El irreversible proceso político e institucional que ha sumergido a nuestro país a un asfixiante régimen dictatorial con un perfil decididamente totalitario desde el 12 de octubre de 1968, tiene fundamentos sociales que emergen de una evidente frustración del pueblo. Este proceso histórico que antes se llamó colonialismo, después maciísmo y ahora democracia popular obianguemista, dá cuenta, desde el punto de vista sociológico y socio político, de una estrategia muy bien articulada que ha permitido de forma progresiva y violenta, suprimir libertades, coartar derechos, secuestrar, torturar, ejecutar, asesinar y hacer desaparecer a personas, sometiendo a la población por medio de mecanismos violentos y haciendo desvanecer en ella el concepto de ciudadanía.

Teodoro Obiang Nguema, que accedió al poder mediante un golpe de estado y posterior asesinato de su tio padre, siendo también el brazo ejecutor de gran parte de las atrocidades cometidas por el régimen hasta 1979, se puso a trabajar árduamente con su familia, su clan y los fascistas venidos del exterior en la ocultación y destrucción del incipiente sistema totalitario que ellos mismos habían diseñado con Macia, para reemplazarlo por otro más violento y más fascista, disfrazado con mentiras de ”democracia” como denominador común.

Desde el punto de vista histórico cabe señalar como un elemento fundamental dentro de este proceso de involución política puesta en marcha por Macías, Obiang, el clan de Mongomo y algunas oligarquías internacionales el hecho de que la tradición democrática nunca haya estado presente en sus idearios políticos ni en sus agendas: Macías fue un ferviente admirador de Hitler; Teodoro Obiang, es un enamorado y admirador del dictador Franco y de su política; Teodoro Nguema Obiang, alias Teodorín, es un admirador de José Antonio Primo de Rivera, a quien en su discurso de su coronación como presidente de las Juventudes de su partido el PDGE, reconoció como gran pensador político.

Sin embargo, el primer eslabón y el esencial para estructurar todo un proceso de lucha cívica es devolver a los ciudadanos el ejercicio pleno de su ciudadanía. Y es que esta ciudadanía activa en términos políticos se ha ido desgastando como consecuencia de la inercia del aburrimiento, el miedo y la corrupción generalizada con que el ciudadano común observa los eventos trascendentales que paulatinamente van complicando el entramado institucional y sus vidas.

Hay que devolverle al ciudadano la oportunidad de participar y de tener conciencia de que la política y el régimen de un gobierno no son realidades exógenas a la conyuntura particular de cada familia. Por eso la primera gran batalla que hay que librar es la de activar al ciudadano y luchar contra la apatía y la incredulidad. Debe involucarse el ciudadano en la vida política a pesar de los intentos del dictador y su régimen de amedrentar con amenazas de más ejecuciones con la única finalidad de colocar a cualquier precio y sin oposición a su hijo Teodorín como jefe de Estado. Por ello, la pasividad y la apatía pueden ser la mejor aliada de los infortunios y desgracias de nuestro país en el futuro.

Hay que hacerle frente al dictador desde su punto de apoyo más fuerte y en su estructura. A los dictadores solo se les puede derrotar haciéndoles frente. Los tigres atacan siempre por la espalda. Hay que hacerle frente desde las bases más cercanas al ciudadano.

Obiang, no puede ni debe olvidar y así se lo recordamos que, el 21 de agosto pasado mandó asesinar a cuatro ciudadanos ecuatoguineanos inocentes: José Abeso, Manuel Ndong Aseme, Jacinto Micha y Alipio Ndong. Por eso, pese a su petición de comprensión a los EE.UU. y a la comunidad internacional, Obiang, debe saber que tales hechos están tipificados en el Derecho Internacional como delitos contra la vida y como asesinatos.

Sin embargo, estas últimas acciones de Obiang, así como sus amenazas de seguir matando a todo aquél que se le oponga o amenace a su familia demuestra simplemente la dificultad de su régimen para seguir gobernando y mantenerse en el poder por medios pacíficos. También estos hechos contrastan con sus declaraciones, en la Ciudad del Cabo, el pasado 28 de julio, al prometer que llevarría a cabo programa de ”reformas” con el objeto de cambiar el curso de la historia, un programa llamado ”democracia”. Obiang es una nave que cae en picado sin rumbo y por eso ya nadie le cree.

Sin embargo, lo que provoca realmente nuestra desgracia no es tanto el hecho de que la moral y la ética hayan desaparecido en Guinea Ecuatorial y en las sociedades occidentales, sino que, cada vez más, asistimos a un silencio clamoroso ante los hechos más reprobables. Comportamientos que deberían suscitar la mayor de las indignaciones sin embargo, aparecen como conductas normales. Es penoso que los que deberían dar sentido y dignidad a nuestra existencia, actúan como la Hermandad de los Caballeros Blancos o el Kus Klux Klan de los años 60.

A poco que se investigue, se puede encontrar en los actos cotidianos de quienes gobiernan nuestro país, razones para acusarles de traición a la Nación, de crímenes contra la humanidad, de robo, de pillaje, de cohecho y de corrupción. Así va la vida en Guinea Ecuatorial, donde los ciudadanos se parecen cada vez más a unos niños apaleados y maltratados.

Sin embargo, muchos de los que hoy se hacen llamar hombres de Obiang, hijos de Obiang y los beneficiarios del régimen, por dinero y por avaricia callan y guardan silencio ante el sufrimiento del pueblo, pero la historia no contará solamente que el tirano fue un asesino y que maltrató al pueblo. La historia recordará también el silencio de estos seres serviles sin escrúpulos ni dignidad. Y sobre todo, que ningún diputado de una oposición complaciente se haya arriesgado a denunciar públicamente estos crimenes contra el pueblo de Guinea Ecuatorial, con la usurpación de sus derechos fundamantales y de su ciudadanía.

Resulta difícil creer que quienes levantaran la voz contra el fascisco en toda Europa y contra la dictadura de Franco en España, no hayan dicho nada ante el sufrimiento de nuestro pueblo y sobre las trampas, asesinatos y engaños de quienes detentan el poder en Guinea Ecuatorial. Menos se entiende que lo que se hace llamar ”Comunidad Internacional”, no se preocupe cuando de forma abierta y sin escrúpulos el tirano Obiang, exhibe sus dotes de asesino en serie, como único método de impartir justicia y con la promesa de matar cada vez que le plazca.

Guinea Ecuatorial se inscribe hoy en un proceso duro y lleno de horrores que llevarán consigo un nuevo cortejo de sufrimientos si Dios no lo remedia. Lo que estamos anunciando aquí puede no haber comenzado, pero los signos de los tiempos así lo dicen, están cargados de peligros.

Teodoro Obiang, posiblemente esté cometiendo sus últimos actos y errores. No descartamos por ello que en breve opte por la formaula de ”Fidel Castro vs Raúl” y ceda públicamente facultades de gobierno a su hijo Teodorín, al tiempo que él ”descansa”, el heredero pueda habituarse a ejercer el poder real y darse a conocer a la Comunidad Internacional como hombre bueno, pacífico y válido. Por un lado irá laminando a los posibles aspirantes dentro de su clan y por otro establecerá contactos con los poderes exteriores que mantienen sus intereses en Guinea Ecuatorial y que en estos momentos deben encontrarse profundamente preocupados por la situación de Obiang y del país.

Es necesario por ello organizar y escalonar el proceso de lucha contra Obiang, contra Teodorín y contra su madre Constancia Mnague. Con simples discursos, enfrentamientos, comunicados e insultos no se podrá desmontar las extendidas y complejas redes de corruptelas y manipuladores dispuestos a apoyar al tirano, su familia o su clan. No se debe ser tan simplista en el análisis a la situación actual, hay que buscarle solución a un problema por demás muy complejo que dura ya 42 años.

Existe un proverbio africano que dice: las huellas de las personas que caminaron juntas núnca se borran

En relación a la madre patría (España), con el acuerdo de San Ildefonso en 1778, España asumió responsabilidades con una sociedad que se expresa en castellano y que aún mantiene intacta esa cultura junto con las propias culturas. No está de más comprobar cómo la cultura española es cada día más fuerte entre los ecuatoguineanos a pesar de que algunos nos sitúen en la órbita francesa, para reírle la gracia Obiang. Es necesario por ello que se corrija esa deslealtad del gobierno español hacia el pueblo guineano. Se debe recuperar el tiemepo perdido entre los dos países, estrechar unos verdaderos y sinceros lazos de amistad, así como promover unas relaciones de cooperación y de colaboración de ambas sociedades y los dos Estados. Estamos seguros que para España, contribuir en la consecución del éxito de Guinea Ecuatorial como miembro de la comunidad de naciones libre y democráticas puede tener beneficiosas consecuencia para la propia visión de España en el mundo. Y para Guinea Ecuatorial, España puede y debe ser probablemente el país que debe colaborar con Guinea Ecuatorial de modo más altruísta, con mayor simpatía y mejor decisión.

Sin embargo, Guinea Ecuatorial sufre la indiferencia de los gobiernos de España, al silenciar nuestro sufrimiento, así como no apoyar los verdaderos y legítimos desesos de todos los ecuatoguineanos de Libertad, Democracia, Igualdad, Paz, Unidad y Justicia, dando cobertura internacional a la dictadura de Teodoro.
Obiang.

El pueblo de Guinea Ecuatorial se siente abandonado por el Sr. Zapatero y Mariano Rajoy, líder del PP. Nos preocupa mucho el silencio y la pasividad observada por los dos partidos ante los asesinatos llevados por Obiang el 21 de agosto pasado. No nos valen las excusas esgrimidas que aluden a la defensa propia como causa de los asesinatos de Obiang a estos ciudadanos idenfenos, solo nos valen las acciones que contribuyan a exigir las claraciones pertinentes al dictador de Guinea Ecuatorial, y para evitar hechos parecidos en adelante, ya que cada vez estos acontecimientos son cada vez más frecuentes y hasta empienzan a dar apariencia de normales.

Por eso le pedimos a España.

1. Que exija al dictador Obiang las aclaraciones pertinentes para aclarar estos hechos.

2. Que exija a las autoridades de Guinea Ecuatorial, para que entreguen de inmediato los cadáveres de los asesinados a sus familiares para que reciban cristiana sepultura.

3. Que se exija a Obiang, el cumplimiento del los Derechos Humanos y el Derecho Internacional.

4. Que se exija a Obiang, que acepte la sentencia de Tribunal Supremo que absuelve a los Sres. D. Faustino Ondo; D. Santiago Asumu; D. Marcelino Nguema, y se declare nulo la segunda setencia dictada por un tribunal militar que les condena a la pena de 20 años.

5. Que se exija a Obiang, el inicio de una verdadera apertura política democrática sin violencia, con la liberación de todos los presos políticos.

En el nivel Internacional pedimos:

1. Que España, EE.UU., Francia, Reino Unido, lideren y garanticen un cambio político en Guinea Ecuatorial, sin violencia.

2. Que se apoye con medios humanos y materiales a la oposición política para que pueda presentarse unida ante las potencias mundiales como garantes de la estabilidad política, económica y social, con un programa de mínimos.

3. Pedimos el apoyo de España y del pueblo español.

Entendemos que la tarea de liberar a nuestro país de las garras de Obiang y su clan, requiere hoy de un gran sentido de compromiso, de una gran dosis de sentido patriótico y la apuesta incondicional de España, Francia, EE.UU. y Reino Unido.

En ese sentido, queremos que el determinismo se convirta en nuestra de resistencia moral, de cohesión, de perseverancia paciente y obstinada.

Muchos piensan que hemos sido derrotados, pero la fuerza de las cosas trabaja siempre a nuestro favor y a favor del pueblo.

Que Dios bendiga a Guinea Ecuatorial.


B.F. OYE Gregorio

Líder del Partido Unión Social Liberal de Guinea Ecuatorial (USL).

Profesor de Instituto.

e-mail: usl:ge@hotmail.com


Fuente: USL_GE

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