Por Anatalón Okué Oyono
Madrid, 2 de agosto (EFE).- El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, celebra mañana el 22 aniversario de su llegada al poder, acusado por la oposición de ¨enriquecimiento ilícito¨ y de impedir que los beneficios del ¨rio del crudo¨ acaben con la miseria en que vive la mayoría de la población.
Obiang se hizo con el poder en el que denominó ¨golpe de la libertad¨ el 3 de agosto de 1979, tras derrocar a su tío Francisco Macías Nguema.
Veintidós años después, las celebraciones – en las que por primera vez se ha suprimido el discurso presidencial y el desfile militar-se ven acompañadas por las críticas de diversos sectores que hacen notar que no se ha aprovechado la ¨bonanza económica¨ que auguró el descubrimiento de petróleo en el país hace nueve años.
El compromiso de Obiang de ¨combatir y eliminar la pobreza entre las capas más vulnerables ha fracasado¨, aseguró Daniel Oyono, dirigente de la opositora Unión de Demócratas Independientes, quien lamentó que los ingresos solo han servido ¨para llenar los bolsillos del presidente, su familia y sus fieles¨.
Por su parte, Plácido Mico, secretario general de Convergencia para la Dmocracia Social (CPDS), dijo que el ¨descubrimiento del petróleo, en lugar de lo que la gente pensó que podía ser un factor de desarrollo, lo que ha hecho es enloquecer a los gobernantes, que están, sencillamente, preocupados por robar más¨.
Según cifras oficiales del Ministerio de Planificación y Desarrollo guineano, el pasado año los ingresos por el petróleo crecieron en el país un 119 por ciento.
Guinea Ecuatorial ocupa el tercer puesto como productor de petróleo en África subsahariana detrás de Nigeria y Sudáfrica, y es el número 45 entre los 88 países evaluados por los expertos de la OPEP.
Según datos de la OPEP, la apertura del campo petrolífero de Ceiba, en la parte continental de Guinea, permitirá en los próximos cinco años una producción de 500.000 barriles diarios, cifra extraordinaria para un país de apenas medio millón de habitantes.
Sin embargo, un informe del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) que calcula que Guinea ingresó 78.225 millones de Francos cfa, (unos 19.556 millones de pesetas), afirma que el 95 por ciento de la población sigue en la miseria más absoluta.
El cinco por ciento de los ciudadanos, en cuyas manos se concentra el 80 por ciento de la riqueza nacional, tienen una renta per cápita de 16.000 dólares, mientras que el 95 por ciento restante sólo alcanza los 207 dólares, según los datos de BM y el FMI.
De otro lado, la escasez de infraestructuras educativas y la falta de expectativas han provocado un incremento del analfabetismo infantil en las áreas rurales, que la organización no gubernamental Family Care cifra en un 90 por ciento.
La ¨bonanza¨ económica que pregonaron Obiang y su Gobierno tampoco se ha notado en las infraestructuras de las ciudades más importantes, como Malabo, capital del país, en la región insular, o Bata, principal urbe de la parte continental.
En ambas ciudades la carencia de viviendas de protección oficial se une a la de agua y electricidad, así como a la falta de higiene en los hospitales y en las calles, convertidas en focos de enfermedades que diezman la población, aseguran los opositores.
Obiang reconoció recientemente que su Gobierno debe diseñar un programa amplio de sanidad que ¨alivie al pueblo de los actuales sufrimientos¨ por la falta de equipos en los hospitales, medicamentos y especialistas.
El país, que fue colonia española hasta octubre de 1968, tiene una deuda de 283,2 millones de dólares contraída en los últimos 22 años, según el libro ¨la transición en Guinea Ecuatorial¨, de los políticos guineanos de oposición Fermín Nguema y Juan Balboa.
A estas críticas, se suman las acusaciones contra Obiang y su Gobierno por violaciones de los derechos de los trabajadores, discriminación laboral y marginación de quienes se oponen al gobernante Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE). Esta situación ha sido tratada en las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que cada año se celebra en Ginebra. EFE
Fuente: EFE/LD