Cuando Felipe se encuentra con Natanael y le presenta a Jesús “Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret” Natanael le espeta entre zozobra, burla y chasco, «¿De Nazaret puede haber cosa buena?».
A esta pregunta ingeniosa de Natanael, resuena hoy en el imaginario colectivo de muchos africanos y en particular en Guinea Ecuatorial. ¿Qué puede esperar África de Europa o España? Y si algo espera, ¿Cuánto tiempo hay que esperar para que llegue lo que tiene que llegar?. Demasiado pesimista yo, digo que nada. O mejor dicho, sí. Nos llegará la explotación de nuestros recursos naturales, en beneficio de, claro, ellos los europeos; con la incondicional ayuda de sus subyugados mercenarios gobiernos corruptos africanos que les ayudan a robar y beneficiarse de los recursos naturales del pueblo, mientras el pueblo languidece en la miseria y en la muerte.
¿Qué esperaba Placido Mico cuando dice ahora que Moratinos y su gobierno le han decepcionado?, ¿Antes no le alentaron?. No puedo yo entender que políticos, formados en Europa, conocedores en gran medida de la sociedad y la mentalidad europea, de comercio, caigan en esa misma trampa durante siglos y siglos.
El europeo ha creado su sociedad de bienestar y esto tiene costes elevadísimos de mantenimiento, y solo con la ayuda de una mermada África rica en materias primas, puede seguir alimentando y manteniendo esta estructura de bienestar que el occidental goza actualmente. Por poner un ejemplo, o dos. Nadie explica cómo en Guinea Ecuatorial, tercer productor de petróleo de África negra, un litro de gasolina cuesta doble veces más caro que en Francia, en España, en Portugal, cuando estos países no cuentan en sus haberes ningún charco de reserva de petróleo; España, Francia, Reino Unido, Bélgica, sin media hectárea de cacao ni café; pero nunca falta café, chocolate en las comidas, tentempiés, refecciones, aperitivos, meriendas de cada día. Yo me pregunto ¿Esta hegemonía de bienestar, lo compartirá algún día con África?. La respuesta es nunca y jamás.
Ya lo dije en su día, Mico, su CPDS, y otros, pecan de un optimismo patológico, que creen que la solución del problema guineano está en Occidente, en concreto en España. Yo sigo creyendo que nuestro mayor problema y obstáculo, para solucionar realmente los problemas de Guinea sigue siendo España y Occidente por la misma razón arriba señalado. Europa ya no tiene o no debería seguir teniendo credibilidad para seguir albergando esperanzas en los africanos, en concreto en nosotros los guineanos. Cuando hemos conocido cómo las metrópolis han cocinado guerras sangrientas en África, extracción despiadada de los recursos naturales, golpes del estado ideados en occidente, apoyos explícitos a dictadores, blanqueos de dinero, etc. ¿Cómo en la mente de un africano puede seguir albergando esperanza en toda esta inmoralidad?
Europa está en su justo derecho de aumentar el bienestar en sus ciudadanos y en sus sociedades cada vez más opulentas; éste es el mundo de los intereses, y ellos lo hacen y lo saben hacer.
No podemos confundir a una sociedad europea de a pie con aquellos que toman grandes o pequeñas decisiones políticas; para el europeo normal, o español normal, le gustaría que África estuviera mejor, pero los políticos y los intelectuales no están para la labor; curiosamente, cuando acceden a un puesto de relevancia cambia su actitud. Yo estudié en España y compañero míos fueron muchos políticos del partidos socialista obrero español, volcados en aquellos momentos en el pensamiento marxista de igualdad y oportunidades para todos, hoy con responsabilidades en el gobierno, siguen haciendo lo mismo que hacían sus antepasados ¿Por qué pasa eso?. Cada cuál sacará sus conclusiones, pero la mía es muy sencilla y rotunda; Europa vive de la dependencia africana y nada más, no quiere que África se desarrolle, porque esto implica consecuentemente el tambaleo de sus cimientos de sociedad de bienestar.
Sigo creyendo que así Europa se equivoca, cuando da espaldarazo a dictadores corruptos africanos, para sacarle mayor tajada al petróleo y sus derivados; acallando las voces y las ideas de los que buscan en el exilio la verdadera democracia. Creo sinceramente que Europa y el caso particular de España con Guinea, puede resultar muy imprevisible a la larga
Fuente: propia