NOTA PÚBLICA PARA EL PUEBLO DE GUINEA ECUATORIAL,
LOS MILITANTES Y SIMPATIZANTES DEL MOVIMIENTO POR
LAS LIBERTADES Y EL CAMBIO Y LA OPINIÓN PÚBLICA.

Por Daniel M. Oyono
Nvok_etofili@hotmail.com
14 de Noviembre de 2007


En las últimas semanas vengo siendo objeto de violentos y calumniosos ataques por parte de una amalgama de supuestos opositores que sirven intereses contrarios a nuestro país en connivencia con ciertos elementos de la dictadura de Guinea Ecuatorial.

Nuestros compañeros en el país han podido identificar el origen, los objetivos y los sujetos implicados en esta campaña difamatoria, dentro y fuera de Guinea Ecuatorial. En lo que al régimen se refiere se trata de tres ministros, un embajador y dos ex ministros, hoy consejeros presidenciales. En cuanto a los “opositores políticos” son cinco, junto a dos periodistas exiliados. Algunos de ellos se han incorporado a la dictadura en las últimas fechas, y a los que quedan en el exilio se les espera próximamente en Malabo.

Todo este merchandage con los emisarios de la dictadura se está haciendo sin ninguna contrapartida política de sus antiguas reivindicaciones democráticas, traicionando y burlándose del deseo y la esperanza de cambio de la mayoría de nuestro Pueblo, con el único afán de satisfacer sus frívolos intereses personales en puestos sin perspectiva alguna en relación a un cambio de políticas de gobierno.

Los abogados de nuestro partido están estudiando la forma más adecuada para dar una respuesta judicial a éstas maquinaciones conforme a la legislación vigente en España. Llegado el momento, daremos cuenta pública de las actuaciones que se deriven.

Mientras tanto y ante la indefensión de ser constantemente calumniado por una banda de cobardes que se refugia en el anonimato, quiero tranquilizar a mis partidarios y asegurarles que voy a pronunciarme próximamente por medio de la prensa, medio que no admite anónimos ni chantajistas.

Antes de proseguir quiero advertir directamente a Teodoro Obiang Nguema, dado el carácter emergente de sus desvaríos, de que nada ni nadie me apartará de la política de mi país y de mi compromiso por las libertades, la democracia real en Guinea Ecuatorial y el bienestar de mi Pueblo. Seguiré ejerciendo mi derecho de opinión hasta que se produzca un cambio verdaderamente democrático y plural. A estas alturas debería saber que no soy hombre maleable ni manipulable como aquellos a quienes está acostumbrado a comprar y domesticar para finalmente someter a su servilismo.

En lugar de recurrir constantemente a las habituales maniobras criminales de intimidación, persecución, secuestro y asesinato de opositores, actos frecuentemente realizados por sus comandos matones con la complicidad de sus socios a sueldo en Gabón, Camerún, Nigeria, Colombia, Benín, España y Ghana, Teodoro Obiang Nguema debe tener el valor de afrontar políticamente la transición democrática del país por medio del diálogo, el compromiso y la negociación con los diferentes adversarios que conforman la oposición política a su régimen, como hicieron civilizadamente algunos de sus colegas en África Central. Debe aparcar las imposiciones, el autoritarismo y la arbitrariedad, porque mientras haya una sola familia guineana en el exilio por razones políticas no habrá una verdadera y duradera estabilidad en Guinea Ecuatorial.

Espero sinceramente que alguna vez Teodoro Obiang Nguema reflexione y comprenda que el mayor y principal de los derechos es el DERECHO A LA VIDA. Aficionado a quebrantar la vida de los guineanos con tanta facilidad debería por un solo instante pensar qué sentiría en ese fatídico momento en caso de encontrarse él, un hijo suyo o un familiar directo frente a tales circunstancias, como nos ha ocurrido a muchas familias guineanas.

Todo nuestro Pueblo en igualdad de condiciones y de oportunidades tiene derecho a disfrutar y beneficiarse de sus inmensas riquezas naturales,- petróleo, gas, madera, metano, etc. - riquezas que no pueden seguir bajo ningún pretexto en la exclusividad de las manos de una minoría sectaria que se ha apropiado del país, secuestrando su soberanía fraudulentamente y subastándolo a los extranjeros.

Nuestro Pueblo tiene derecho también a conocer la verdad sobre la administración del régimen anterior, y sobre el origen y materialización del golpe de Estado de 3 de Agosto de 1979 y de los compromisos adquiridos en relación a la renuncia del presidente Macías Nguema.

Nuestro Pueblo tiene que ser el actor ineludible de su propio destino y el protagonista de su historia, que no puede seguir siendo falseada ni dosificada por filtraciones interesadas. Por consiguiente exijo y emplazo a Teodoro Obiang Nguema a:

A) Si es verdaderamente patriota, defender por una vez los intereses nacionales de Guinea Ecuatorial, anteponiéndolos a sus intereses particulares de acaparamiento y apropiación de todas las riquezas de nuestro Pueblo, que hacen que se encuentre miserablemente explotado y humillado, incluso peor que en la época colonial.

B) Levantar públicamente la prohibición por él impuesta sobre mi regreso a Guinea Ecuatorial bajo medidas de seguridad internacionales aceptables.

C) La creación de una comisión internacional formada por personalidades de reconocido prestigio e imparcialidad, compuesta por expertos de la Comisión de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de Refugiados y el Comité de Juristas contra la Tortura, organizaciones todas ellas de las Naciones Unidas; el Parlamento Europeo, el Consejo Mundial de las Iglesias, la Federación Internacional de Derechos Humanos, y las Organizaciones Humanitarias Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Esta comisión de expertos internacionales, bajo los auspicios del Secretario General De las Naciones Unidas, tendría como misión analizar el papel de todos los ministros y demás autoridades civiles y militares, Teodoro Obiang Nguema y yo mismo inclusive, en el ejercicio de sus funciones durante la Administración del presidente Macías Nguema, en igualdad de condiciones y sin que nadie pueda escudarse en falsas inmunidades para eludir sus posibles responsabilidades. Dar un golpe de Estado, usurpar el poder y mantenerse en él a base de sucesivos fraudes no puede ser beneficiario de inmunidad alguna ante la soberanía popular.

Las conclusiones de la comisión internacional deberán hacerse públicas para conocimiento de nuestro Pueblo y la opinión pública africana e internacional.

No tengo ninguna intención de justificarme ni de defenderme como pretenden los cobardes encapuchados y la dictadura, pues son ellos quienes están obligados a probar sus acusaciones. Tampoco voy a contribuir a dar oxígeno a sus mentes superficiales, pero sí les recomiendo que si se encuentran en el pleno dominio de sus facultades mentales presenten una acusación formal en los tribunales competentes.

No obstante, ante su manifiesta ignorancia del funcionamiento de un Estado mínimamente organizado como el que existía en Guinea Ecuatorial antes de la rebelión militar de 1979, he de precisar una serie de cuestiones.

La Administración Pública se rige por competencias bien determinadas por áreas, dependencias y departamentos ministeriales, al frente de los cuales se sitúa el responsable competente. No existen, como pretenden, competencias comunes, como tampoco hay responsabilidades generales entre autoridades.

Durante mi paso por la Administración estuve destinado en la Casa Civil. Uno de sus cometidos era resumir la correspondencia privada y oficial dirigida al presidente de la república por particulares y autoridades civiles y militares (si estos últimos por la naturaleza del mismo o sutileza, decidían no hacerlo por la Casa Militar o por el Ministerio de Defensa). Esta tarea la realizaba esencialmente el actual ministro Marcelino Nguema Onguene, junto al ex ministro Martin Nca bajo la coordinación del entonces Director del Gabinete Civil, Salvador Elá Ndong. Mi posición permitía el acceso a estos documentos y conocer la situación del país, así como los autores de la correspondencia.

En esa época los Comandantes militares de los Distritos y Regiones eran al mismo tiempo Jefes de Cárceles de todo el país, y como tales, responsables de la suerte de los presos donde las autoridades civiles no tenían competencias directas. Algunos ministros y altos cargos civiles y militares del régimen de Macías Nguema y del régimen actual en el exilio: en España, Gabón, Camerún, Nigeria, Inglaterra y Estados Unidos de América, junto a otros del país, corroborarán estos extremos cuando se publique el memorándum que se está preparando.

Es repugnante constatar que Teodoro Obiang Nguema se ha dejado imponer por el sector minoritario del régimen que se opone con virulencia a cualquier cambio de apertura política significativa, permitiéndoles comprar los servicios de unos degenerados fósiles políticos para montar esta mezquina campaña con la que pretenden disuadir a nuestros partidarios dentro del país y retrasar el cambio a la vista de la complicada situación en que se encuentra dentro de los sectores decisivos del poder, que mayoritariamente están a favor del diálogo para un cambio ordenado que es irreversible.

Como responsable de un partido político comprometido con las libertades y la democracia de nuestro país, afirmo una vez más que jamás traicionaré ni decepcionaré a mi gente, a nuestros ideales y a los compromisos para con nuestro Pueblo. Mi principal obligación en la etapa actual es proteger a mis compañeros y a nuestros seguidores, que están trabajando en condiciones imposibles en el país para alcanzar el objetivo del cambio. No lograrán arrastrarme en sus bajezas con insinuaciones desesperadas sobre el alcance del proyecto de cambio después de haber asegurado controlar mis pasos en el régimen anterior y actual.

En cuanto a las insinuaciones sobre mis gastos, subrayo que contrariamente a sus afirmaciones, sí podía permitirme cualquier gasto que quisiera desde antes de la independencia. Ya a muy temprana edad, al igual que el resto de miembros de mi familia, tuve una situación económica y socialmente privilegiada, viajando desde los 13 años, mucho antes del pequeño tiempo en que trabajé en la Administración.

Afortunadamente Dios bendijo a mi familia, tanto paterna como materna, una gran familia cristiana trabajadora de agricultores y comerciantes, siendo líderes en comercio.

Nadie en Guinea desconoce las empresas familiares Akonangui, Comercial Cayma y Agrícola Cayma, creadas antes de la independencia. Durante el gobierno autónomo fuimos si no la primera, una de las primeras fortunas autóctonas del país, llegando en algún momento a exportar café, cacao y palmiste por delante de la Cámara Oficial de Comercio. Esto lo saben tanto guineanos autóctonos como extranjeros, y no puedo sentirme culpable de ello.

Es posible que desde entonces algunos comenzaran a alimentar sentimientos de impotencia y de odio hacia nosotros, sentimientos que al parecer perduran a día de hoy.

Así mismo, me veo en la obligación de dejar patente aquí que muchos de los ministros y altas autoridades civiles y militares del régimen actual en Guinea Ecuatorial han sido mantenidos durante años en mi casa en régimen completo, con inclusión de la vestimenta. Entre ellos caben destacar personajes tales como:
· Teodoro Nguema Obiang (Teodorín), Ministro de Estado.
· Lucas Nguema Esono Mbang (Lukito), Ministro de Estado.
· Alfonso Nsue Mokuy, Ministro.
· Santiago Nzobeya Efuman, Ministro y ex embajador en España.
· Coronel Fausto Abeso Fuma (Tito Garrigas), Embajador en Rusia y ex Jefe del Gabinete militar
del presidente.
· Agustín Nzé Nfumu, Embajador en Gran Bretaña y ex Ministro.
· Rafael Esangui, General del Estado Mayor.
· Juan OloŃseng, Presidente de Getesa y ex Ministro de Industria y Minas.
· Damián Ondo Mañé, Consejero Presidencial.
· Santiago Ngúa Nfumu Eyenga, Portavoz Adjunto del PDGE y ex Ministro.
· Terencio Luis Ngundi, Departamento de Propaganda e Ideología de PDGE.
· Gabriel Mba Bela (Angabi), ex Alcalde de Malabo y representante del clan Obiang en la
compañía Spanair.

Otros muchos, como el propio Presidente de la República, Teodoro Obiang Nguema, contrajeron importantes deudas con mi familia para construir sus casas, pero tampoco llegaron a pagar según asegura el propio contratista. En otros casos también tuvimos que dar la dote para que pudieran contraer matrimonio.

Más de veintiocho años después, éstos, que se hacen llamar señores, a pesar de ser hoy multimillonarios a base de expoliar el país, no han tenido la honradez, ni la decencia moral de devolver los préstamos contraídos con mi familia. Al contrario, se han apropiado de nuestras propiedades y de todas nuestras cuentas bancarias en Malabo, Bata, Mongomo y el resto del país. Al parecer esta realidad forma parte de su naturaleza.

Perdidos en perversas campañas hablan de “credibilidad y criminalidad” sin ninguna concreción evidente fuera de su propia imaginación. La opinión pública seguramente sabrá valorar con seriedad los objetivos de la violenta campaña difamatoria llevada a cabo por estos cobardes encapuchados y sus mentores del régimen. ¿Qué credibilidad pueden tener en una sociedad una banda de cobardes que se esconden en el anonimato y sin la más mínima educación ni moralidad deambulan por internet intentando socavar la integridad social de los adversarios por medio del insulto y el falseamiento, acusando, enjuiciando y sentenciando sin aportar la más mínima prueba?

Mi credibilidad sólo la pueden establecer los guineanos en las urnas con unas elecciones libres y transparentes. No la establecen ni los cobardes encapuchados, ni el régimen, ni mucho menos el editor de ”La Diáspora”, que desde Yaounde (Camerún) fabricó y difundió en internet un falso comunicado en nombre de la dirección disuelta por la propia comisión ejecutiva de una organización ya inexistente jurídicamente. Reitero como entonces que exhiba en internet el documento con los nombres y las firmas de los supuestos miembros de la dirección de Renage que según él estuvieron presentes en la reunión de Camerún, cuando a excepción de él todos ellos se encontraban en Guinea y en España. Extraño. Curioso cuanto menos. Con estos precedentes resulta ingenuo por su parte pretender que asuma el texto de mis propósitos que ellos se encargaron de adulterar por intereses propagandísticos.

Siempre he manifestado nuestra disposición al diálogo con el régimen para encontrar una solución política para la democratización del país, y mantenemos ésta posición. Soy partidario de una transición pacífica por una cuestión de responsabilidad no porque no existan otros medios como recuerda y clama continuamente Teodoro Obiang Nguema para sembrar el terror entre la población. Reclamo un diálogo sincero en que primen los intereses superiores nacionales de los guineanos sobre los personales y privados, dentro de un espíritu de respeto mutuo, tolerancia y pluralismo político. Un diálogo con garantías de igualdad que traiga consigo la unidad y la reconciliación nacional.

Rechazamos toda imposición política fuera de un acuerdo negociado. No aceptamos la imposición del “pensamiento único” porque atenta y anula la capacidad creativa de razonar y de reflexionar, así como la voluntad de superación de la persona, convirtiéndole en un simple instrumento inútil de la sociedad.

Como responsable de un partido político comprometido con las libertades y la democracia de nuestro país afirmo una vez más que jamás traicionaré estos ideales ni los compromisos para con nuestro Pueblo. Mi principal misión en esta difícil etapa que vivimos es proteger a los compañeros y seguidores que están trabajando en el país en condiciones imposibles para alcanzar el objetivo, que no es otro que el cambio. Muchos de ellos son torturados y encarcelados por ello. Detenciones que como siempre no transcienden a la opinión pública porque chocan con los intereses de las multinacionales extranjeras que junto a la dictadura expolian al país.

Pido a aquellos que abogan por el cambio en el poder, afortunadamente la mayoría, que reaccionen con firmeza y no dejen que triunfen las ideas de los inmovilistas reaccionarios. No debemos consentir por más tiempo esta situación.

Bajo mi punto de vista, aparte de la ausencia total de las libertades y derechos fundamentas, las mayores enfermedades que Guinea Ecuatorial padece hoy son la delincuencia cultural e intelectual, la falta de dignidad, de buena educación, de cortesía, de amabilidad, de decoro, del sentido del ridículo y de sentido de Estado; la difamación, la manipulación y la calumnia; el chantaje, la mentira la corrupción, la brujería, la práctica de ritos satánicos de sangre; el crimen organizado; la ausencia de todo sentido crítico de forma y superación personal; el conformismo absurdo y la proliferación de sectas “religiosas” que adulteran el sentido y el sentimiento religioso de la población, con el consecuente deterioro del mapa espiritual del país.

Dios libre a Guinea Ecuatorial de los traidores al cambio democrático plural, y de los mediocres que nada sienten por el país y que sólo saben cultivar el odio, la envidia, la venganza, el sectarismo y la eliminación física del adversario como única aportación para democratizar y desarrollar la nueva Guinea.




Fuente: Mba Oyono Ayingono

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos