Unas de las muchas preguntas sin respuestas, que a menudo, hacen los guineanos, son: ¿Por qué nuestro país, produciendo tanto petróleo, todavía un litro de gasolina sigue costando el doble de lo que cuesta, por ejemplo, en España, Francia o Estados Unidos? –y no queremos llover sobre mojado-, o ¿Por qué seguimos con los apagones eléctricos? Y ¿Cómo se explica que Guinea que está a 5h 45’ de Madrid el pasaje de avión Madrid-Malabo, cueste el doble de Madrid-Santo Domingo o Habana que están a más de 12h de vuelo? O esta otra; ¿Cómo es que Guinea Ecuatorial país maderero, sus alumnos siguen usando el suelo como escritorio?. Paradojas incomprensible, o bastante comprensibles, si tenemos en cuenta que Guinea Ecuatorial es uno de los países más corruptos del mundo; entonces todo queda explicado, pero no queremos reducir eso a la complicidad corruptiva solamente, sino queremos ir más allá de la cuestión y situarnos en la órbita de la capacidad reflexiva y resolutiva de la acción de los miembros de la dictadura guineana.


El problema está en la capacidad de negociación del gobierno guineano con las empresas. El carácter complejo de la negociación es una consecuencia necesaria de la interrelación de los diversos elementos que componen su estructura. En un proceso de negociación tenemos a distintas partes que buscan una solución que satisfaga sus intereses en juego; la comisión guinea juega siempre al desventaja, por su nula experiencia en estos asuntos, y sobre todo, la poca capacidad negociadora de sus miembros, ya digamos sobre los intereses que persiguen; personales o comunitarios. Hemos de comprender que negociar es un acto integral de comportamiento y en él, el negociador debería saber cuáles son sus habilidades, sus debilidades y fortalezas, con el fin de poder apoyar o ser apoyado en un equipo de trabajo. Casi siempre, las delegaciones guineanas carecen de estas habilidades y sus profundos intereses son, más bien personales oscuros e inconfesados -de hecho, no parece tener un final feliz las negociaciones sobre las islas de Mbahñe- porque me temo que alguien firmó estos acuerdos en estado de embriaguez.


La negociación vincula a dos o más actores interdependientes que enfrentan divergencias y que, en vez de evadir el problema o llegar a una confrontación, se entregan a la búsqueda conjunta de un acuerdo, de solución, de arreglo. Este resultado substancial y no simplemente formal de la negociación, puede asumir cuatro formas principales: Compromiso simple: es la solución mínima. Nadie obtiene la satisfacción total de sus objetivos. Concesiones mutuas: Solución superior al compromiso. Búsqueda de equilibrio en la mayoría de los puntos en la negociación. Requiere creatividad por parte de los negociadores. Adjudicaciones de contrapartidas.


En la negociación, se mide la capacidad, de convencer, de esgrimir argumentos y de defender las partes. Pero para nuestros gobernantes o aquellos que guardan las comisiones de negociaciones, son tan improductivos como incapaces de esgrimir argumentos y demostrar silogismos, mantener posturas y habilidad para meter en cintura al contrario y sacar buena bonanza en las negociaciones internacionales en las que Guinea Ecuatorial se halla inserto. Lo poco que de ellos se saca, se gasta en pasar noches en lugares idílicos, en hoteles de cinco estrellas de Madrid, Suiza, Francia y Estados Unidos; con algún exuberante rubia, para acabar rubricando acuerdos deficientes, defectuosos y que perjudican sobradamente a Guinea Ecuatorial.


Prueba de esta incapacidad manifiesta es el acuerdo que en su día firmó el gobierno de Guinea con Iberia, Dios sabe quién fue, y cuál fue el bocadillo de salchichón que le metieron en la boca para firmar un acuerdo que descalabra a los guineanos y que beneficia infinitamente a Iberia y le convierte en uno de los aerolíneas más solvente del Mundo.


Hace años cuando Alejandro Envoro era ministro de Obras públicas, pasó por Guinea ecuatorial una empresa italiana que quería introducir un sistema moderno de comunicación en el país, la contrapartida que pidió, en la negociación, uno de los mofletudos del ministerio era un chalet adosado en Italia y una beca para su hija; los italianos se quedaron atónitos, no esperaban el resarcimiento por parte del gobierno guineano, que cuanto menos exigía una colaboración y un acuerdo bilateral en beneficio de los dos estados, allí se quedó la petición y los Italianos, no acostumbrados a colaborar con la corrupción, regresaron a su país.


Volviendo al caso de Iberia, sale a la luz otra vez la incapacidad de un gobierno que sus únicas herramientas para estructurar un gobierno son la maldad mezclada con ignorancia y corrupción Vean ustedes lo que dice Iberia.


Iberia, afirma que la única queja que ha presentado la administración Obiang, es sobre el volumen del Airbus. No crea que miente Iberia y conociendo a nuestra turba que son más dado al hedonismo y voluptuosidad mundana que a la austeridad y responsabilidad del estado sean capaces de presentar una queja tan trivial como la capacidad del Airbus. No se les ocurre otra cosa que exigir un Airbus más espaciosos, quizás para realizar orgías con sus amantes en vuelos Malabo-Madrid; porque si no es así; nadie explicaría que las queja vayan en ese sentido; en las dimensiones del Airbus con capacidad de 150-160 pasajeros; dejando otros infinitos tratos que Iberia debería tener en cuenta para sus vuelos a Guinea Ecuatorial: precios de pasajes, número de bultos, precios especiales para estudiantes que llevan años sin posibilidad de ver a su familia, pobres que desean regresar definitivamente a sus países etc. etc.


Bien, Iberia sabe lo que es negociar y es una empresa que busca dinero no se guía, precisamente por principio morales ni ético, ni su carisma es de San Benito Menni, cosa que es bastante comprensible. Iberia va a lo que va, a buscar dinero y a engrosar su suculentas cuentas bancarias, por encima de cualquier norma moral ni ética. El mayor problema es su socio guineano, que siendo una Nación, un país, tampoco se guía por principios morales ni éticos y pretenden amortiguar su incapacidad y su corrupción presentando quejas que a ningún guineano le interesa; mientras cobran y viven de beneficencias.


Quejarse de que la capacidad del Airbus es pequeña, es regar fuera del tiesto, porque Iberia hace vuelos casi todos los días a la semana y nadie cree que haya tantos guineanos que puedan viajar a España, ni tanto españoles que quieran viajar tanto a Guinea Ecuatorial y no creo tampoco, al menos nunca me ha llegado, que hayan quedado en Barajas o en Malabo por Overbooking, los pasajeros de de ambos países; por tanto es una pura demagogia y mecanismo de distracción. Al contrario, lo que no se habla y no se queja, porque con eso, ellos en complicidad con Iberia se llenan los bolsillos, es el precio desorbitado del pasaje Madrid-Malabo-Madrid; y los que deberían pagar estos precios porque sus bolsillos se lo permiten, a menudo viajan gratis con hoteles pagados por Iberia en Madrid.

Muchos de nosotros hemos hecho viajes con Iberia, en Europa, Asía, America, y el argumento de que haya un trato discriminatorio por parte de la tribulación de Iberia hacía los ciudadanos de Guinea Ecuatorial es una mentira y una quimera. Si sólo se sostiene con argumentos tan baladíes como el tipo de comida que se dan o las dimensiones del Airbus. Por tanto, que no nos engañen, ni quieran que pensemos que Iberia es una compañía racista, para luego corretear con los ministros y altos funcionarios del estado guineano. Estas demagogias ya no surtan efectos, sabemos que la corrupción, la maldad y la ignorancia reinan en la república bananera de Guinea ecuatorial, lo demás son cuentos. Y que los más tontos e inútiles y sin mínimos escrúpulos que cobran beneficencia y viven del oportunismo, son los que siempre salen a negociar en Suiza, en Francia, en Estados Unidos (con las concesiones petrolíferas), y todo en perjuicio para Guinea Ecuatorial y en beneficio de empresas y sus corruptos subalternos guineanos. Si no es así, que se defiendan y que nos digan qué les motiva quejarse de la dimensiones del Airbus de Iberia que de los precios desorbitados.


Fuente: propia

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