El tirano ha celebrado sus 30 años al frente de la tiranía que instauró desde el 3 de agosto de 1979, en Evinayong, pueblo de BONIFACIO ONDO EDÚ, presidente del régimen autonómico instaurado en la Guinea Colonial Española.
Lo que destaca de esas celebraciones, según nuestras fuentes, es el desinterés generalizado manifestado por la población por esa fecha. En todos los distritos de la sufrida Guinea Ecuatorial, las autoridades se han empeñado en ” movilizar” a la fuerza a la población para sumarse a la ” fiesta del chivo”, pero con muy poco éxito. Todo el mundo está hasta el ” moño” del 3 de agosto y de todo lo que se relaciona con el tirano y su régimen del caos.
Vamos a destacar algunas pequeñas situaciones que hemos denominado ” anécdoitas del 3 de agosto”.
Tal como ya es costumbrte en el régimen del caos, todo ha sido una auténtica improvisación, desorden, falta de alojamiento en la ciudad de Evinayong y todas las comodidades más elementales de que debería ya disponer la capital de una provincia como Centro Sur y otras. El día 2 de agosto, según nuestras fuentes, los pocos militares y cadetes de la academia militar de Ekuku, después de un desfile cómico, fueron invitados a retornar la misma noche a Bata. Muchos fueron transportados como reses en camiones de gran tonelaje, de las empresas constructoras. No había ni comida ni agua, según nos cuentan algunas de nuestras fuentes. Parece que el teniente general, Obiang Nguema Mbasogo, se siente cade vez más incómodo en presencia de sus ” uniformados”.
Se han colocado primeras piedras de futuras obras que, seguramente, nunca verán el día. Ya son tantas ” primeras piedras” que el tirano ha convetido Guinea Ecuatorial en una cantera. Y por debajo, el pueblo murmurando su deseo de que sean sus ” últimas piedras ”.
El contenido de los discursos leídos por los aduladores del régimen del caos (primer ministro, secretario general del PDGE, presidente de la CLD, presidentes de órganos constitucionales... ) en el acto matinal después de la ”manifestación popular de apoyo por la histórica gesta del 3 de agosto” son de una tomadura de pelo que no merece ni reseñarse.
La guinda de las anécdotas de las celebraciones del 3 de agosto la ha puesto el párraco de Evinayong, según nuestras fuentes. Dicen nuestras fuentes que dicho párraco, al final de la misa, ante la sorpresa general, leyó un escendido discurso político, en plena casa de Dios, con notas del escritor Miguel de Unamuno, y menciones de los Evangelios de los apóstoles, como discifrando en dichos evangelios las profesías del nacimiento del tirano para liberar al Pueblo de Guinea Ecuatorial. Sin tener que pasar por ningun proceso de beatificación ni santificación, el párraco de Evinayong le ha otorgado la gracia de santo al tirano en el 30 aniversario de su golpe de Estado, en presencia del obispo de Bata y ante el estudor de todos los presentes, obligados a brindarle con una cerrada ovación, el final del discurso del ” cura loco”, que llegó incluso a improvisar al final de su ” alegato” pro Obiang Nguema Mbasogo, en nombre de Dios, cuando este exhibía una sonrisa bastante marcada y visible: ” Excelencia, cuando sonríe, es todo el pueblo de Guinea Ecuatorial que también sonríe ”.
Según nuestras fuentes, ante la mirada preocupada del Obispo de Bata ( no sabe qué consecuencias le puede acarrear ante el Vaticano, un acto tan deleznable como el de ”santificar” a un tirano ) el tirano no cabía en sí de gozo, alegría, prepotencia y aires de grandeza ( y no lo ocultaba), al ser objeto de tantos elogios por parte de un ” cura loco ” y además, utilizando los versiculos del Evangelio de Cristo y las ideas de un destacado escritor de la literatura española ( que aborreció siempre los régimen totalitarios).
Otra de las anécdotas son las felicitaciones a los autores del 3 de agosto. Según nuestras fuentes, el tirano se llevó, como no podía ser de otra manera, todos los elogios; de los demás ni media palabra. Los otros compañeros de armas, Florencio Maye, Oyo Riquesa,...presentes en evinayong fueron ignorados y recibieron un trato despectivo de manera destacada. Cuentan nuestras fuentes que Florencio Maye estuvo más de 20 minuto, con mala cara y gestos bruscos, buscando él solo dónde acomodarse en la Iglesia. Pero otros militares que nada hicieron en el 3 de agosto, todos parientes del tirano, estaban cómodamente sentados en las primeras filas. Oyo Riquesa estaba perdido entre la multitud que no pudo conseguir asiento; demacrado y triste, según nuestras fuentes, de tanto abuso de alcohol y seguro, por el arrepentimiento de haber entregado el poder en manos equivocadas.
En fin....a veces la historia le reserva a algunos malas sorpresas, y estoi pasa con aquellos ingenuos militares que le dieron la dirección del 3 de agosto al tirano y les ha ido eliminando y marginando de uno en uno.
Fuente: MBO OBA