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EL ASUETO DORADO DE LOS PARTIDOS AFINES AL REGIMEN, EMPIEZA A CHAMUSCARSE. EL MAL QUE A MUCHOS AZOTA, CONSUELO ES PARA EL IDIOTA publicado por: Crispin Mba el 17/09/2010 18:41:04 CET
“Cuando el león atrapa a los animales, se esconde entre los matorrales, ahora que el león empieza a devorar los matorrales, dónde se esconderá”. Algunos, al no recibir la desagradable visita de los criminales, afirmaban categóricamente que Guinea Ecuatorial está en un proceso de transición democrática; ahora que empieza la dictadura a abrasar a sus socios, dicen que estamos volviendo a no sé qué época y que la dictadura se está “radicalizando” en gerundio, poca memoria tiene y se olvidan que el mal de un tonto, no tiene cura. Quien siembra vientos recoge tempestades dice un refrán.
Qué poco les ha servido la compañía y qué poco les ha durado la alegría y los millones recibidos en las elecciones presidenciales del 2009, aquellos partidos políticos que orgullosamente participaron en unas elecciones fraudulentas y firmaron actas de aquella pantomima democrática, dando credibilidad a un gobierno que hace años lo había perdido, simplemente porque gozaban del resguardo de la metrópoli como en las viejas disputas de la emancipación nacional, y cobraron buena tajada de millones; algunos ya están cayendo en el infortunio.
La maquina de matar guineana sabe hacer bien su trabajo y sabe controlar los tiempos y ocasiones para matar. Mientras cualquier tiempo pasado fue mejor para algunos, otros sin embargo, afirman que el régimen está volviendo a la triste memoria; ¡Válgame Dios! Todos los informes de organismos internacionales, asociaciones pro-derechos humanos, oposición democrática sin resguardo ni patrocinio, exiliada por los cinco continentes, describen la dictadura guineana como una de las más feroces del mundo, algunos sólo ven un tímido acercamiento a los métodos de la primera dictadura. Qué lucidez tienen éstos, que saben medir y separar en dos con un bisturí, las dictaduras provocadas por un solo hombre.
No deseamos mal a nadie, vaya por delante; pero si con esas brasas de la dictadura, que empiezan a achicharrar al Partido de Plácido Mico y Celestino Bacale les hicieran sentirse solidarios con los que siempre lo han padecido y lo padecen, otro gallo cantaría. Algunos, no se sabe si por edad o por omisión no supieron que Macías sólo duró 11 años y que el comandante en jefe lo era todo; sobre todo aquello que él hacía de renegado, lo ha hecho a plena luz durante 30 años y multiplicado por cien, pero esos dicen que “se radicaliza la dictadura” ¿Cuándo? ¿Ahora? ¿Y antes no?. Les queremos decir que lo tendrán más crudo si todavía piensan que se puede ser más cruel.
Lo más triste de esto, es que quién con la dictadura arrima, mala sombra le cobija aunque los millones del petróleo nublan la vista, reiteramos la invitación a los que suicidan con la dictadura a buscar la unidad con los demócratas y dejar de dar apoyo y oxigeno a la dictadura, porque lo único que consiguen es despeinar el camino a los asesinos y darles la razón. Qué coincidencia, que la “radicalización” de la dictadura llega cuando la feroz dictadura empieza a raspar el caparazón de los gorrones. El lujo de ser mejores que los demás hay que pagarlo: la sociedad exige un tributo que ha de pagarse en tiras de pellejo y muchos dentro de poco sabrán que ya no hay más resistencia, o hay unidad, o habrá más pelotón de fusilamiento, porque las brasas del odio y la estupidez superaron hace 40 años la radicalidad que hoy descubren algunos. Lo que se cuece y se vive en Guinea Ecuatorial, aunque sea del vecino, ya no es “radicalización” es llanamente feroz dictadura y flagrante violación de los derechos humanos y esa violación no tiene escalas ni categorías.
Nos dicen que el parlamento fantasma abrió sus portones de par en par, para seguir la jeta, y los discursos fueron “radicalizados” para el cinismo y la estupidez. No sólo no hay conexión entre lo que dicen y hacen, sino que es lo mismo de siempre.
Los desalojos forzosos sin indemnización ya llevan más de diez años en Guinea Ecuatorial, pero siempre miraban hacía un lado, ahora que empiezan a mirar por otro, ya se “radicaliza la dictadura”. Lo peor está por llegar, sobre aquellos que vivían en la dorada transición; el tiempo estipulado para inventar otro golpe de estado fantasma ya se acerca y no les faltan ni municiones de guerra, ni socios que se las venden, ni maldad, ni verdugos, ni temple para llevar a acabo sus macabras acciones.
Sólo nos gustaría preguntar, ¿De qué hablan en el parlamento? ¿No hay tiempo cronometrado, suficiente para preguntar al grupo mayoritario por qué se les ha dado por “radicalizar” la dictadura? ¿Cómo y cuándo llegan los secuestros a Guinea? ¿Cómo sigue habiendo torturas si hay leyes que lo prohíben? Tenemos muchas preguntas y nos ahorramos al lector la rabia y el enfado, para que no salgan aquí como víctimas acusando a los que ya estamos metido en el campo de concentración, sin ninguna fuerza ni resistencia, ni apoyo ni resguardo; sino la muerte silenciosa que nos puede llegar en cualquier momento, camino donde se han ido más de la mitad de nuestros hermanos.
No escribimos contra nadie, pero nos duele que a los guineanos, nos tomen por imbéciles; sobre todo los que amortiguan la lucha de otros por puñados de millones de euros y facilitan los fusilamientos. El pueblo debe saber que si ciertos partidos, que públicamente dicen ser de la oposición al régimen y presumen de vivir en el país, abstuvieran de participar en las falsas elecciones, en un parlamento fantasma, y firmar leyes que nadie respeta, la comunidad internacional y los organismo no gubernamentales, incluida la opinión pública nacional sabrán con claridad que en Guinea Ecuatorial nunca ha habido democracia y muchos se negarán a ofrecer cobijo al que nos liquida y otra cosa pasará.
Resulta que las atrocidades en carne ajena nos exonera de la enojosa tentación de calificar y llamar la maldad por su nombre, y poner eufemismos a la dictadura más feroz del siglo XXI, simplemente para rellenar declaraciones vacías, neutrales y asépticas. Ojos que no ven, corazón que no siente, reza el refrán; muchos que gozan de los millones, la seguridad y protección, donde otros encuentran muerte y desamparo no sienten dolor alguno ante los sufrimientos ajenos hasta que sean curtidos previamente con la exhibición de un pelotón de fusilamientos aparatosos como los del día 21 de Agosto, que, por contraste, releguen los propios sentimientos a la categoría de menudencias irrelevantes, se olvidan que algún día les puede tocar. Los que mueren no mueren por capricho, allí están las cifras que hablan por sí solas, sino que hemos vivido siempre con el horror, no conozco mayor horror que aquél que liquida de un plumazo a cuatros seres humanos, a vidas humanas dejando a familias y un pueblo entero sin consuelo. Si existe infierno, ese infierno es Guinea Ecuatorial, donde el calor de la injusticia y del odio abraza los corazones de los que dicen gobernarnos y defendernos.
¿De quién creen que engañan? Firmaron leyes contra la tortura, pero los guineanos siguen padeciendo los métodos de tortura del medievo, participaron en las elecciones, ahora dicen que es una dictadura; participan en un parlamento, luego realizan declaraciones en la prensa digital, porque nos les dejan decir nada. Alguien de sus aliados lo ha dicho: ”una burda manipulación a la que nos tienen acostumbrados ante la constante pérdida de credibilidad en el país”. Si hablan así entre ellos mismos, aquellos que comparten la mesa, qué podemos decir nosotros que llenamos las cárceles y el exilios. Esperemos que la dicha les sea buena tal como siempre ha sido.
Fuente: propia
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