LA ELECCIÓN DEL OBISPO DE EBIYEYIN
Hay corrientes de pensamientos que por muy liberales que suenan a veces, siguen siendo una manera de pensar errónea. Me refiero a la concepción de autoridad como una figura misteriosa, aislada, secretista, autocratismo arbitrario, figuras con apariencias. Son los que oprimen la personalidad de sus súbditos para garantizar su dominio personal. Personas que atraídos por otros intereses personales prescinde de los intereses generales. Los que piensan que la autoridad se ejerce con el dedo índice, pegar buena vida, servirse de los súbditos y castigar al que levante la voz que no sea para alabar al que manda.
Para muchos, esta manera de concebir la figura del que manda, es el verdadero ejercicio de la autoridad. No pocas veces acusan debilidad de gobierno y falta de autoridad, a cargos convencidos partidarios del principio de subsidiariedad, concede confianza ilimitada a sus colaboradores. No entienden el poder como servicio, como ejercicio comunitario de la acción, sino más bien, estar encima de los otros, ser misterioso, pensar para todos y ser totalitario, en resumen dominar. El que hace y deshace las cosas a su antojo, el autoritario, el que no necesita colaboradores, todo lo puede él. Esta concepción carlista del poder, sigue siendo la ignominia que carcome el ejercicio de la autoridad en Guinea Ecuatorial y en muchas sociedades primitivas.
Para otros en el cual soy un fiel partidario, porque creo en las personas, en sus potencialidades y capacidades en la posibilidad de un buen ejercicio de autoridad por parte de cualquier ser humano. Concebimos la autoridad, al jefe o al que manda como persona capaz de inspirar más que de decidir, y sobre todo garantía de la unidad, buen compañero, capaz de implicarse sensiblemente y de manera directa en la vida de sus súbditos, persona que toma las decisiones teniendo en cuenta las condiciones personales, de las cosas y del grupo; que cree en las personas a los cuales el destino y la historia los ha unido, más proclive a perdonar que a castigar, condenar y vapulear. Un buen comunicador, no una persona llena de secretismo y misterios, persona afable y cercana, en resumen un servidor de la comunidad.
Tengo un buen amigo al que no puede jamás reprochar nada a su jefe, por la sencilla razón de que es su jefe, es el que manda. Los que se someten a los poderes son los que más oprimen, ellos entienden el poder desde la verticalidad y no desde la armonía y el servicio.
La frase ‘este joven apunta alto’ será y será…, podrá ser presidente, puede llegar a ser obispo, etc, especulaciones que no son otra cosa que apariencias de un tipo cerrado, tradicional con a veces falsa humildad incluida. Personas realmente fuera de cualquier atisbo de servicio, en muchos casos hasta psicológicamente problemáticas y trastornadas, con un nivel bajo de autoestima que pretenden subsanar sus carencias psíquicas a costa de oprimir a los demás. Estas figuras misteriosas, reservadas y oscuras, no pueden ser responsables de una colectividad humana.
Todo este preámbulo viene a cuenta de la situación parsimoniosa que vive la elección de un nuevo obispo en la diócesis de Ebibeyin (Guinea Ecuatorial). Todo está parado, diáconos que llevan ya casi tres a cuatro años esperando las ordenaciones, proyectos pastorales en suspense, las visitas pastorales en abandono, sin ninguna persona que aclare ante los fieles cristianos a quienes dicen evangelizar, esta situación tan misteriosa como enigmática.
Como cristiano y católico de la diócesis de Ebibeyin; con la experiencia vivida, con la responsabilidad y la obligación ética y moral que me asiste, me siento en la necesidad de denunciar estas indisposiciones que agolpan la frágil e indemne iglesia guineana, vivida y reseñada en mi diócesis. Una iglesia llena de misterios y entresijos a veces difíciles de conocer con claridad. Me atrevo a decir que nunca una sociedad ha sido castigada por los que lo gobiernan como la desdichada sociedad guineana en su conjunto y la diócesis de Ebibeyin en particular.
Los cristianos católicos de la diócesis de Ebibeyin, tenemos derecho como cristianos para saber el por qué del ‘retraso’ de la elección de nuestro Obispo. ¿Qué ocurre en la curia romana que todavía no tenemos elegido un obispo?, ¿es que esta diócesis no aparece en ninguno de los archivos romanos? Si me atrevo a ir más lejos, ¿es que no encuentran un sacerdote idóneo nativo o extranjero para asumir las riendas de la diócesis de Ebebiyin? Si la última pregunta fuera el caso, como cristiano que soy me parecería lógico cerrar las puertas de la catedral de Ebebiyin y decir a los cristianos de esta diócesis que nos busquemos la vida espiritual por otros derroteros.
Otros de los motivos que acometen este artículo, es el cuidado que Roma debe tener a la hora de elegir un nuevo obispo para la diócesis de Ebibeyin. Roma sabe hacer las cosas y siempre lo hace bien, y los cristianos de la diócesis de Ebibeyin queremos que se haga por este caso, además del derecho que nos asiste tener un buen Obispo, porque no cualquier cosa vale.
Nadie duda de la falta de idoneidad de la mayoría de los sacerdotes guineanos, bien es cierto que no todos son así: la inmensa mayoría tienen ambición de poder, falta de compromiso pastoral, sacerdotes que viven en el estado de pecado con mujeres casadas, falta de una formación humana y espiritual y, en ocasiones intelectual cualificada. Personas con un exacerbado afán de enriquecimiento, sacerdotes que despigmentan la piel para convertirse en galanes, una pobreza espiritual inconcebible. Muchos de ellos buscan solo engrosar sus cuentas bancarias, con viajes estivales a Europa que nadie sabe para qué vienen y otros una vez prueban las tierras Europeas ya no quieren volver a sus tierras. La mayoría son pedigüeños sablistas y vividores en Europa, otros ya son fieles colaboradores del gobierno con suntuosos regalos que levantan sospechas sino dudas. Algunos reciben de prebendas, coches de lujosa calidad, puñales de millones de francos CFAs, sacerdotes que llevan una vida obscena y escabrosa fuera y dentro de sus fronteras. En este orden de cosas sé buenamente que la elección no será fácil. A medida que pasa todo esto, dejan a su suerte la vida pastoral y cristiana de sus fieles, se hacen fieles clientes de los bares nocturnos de forma escandalosa. No se debe ordenar sacerdotes de Dios de cualquier manera y eso, Roma lo sabe más que nadie.
Anticipo lo que realmente puede convertirse años venideros en un verdadero problema de la Iglesia católica guineana, si Roma no toma medidas necesarias. Esto es una denuncia profética. Ser sacerdote en Guinea se ha convertido en un verdadero tipo sacerdote-empresario. Sigo queriendo saber el convenio que hay entre las facultades empresariales y las de teología. Por lo visto en Guinea todo sacerdote es un buen empresario, la duda que me queda es si un empresario es un buen sacerdote, creo sinceramente que no. Ser sacerdote para contabilizar cuanto dinero me ingresan los taxis al día, pasar todo el día con los obreros que me construyen el cuarto chalet de no sé donde. Y aprovechar la media hora que me queda de esta cansada actividad mundana para cantar la misa, es la lamentable vida que rodea al joven y viejo sacerdote guineano.
Un horario de día fuera de toda cotidianidad de un sacerdote. De 8 a 15 de la tarde negocios: Taxis, visitar las obras de chalets personales, en esta franja horaria, se permite tomar pepesup con un viejo amigo y rasgarse la barriga con perdón, beber una cerveza en un bar menos vulgar de la ciudad y si se antoja responsable, adquisición de nuevos terrenos, sobreventas de los mismos, alguna clase esporádica en algunos de los mafiosos colegios que la banda los tiene preparado. Si posee licenciatura, acude a su clase de la UNGE, donde es otro negocio redondo para engrosar las ya suculentas cuentas bancarias, que quien más y quién menos cuenta hasta con cinco cuentas bancarias diferentes. De 4h hasta el final del día, sigue la actividad comercial con cartas a las organización de ayuda a la iglesia necesita, peticiones de dinero a las obras misionales pontificias, para luego destinarlo a sus cuentas ya por si abultadas. Acuden a los negocios familiares, cuidado de Hijos (aquí ya me tiene sin problemas) siempre que lo hagan con una mujer y reconocida abiertamente, porque en mis convicciones creo que el sacerdote debe tener una mujer y no dos y con esto no voy a entrar en polémica.
Los compromisos pastorales se quedan en el baúl de los olvidos, el afán de tener les ciega cualquier posibilidad de ver que su chalets está situada al lado de unas chabolas de personas que superviven con menos de un dólar al día. Que estos pobres se ven golpeado e insultados por estos ricos sacerdotes, que en su día sintieron la llamada precisamente para caminar con estos pobres que Jesús les repite una y otra vez que son el Reino de los Cielos. Y nunca han pensado que es una ofensa a Dios, utilizar su nombre en vano.
La iglesia guineana ha vivido y sigue viviendo abusivamente sumida en la mediocridad, moviendo a su antojo las libertades humanas de lo lindo. Abandonando a su suerte la famélica población que nunca han beneficiado de la efectividad pastoral de su iglesia, si realmente existe un plan de pastoral que vale la pena reseñar aquí. Yo no lo conozco, como cristiano me gustaría conocerlo y ser colaborador activo del mismo, como laico cristiano y creyente que soy. Una iglesia que llega a estos niveles de vulgaridad abrupta debería cerrar sus puertas y acallar el nombre de Dios para no jurarlo en vano.
La sinceridad nos hace libres y la mediocridad nos conduce al ostracismo. Los que en Guinea ostentan cargos de responsabilidad, deben ser servidores de una misión más que servidos de una misión. Hay que dar gratis lo que gratis recibisteis. Los sacerdotes guineanos han accedido a varias universidades prestigiosas europeas, donde muchos de los hijos de la clase media europea no pueden acceder. Esta formación recibida en lugar de ofrecerlo como gracia, lo esconde en sus jícaras y se hace engreído y ricos. Lo que otros por generosidad te ofrecieron, te asiste por lo menos la obligación moral de darlo por munificencia.
Me quieren quitar mis clases del colegio A, o la cátedra de la universidad X, no puedo solo con las clases del seminario porque no me engrosan mis cuentan bancarias como es mi deseo. ¡Pero hombre por favor! “el que pone la mano en el arado y vuelve la mirada hacía atrás no es digno de mi” estas fueron las palabras de Jesús al que dices seguir, y si cabe alguna duda “el hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. “Primero el reino de Dios y lo demás os vendrá por añadidura”. No quiero abundar más sobre lo mismo.
Para terminar, si la iglesia guineana y toda la parafernalia que habita en ella fuera ejemplo de valor, hoy por hoy no me veré en la necesidades de escribir estas líneas o si lo hago lo haré para loarlos. Queda tiempo y valor para retractarse, es una iglesia joven tiene entusiasmo y futuro. Pero el señor no quiere la muerte del malvado sino que se convierta de su conducta y que viva.
Fuente: opinion