“Mi vida por mi pueblo”, de Teodoro Obiang. Réplica de Bonifacio NGUEMA ESONO NCHAMA
Sólo el propio régimen y sus lobby se creen en la intensa campaña de lavado de imagen que está llevando a cabo el dictador presidente Teodoro OBIANG NGUEMA MBASOGO, de Guinea Ecuatorial, desde que asumió el poder hace 29 años mediante golpe de Estado. El señor Obiang, está invirtiendo miles de millones de dólares en dicha campaña, consciente de sus atrocidades en el pasado.
Trata de convertir en verdugos a sus enemigos y adversarios. Una vez más, aparecen acusaciones contra mi persona en el libro supuestamente escrito por él, titulado “MI VIDA POR MI PUEBLO”, en la página 138, versión publicada en la lengua francesa [parece que el libro se publicó hace tiempo].
En sus acusaciones, como viendo siendo habitual en él, utiliza a Agustín Nzé Nfumu, quien en 1997 vertía contra mí las mismas acusaciones en la Radio Exterior de España en su emisión para Guinea Ecuatorial [Las emisiones fueron cerradas en 2000 a petición del régimen de Malabo, por ser el único medio que la oposición guineana utilizaba para denunciar las atrocidades de violación de derechos humanos, torturas y asesinatos que se registran en Guinea Ecuatorial].
A mi juicio, es inútil y barato utilizar este medio para abrir un debate tan importante y sensible para numerosas familias de Guinea Ecuatorial que han perdido a sus seres queridos de una forma arbitraria y sin si quisiera poder sepultarlos.
No puedo negar que fuera Vicepresidente de la República en el Gabinete de Macías, de mayo de 1978 a 3 de agosto de 1979, cuando Obiang asume el poder.
Nadie puede entender las dos varas que tiene Teodoro Obiang para medir las cosas. El que hoy atribuye la autoría del mal que vivió Guinea Ecuatorial durante los 11 años de Macías, le excluyó de la lista de personas procesadas, juzgadas y condenadas junto a Macías. Y no solo no figuraba en la lista, sino fue elogiado públicamente en el discurso del día 10 de octubre de 1979 en el estadio La Paz; condecorado con la medalla de la Gran Cruz de la Orden de la Independencia, sólo superior a ella, la reservada a los Jefes de Estado. ¿Por qué de estas dos varas de medir?, simplemente por oponerme a su política dictatorial y opresora. Obiang sabe que desde muy temprano supe que iba a hundir el país cien veces más que Macías y tan pronto como me di cuenta dimitiría en 1981, apartándome de cualquier actividad política, hasta cuando en 1995 participo con otros compatriotas en la creación de Fuerza Demócrata Republicana, que desiste en legalizar.
El señor Obiang, por si se ha olvidado, en su discurso de toma de poder, el 3 de agosto de 1979, bautiza la acción con el nombre de Golpe de Libertad, promete la retirada de los militares a los cuarteles y entregar el poder a los civiles. Sin embargo, rápidamente implantó su política de limpieza en casa, para deshacerse de sus compañeros de la revuelta del 3 de agosto. Muchos acabaron en la cárcel, exiliados y otros lejos de volver a los cuarteles fueron despedidos del cuerpo militar.
También le consta al pueblo de Guinea Ecuatorial, que una de las acusaciones que motivó derrocar a Macias, según Obiang, era malversar los fondos públicos, mala administración, asesinatos, violación sistemática de los derechos humanos, etc, etc. Sin embargo, no sólo no han cambiado estas prácticas sino Obiang las ha multiplicado. Por ejemplo:
Macías, para mantenerse en el poder, nunca se fió del Ejército regular y por eso creó la milicia popular; hoy, Obiang ha creado el cuerpo de los “Ninjas”, destinado para su seguridad personal y a reprimir a la población. Con Macías habían barreras en todo el territorio nacional, y con Obiang no sólo no han desaparecido sino que se han multiplicado por mil. Obiang es el primer dictador acusado por malversación de fondos públicos, con un saldo de 400 millones de moneda local en el Banco Nacional; nada que decir de millones de dólares que tiene ingresado en los bancos del exterior. El informe del Senado de los Estados Unidos habla por sí sólo.
Quisiera recordar a Obiang y sus cómplices que el pueblo hoy en silencio, en su día hablará, y las paredes del penitenciario Black Beach serán fieles testigos de las atrocidades que vivieron.
Nadie duda de que el juicio de Macías y sus colaboradores se cerró en falso. El carcelero Ondó Elá, Sargento del Ejército y brazo ejecutor de Obiang durante los 11 años de Macías, a pesar de haber sido sentenciado a pena capital durante el juicio, fue indulto en recompensa de las falsas declaraciones hechas para ocultar el nombre de su jefe, cuyas órdenes obedecía para asesinar a los ciudadanos en los penales de Bioko. Ondó Elá no habló más allá de lo que quiso manifestar ante el tribunal; sería indultado y posteriormente nombrado Delegado de Gobierno en el distrito de Mongomo.
Los países africanos en general, y los de nuestra subregión de África central en particular, cuando iniciaron el proceso de transición democrática, para hacerlo transparente y participativo, convocaron conferencias nacionales soberanas, bajo la dirección de una personalidad neutral, en este caso los obispos, incluso en países de mayoría musulmana. En estas conferencias, participaron todas las capas sociales, gobierno y oposición, para sentar juntos y sin exclusión, las bases del modelo de Estado. Lamentablemente, Obiang, preocupado por su pasado que hoy atribuye a otros, rechazó este proceso.
En los gabinetes de cualquier gobierno del mundo, cada titular tiene su parcela de poder. Después del fracasado golpe de Estado del 5 de marzo de 1969, que encabeza el entonces ministro de Asuntos Exteriores don Atanasio NDONG MIYONE, Macías asumió la cartera de Exterior y meses después me nombraría Secretario General del mismo. Desde entonces hasta la caída de ese régimen y al margen de otras responsabilidades, se me confió la responsabilidad de la política exterior.
Guinea Ecuatorial, apoyando la política de la emancipación de los pueblos impulsado por la OUA, respaldó a los movimientos de la liberación angoleños existentes: FNLA, MPLA y UNITA. Concretamente, el Gobierno guineano apoyó el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA), que ganaría las elecciones en ese país. Resueltamente, apoyamos al Congreso Nacional Africano en su lucha contra la abolición de la política de apartheid en Suráfrica. Apoyamos y reconocimos la República Árabe Saharaui (RAS), reconocimiento éste que sería levantado por Obiang, a cambio de una seguridad personal marroquí para mantenerse en el poder, traicionando de esta forma al pueblo guineano y sus compañeros de armas.
Por si no se acuerda el señor Obiang, formaba usted parte del mismo Gabinete que yo, con el presidente Macías. Usted ostentaba los cargos de Teniente Coronel, Viceministro de Defensa Nacional y Director General de la Seguridad Nacional hasta el 3 de agosto de 1979. En ésta parcela de poder, se registraron los miles de asesinatos que se atribuía a Macías y que por ellos ya ha pagado, tras su ejecución. En lo que a mi respecta, estoy predispuesto a ser juzgado como responsable subsidiario, algo que he mantenido tanto en público como en privado y que el señor Obiang lo sabe.
Quisiera invitar a mi compañero de Gabinete con Macías, el señor Obiang Nguema Mbasogo, que sea valiente, como manifiesta el título de su libro, “MI VIDA POR MI PUEBLO”, reabriendo el juicio de Macias que se cerró en falso el 29 de septiembre de 1979, presentándose como yo, libre y voluntariamente a ser procesado y juzgado por aquellos hechos, para que sean los tribunales competentes y la historia los que nos condenen o absuelvan. Qué bueno sería que ese juicio se realizara en un tribunal internacional competente, no el en territorio bajo sus botas, en aras a una mayor transparencia. Le invito, por razones humanitarias, porque políticas no las tiene, que no continué haciendo teatro con vidas humanas, en un país lleno de huérfanos y viudas por razones políticas de las que usted no se escapa aunque fuera juzgado por sus propios padres y hermanos carnales.
Quiero reservarme hasta que la historia y el tiempo nos brinden el desafío de afrontarnos a un Tribunal competente para ser juzgados por nuestro grado de responsabilidad y de participación en las atrocidades y crímenes registrados durante los once años del régimen de Macías. No obstante, le recuerdo al señor Obiang Nguema sobre los caídos como consecuencia de los acontecimientos del 5 de marzo en Bata, con Macías al frente. Los cadáveres fueron entregados a sus familiares para darles una sepultura digna al menos y citaré los casos de Atanasio NDONG MIYONE, Antonio NDONG ENGONGA, Mariano MBÁ MICHA, etc... Sin embargo, nada se sabe de los restos de Macías y de otros ciudadanos ejecutados durante el régimen de Obiang, como Carmelo OWONO NDONG ANDEME, Gregorio MICHÁ ELÁ, Eugenio ABESÓ MONDÚ, etc.
BONIFACIO NGUEMA ESONO, 70 años, fue ministro de AAEE y Vicepresidente de Guinea Ecuatorial. En la actualidad, es dirigente opositor exiliado en España.
Fuente: NGUEMA ESONO NCHAMA
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