Okue Moto deja la barra de su taberna “Vidal” en Malabo y expone su verdadero rostro, haciéndose con la ciudad de Ebibeyín, en la que no ha pisado, al menos, después de 1968. En realidad, ha sido más inteligente que quienes se confiaron en él. Okue es un viejo topo del régimen, al servicio de su amigo Teodoro Obiang, a quien ponía al día todos los pormenores que los clientes ‘descontentos’ que acudían al bar Vidal despotricaban contra el régimen oprobioso que encarna su amigo.
SÁNCHEZ MEMBA. YAOUNDÉ
Melchor Okue Moto ya se ha instalado en la ciudad de Ebibeyín como nuevo alcalde, tras las fraudulentas elecciones del 4 de mayo, en las que el partido de su amiguísimo Teodoro Obiang, el PDGE, se hizo con el cien por ciento de las alcaldías del país. ¡Okue Moto! Un nombre que suena tanto en la capital guineana, Malabo, íntimamente ligado a un establecimiento, el bar “Vidal”, frente al Centro Cultural de Expresión Francesa, la única institución que enseña a los antiguos hispanoparlantes de África negra a aprender el francés después de que fue impuesto como segundo idioma oficial.
La taberna “Vidal” se había convertido en un céntrico lugar capitalino, donde ciudadanos descontentos y opositores al régimen del sanguinario Obiang, finalmente, encontraron un “hueco” para charlar sobre su desgracia histórica. Algo muy raro en el país de los ‘’nguema’, donde hasta locos y esquizofrénicos son víctimas de las leyes contra la sedición. En el bar “Vidal”, parecía que Okue Moto suministraba algo especial, que tanto atraía, a todas horas del día y bien entrada la noche, a los descontentos para airear sus soflamas contra el ‘dios’ de Guinea Ecuatorial. Sobre todo, algo especial estaría suministrando, a elevada dosis, a la ‘descontrolada’ policía política de Obiang, que en ningún momento se atrevió a irrumpir en el local para reprimir a los ‘descontentos’. El bar “Vidal” se había convertido, en algún momento, en la sede virtual de Unión Popular y cómo no, las conspiraciones para que Obiang se hiciera con el control de UP hacia el año 2000, tendrían su cuna en el bar de Okue Moto, un discreto cacique, soplón como él solo. Un moderado y significativo topo del déspota. ¡Excelente!
El señor Okue tenía una línea telefónica directa con su amigo Obiang. Le ponía al día, con todo lujo de detalles y pormenores, lo que comentaban esos ‘pequeños confabuladores’. Okue se hizo pasar tan inadvertido, hasta convencerles de que era un opositor en potencia y si no se había manifestado hasta la fecha era por sacar adelante su negocio y porque, decía, su condición de presidente del Comité Olímpico guineano le exigía cierta independencia de las formaciones políticas opositoras. Los ‘contertulios’ se lo creyeron a pies juntillas. Sin embargo, era el mismo Okue Moto quien era y sigue siendo hombre de confianza Teodoro Obiang, un barón, si cabe, del oficialista PDGE, como muestra su ascenso a alcaldía de Ebibeyín sin apenas haberse presentado como candidato.
Los ‘descontentos’ clientes del bar Vidal cuentan ahora que su confianza en Melchor se debió a que en algún momento rechazó ser ministro de Agricultura y porque no cesaba de repetir que era apolítico, simpatizante.
Okue Moto es hasta ahora presidente del denominado Comité Olímpico guineano (COGE), una institución que se vale de subvenciones astronómicas del Comité Olímpico Internacional para impulsar el deporte nacional. Melchor lo convertía en su más importante negocio. Su presupuesto anual, calculado en algo más de 300.000 dólares, pasaba directamente a las cuentas de su presidente y sus compinches.
Melchor insistió a su amigo que económica y socialmente ganaba más siendo presidente del COGE que ministro. No había tanto petróleo ni los ministros manejaban tantos dólares. En la actualidad, Melchor se apunta como el cacique número uno de la región de Kie Ntem. Destronado Ricardo Mangué [ex premier considerado por el déspota como el funcionario más incompetente que ha tenido en su orquesta de aduladores, maleantes, vagos, criminales y corruptos], el ascenso de Melchor Okue Moto a la alcaldía de Ebibeyín no es más que una manera de transitar hacia los escalones más altos del régimen de su amigo.
Fuente: CONFIDENCIAL