre Guinea Ecuatorial. Por eso, un día o un mes, sí, y otro, también, los militares (no importa que sean de donde son) pelean por llenar ese vacío. Y los “intentos”, ( ¡siempre, intentos!) de golpes de estado con que los guineanos intentan responder al vacío que deja Obiang Nguema, (el presidente volador, “Owonduiñ) , tienen siempre la misma respuesta de detenciones, cárceles, torturas, asesinatos, desapariciones o exilio. Y después de la sangría, Obiang Nguema se sube a su avión, se va a París, a dialogar con autoridades democráticas y a regalar dinero.

Yo estoy plenamente convencido de que Guinea Ecuatorial necesita urgentemente un Presidente, un Director, un Gestor. Naturalmente, que no sea otro ladrón irredento; que no sea otro asesino despiadado y sanguinario; que no sea otro infesto y desalmado traficante de droga y de armas; que no sea otro violador repugnante, que no sea otro corrupto y corruptor empedernido. Que no sea un perezoso y cobarde secuestrador de las libertades y los derechos de un pueblo amilanado, odiado y reducido al miedo.

Ese medio centenar largo de grupos, movimientos, asociaciones y partidos políticos inmersos en el exilio bajo la vitola de democráticos, deben “salir del armario”, solidarizarse y unirse a los militares guineanos que son hoy objeto de detenciones, cárceles, torturas y muertes, para tomar esa Bastilla africana llamada Guinea Ecuatorial, en un acto cívico militar tan legítimo como tantos otros llevados a cabo por americanos, europeos, asiáticos, Occidentales y Orientales. A ver si conseguimos, al menos, que ese presidente volador se baje al terreno de trabajo o se vaya de una vez para siempre a Zimbabwe o a la casa del escritor Penrose, o de Hery Page o de los Schmit, quizás en casa de los Nigel Morgan y nos deje, de una p. Vez, en paz.






Fuente: Gobierno en el exilio

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