¿Qué podemos esperar los demócrtas guineanos de la surrealista ”amistad” entre nuestro insigne tirano y el monarca asboluto de Marruecos Mohamed VI”? Nada bueno para el pueblo, eso es sabido y esperado, complicidad de ambos autócratas en sus respectivos expolios nacionales y continuación de atropellos brutales de los derechos humanos en la más absoluta impunidad. Eso y nada más es lo que esperamos de esta peculiar e incomprensible alianza. Que los analistas políticos internacionales nos den las claves de la presencia de Obiang presidiendo a la vera de Mohamed los actos de conmemoración de los 10 años de reinado. ¿Se debe a una exigencia del dictador guineano similar a la que ha formulado sobre la obligada visita de Zapatero a Guinea a fin de reforzar en ambos casos su continuidad en el poder a cambio de petroleo y en el caso del marroquí de algo más?

¿Cómo afrontan mientras tanto la trágica realidad humana y política guineana las autodenominadas democracias occidentales? Silencio absoluto en la mayoría de los casos. Al igual que sucede con el dictador marroquí con su Sahara y sus exportaciones de pateras, no debe importunarse al señor Obiang, pues podría responder limitando las expectativas de los demócratas en el boyante negocio petrolífero africano, comisiones particulares incluidas.

¿Qué hace entre tanto España, nuestra gran y leal ”amiga”, consejera y mentora de toda la vida, con su gobierno ”socialista” al frente, no muy preocupado, por los visto, por el bienestar y la libertad de los que carecen de ellas?

España no se conforma con mantener al respecto de nuestra realidad un interesado silencio público, como hacen discretamente la mayoría de las potencias, sino que está desarrollando, en nombre y por iniciativa del señor Zapatero, con su ministro de Asuntos Exteriores delante, como mascarón de proa, una política activa tendente a la consolidación de la tiranía opresora del pueblo de Guinea Ecuatorial, antes, Guinea Española, como la llamaba ese señor, que nos impuso como dictador a Francisco Macías, porque así le parecció a él que defendería mejor los intereses de la metropolis. Este señor Fraga, ahora afirma tan campante que Obiang ”lo está haciendo muy bien”. Menos mal que ”se ve que está en las últimas”, según expresión del propio Obiang, que se dirige al ministro franquista con la misma sutileza y delicadeza con la que maneja la vida de sus atormentados súbditos.

Resulta extraordinariamente lacerante para nosotros, demócratas guineanos, vernos obligados a contemplar atados de pies y manos cómo el sr. Moratinos respalda pública y ardorosamente los macabros proyectos del multimillonario jefe del clan de Mongomo y cómo afirma impertérrito, en una prueba de racismo latente, que la democracia en África responde a parámetros específicos. O sea, que los negros no entendemos la democracia como los blancos. Quizás la democracia que propugna para África el señor Moratinos conista en acallar a los periodistas, como hace él mismo, cuando estos se insolentan haciendo preguntas embarazosas para el dictador africano de turno.

Un parlamento elegible por sufragio universal secreto y directo, un justicia independiente, una administración basada en los méritos de los funcionarios, una policía y un ejército democráticos, serian cosas de europeos a las que nosotros no debemos aspirar, dada, según la visión del castro-chavista Moratinos, la especificidad de nuestras convicciones democráticas.

Pedimos, exigimos, que las actuaciones de España, de su gobierno y de su oposición, en relación con Guinea Ecuatorial, cesen de estar presididas de una vez por todas, por la codicia y la torpeza, por otra parte tan poco rentables a largo plazo, y lo sean por la decencia y por la intencionalidad democrática y también, por qué no, por la inteligencia política. El pan del apoyo a un dictador hoy puede ser hambre de petroleo para mañana. Los democrátas guineanos gobernaremos nuestro país antes o después, que no se olvide.

Desde aquí hacemos un llamamiento a todos los opositores al régimen tiránico de Obiang Nguema para que se unan en la demanda a España de que sus intervenciones en nuestro país estén exclusivamente dirigidas a favorecer la instauración de la democracia en Guinea Ecuatorial mediante la persecución de los grandes ladrones del régimen y del apoyo a la oposición democrática guineana. Del petroleo, hoy por hoy causa principal de la ruina política y económica de Guinea, ya hablaremos después, si es que para entonces los democratas occidentales, marroquíes, chinos y demás han dejado algo.


UNIÓN SOCIAL LIBERAL DE GUINEA ECUATORIAL



Fuente: USL

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