Foto: Macías yace muerto tras ser asesinado por Obiang Nguema. (ver en www.guinea-ecuatorial.org)
Por Severo Moto Nsá
Madrid.- 4 de agosto de 2005. Yo viví en mis carnes el día 3 de agosto de l.979. Yo no estaba, evidentemente, implicado de ninguna manera en la trama. Pero el día 21 de Julio de ese año, me comunicaron en Sampaka, -Finca de cacao de los “Mera- lugar donde me hallaba cumpliendo los últimos días de mi cárcel de 3 largos años (1.976-1979) la noticia de que Teodoro Nguema había decidido que me sacaran de la cárcel. Ese día 21 de Julio de 1.979, tras ser liberado, llegué a la ciudad de Malabo. Nunca lo olvidaré. Mi hermana Eusebia vino hasta la finca a buscarme.
Dormimos en la casa de Lorenzo Eworo y de Nchama ( que en paz descansen). Auque yo hubiera preferido, ante el escasísimo espacio, dormir en el suelo. Mi hermana se encargó de controlar mi emoción y quizás mis ganas de salir a la calle y gritar de alegría.
¡ Tres años, después de una terrible cárcel (“Modelo”, de Bata, y “Black-Beach”, de Malabo) y en cuatro fincas de cacao de Obiang Nguiem Enem: “Aleñá”, “Biafra”, “Blanco” y “Mera”; sometido a trabajos forzosos y voluptuosas torturas y palizas de los guardias vigilantes. Cómo olvidarme de los militares Monsuy Ona Nsue, un acomplejado y huraño drogata, o de Edjang Obam Nzang, divertidísimo narcótico, que nos vigilaban, encargados de hacernos saber lo que es ser un preso político en Guinea Ecuatorial.. Con esos dos militares me pasé los tres últimos destinos de preso en condición de trabajos forzosos y torturas cotidianas.
A la hora de liberarme de la cárcel, Teodoro Nguema, todopoderoso Teniente Coronel, decidió que yo no apareciera por la ciudad y que me quedara rezagado en algún patio de alguna finca de cacao. “Nguema Eson Ncham no aguantaría verle libre por las calles de Malabo.” – sentenció el Teniente Coronel.
Libre de la cárcel, me veía obligado a estar escondido para no ser visto por el omnipotente Vicepresidente de Macías (Nguema Eson Ncham) al menos al decir de Obian Nguema. Lo cierto que es que mi liberación de la cárcel, dos semanas antes del golpe de estado del 3 de Agosto, era uno de los inconfundibles signos de que algo se tejía en la oscuridad, y de espaldas a Macías. “Teodoro Nguema piensa dar un golpe de estado contra su tío Macías, y quiere que seas el motor de los medios de comunicación: Prensa, Radio y Televisión, para animar a la gente a creer y adherirse a la nueva situación.-me dijo mi íntimo amigo E.M.O., justo en la tarde del día 2 de Agosto de l.979. Dejé muy claro a mi íntimo amigo que no me fiaba, para nada de Teodoro Nguema y que después de tres luctuosos años de cárcel, perdido en la selva, lo que menos deseaba era volver a ser usado por un empedernido puntal militar de la tiranía de Macías; y que mi cuerpo físico y moral me exigía un descanso y un retiro del país. E.M.O. insistió: “Creo que vale la pena concederle un tiempo de prueba... Te necesita en los medios de información”.
Tres de Agosto de l.979, día del golpe de estado.
Con los militares adictos a Obiang llevando a cabo escaramuzas entre Mongomo, -escondite de Macías- y Niefang, embudo y filtro entre el interior del país y el litoral, los asesores militares y civiles guineanos rodean a Teodoro Obiang Nguema y le aconsejan que deje de pensar en el Consejo Militar Revolucionario y lo llame Consejo Militar Supremo. Le dicen que no es bueno hablar de golpe de estado, sino de “golpe de libertad”. En su alma latía la sangre hirviente de un golpe de estado; pues lo llevó a cabo porque su tío Macías le venía siguiendo los pasos en la preparación de dicho golpe; preparación consistente en un reguero de sangre vertida por numerosas y falsas denuncias de intentos de golpe que le permitían al taimado Teniente Coronel barrer del camino a los “estorbos” políticos y militares que encontraba en el camino, antes de poner en escena traidora aquella frase de “Tú quoque fili mi? (¿Tú también, hijo mío?), lanzado por Macías en sus angustias de muerte, antes de ser asesinado por orden de su sobrino Obiang Nguema Mbasogo.
Tras asesinar, a traición a su tío, qué quedaba por esperar de Obiang Nguiem Enem? De un elemento que tiene la terrible sangre fría de saltar por encima del cadáver de su tío, tras ordenar su asesinato para tomar el poder, ¿qué había que esperar?
Si algo, desde luego, deja despavoridos a todos los guineo ecuatorianos normales y conscientes, es que cada año la fiesta del golpe de estado del 3 de Agosto, día en que se decreta el asesinato de Macías Nguema y de tantos otros prestigiosos políticos guineos, es celebrada en Guinea Ecuatorial, con más boato, solemnidad y exhibición que la misma fiesta del 12 de Octubre, día de la Independencia. Quizás Obiang Nguiem Enem es consciente, como yo, de que la Independencia de Guinea Ecuatorial no fue real porque antes no existió una colonización real.
Adquiere en este caso, carta de legitimidad, el denodado esfuerzo que viene desarrollando el Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio por integrar en su entorno y en sus filas, de forma sincera, sin trampa ni cartón, a valores profesionales, humanos y técnicos españoles, capaces de sincronizar con los deseos de los guineo-ecuatorianos de hacer de Guinea Ecuatorial un modelo de descolonización; es decir, de democratización.
¡Ya pasó el 3 de Agosto! Día de la muerte y de los asesinatos a traición. Ojalá sea el último que se vean obligados los guineanos a celebrar en nombre de la muerte y del terror.
Fuente: Gobierno en el exilio
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