Dicen que han detenido a Avelino Mokache Mehnga, ? el hombre del PP en Guinea Ecuatorial, como es Plácido Miko Abogo el hombre del PSOE ? por la muerte de su sobrina, en Niefang, lugar por lo visto donde no se encontraba, al igual que las 16 víctimas anteriores de sus andanzas criminales.
En la memoria de muchos guineanos, y los pocos españoles que todavía la ? revolución maciista ? toleraba su presencia, se recuerda las atrocidadades antropofágicas y asesinatos en serie cometidos por el padre de Avelino Mokache Mehnga. El progenitor de Mokache estuvo durante muchos años dedicándose a liquidar selectivamente a mujeres, niños y personas mayores. Un día se le subió la adrenalina más de la cuenta y mató en un recorrido sangriento de 60 km desde Punta Mbonda hasta Bata, un total de doce personas , la última víctima, un nigeriano al que arrancó el corazón y se lo llevó a su casa, envuelto en la ropa de la misma victima, para su ? almuerzo ?. La alarma social y el horror de las mismas matanzas obligó al dictador Macías Nguema Biyogo, ordenar la detención, juicio público y ejecución del asesino en serie MOKACHE, por ahorcamiento, acompañado de su socio, BOTE., quien confesó públicamente que MOKACHE le ? hacía mandanga ? , cuando querría cobrar el dinero por los encargos de asesinato y los restos humanos que le suministraba para saciar su bestial apetito. Pués el MOKACHE, cuando se sentía vigilado, contactaba con su socio para cometer los crimenes, lo cual dejó desconcertada a la policía colonial y a la guardia civil.
MOKACHE fue ahorcado en presencia de más de 20.000 personas. En la época colonial y en la autonomía, MOKACHE se salvó siempre por la misma coartada que hoy utiliza su hijo: no estaba en el lugar de los hechos , pero NUNCA dijo dónde estaba y con quién en el momento de los hechos.
AVELINO MOKACHE, según nuestras fuentes ha sido un gran futbolista, jugaba de portero, y como por misterio empezaron a morir futbolistas compañeros de su equipo, arbitros y otros futbolistas que habían reñido con él ,hasta que le echaron del ? gremio ?. Y cesaron las muertes. De sus vecinos y personas que se han enfrentado con él hay sobradas pruebas de historias dignas de la época medieval, pero dificil de entender. Pero algo ? raro ? está pasando a Avelino Mokache. Lleva una extraña maldición satánica encima, o es un pertubado mental con una fortaleza psicológica que le permite controlar su enfermedad hasta que ya no puede más y tiene que actuar. Es una especie de ANIBAL LECTER, a lo africano.
En ese asunto de MOKACHE, el régimen actúa más por motivaciones políticas que por un deseo real de esclarecer la turbulenta saga asesina de los MOKACHES y poner fin a su insaciable instito asesino así como investigar con metodología científica la circunstancias de las muertes de sus víctimas.
El Partido Popular no podía haber elegido ? peor hombre ? en Guinea Ecuatorial, en los archivos de la guardia civil y de la guardia territorial, pueden encontrarse relatos relativos a muertes misteriosas de un sadismo salvaje entre los nativos de la costa de Rio Muni, cometidos por ? entes ? relacionados con ? sectas de antropófagos ? Y poco después de la Independencia, se resolvió el misterio con la detención de MOKACHE, con el corazón del nigeriano en un cazón, con más de dos ? bocados ? y la ropa del infeliz brasero en la cocina . LA COARTADA se le derrumbó a MOKACHE, ya no supo explicar la presencia del corazón y la ropa a kilometros de su muerto propietario.
La leyenda entorno a los MOKACHES explica que su padre se inició en rituales oscuros que le ? transformaban ? en hombre lobo o le conferían una fuerza animal fuera de lo común, disponía de veneno tradicional y era un gran adepto de todas las males artes brujeriles, lo cual le hacía muy temible. Era hombre solitario, taciturno, colérico y vago. Nunca tuvo empleo fijo por la mala fama que le rodeaba. Algunos colonos no se creían esas historias, pero lo mantenían lejos de su entorno, por si acaso.
Insistimos que se consulten los archivos policiales de la colonia y muchos se llevarán una gran sorpresa al constatar los orígenes asesinos de los mokaches, padre e hijo.
Fuente: MBO OBA