«Guinea entera es una cárcel»
El opositor ecuatoguineano Celestino Bacale advierte de que morirán más disidentes en las cárceles de Obiang
CARMEN SERNA
MADRID.- La cárcel de Black Beach, símbolo de la represión del régimen de Guinea Ecuatorial, está a pleno funcionamiento. El pasado viernes, uno de los presos políticos encerrados allí, Juan Ondó Nguema, falleció por inanición. El principal candidato de la oposición guineana, Celestino Bacale, advierte de que no será el último: «Desde hace dos semanas, los más de 65 presos de opinión que están en Black Beach no pueden recibir alimentos de sus familiares, ni siquiera agua, y menos asistencia médica.Así es imposible sobrevivir».
Bacale sabe bien de lo que habla. El mismo ha pasado seis veces por esa prisión, siempre por delitos de opinión. Su estancia más larga: dos meses, pero «en Black Beach el tiempo no cuenta porque allí se tortura a la gente, sobre todo los primeros días de cárcel, y da igual una semana que un mes».
La vida en esta prisión ecuatoguineana se reduce a dar vueltas por un habitáculo oscuro; sólo se abre la puerta una vez al día para entrar alimentos y sacar las heces. «A esta pesadilla únele la tortura sistemática», añade.
En estos momentos, otro de los presos está ingresado en el hospital, «eso que sepamos, pero como la comunidad internacional no intervenga van a ir cayendo más».
Estos condenados pertenecen al juicio del Cine Marfil, en el que 144 guineanos fueron acusados de intento de golpe de Estado contra Teodoro Obiang. El proceso estuvo salpicado por continuas denuncias de irregularidades. «Obiang tenía la intención de fusilar a estos presos; no pudo por la presencia de observadores internacionales.Ahora ha decidido acabar con ellos de otra forma, dejándolos sin comer y empeorando sus condiciones de vida», sentencia Bacale.
La esperanza de este ingeniero técnico de minas, educado en España, se centra en las elecciones presidenciales que tienen que celebrarse antes de febrero del próximo año. «Cuando uno se mete en política en un país sin libertades tiene que temer por su vida. Obiang puede hacer con nosotros lo que quiera, pero somos la esperanza de los que no tienen otra esperanza», declara.
Eso sí, el principal candidato de la oposición toma sus precauciones.«Queremos que sean unas elecciones legales, por eso hemos solicitado la presencia de observadores de la UE y de EEUU, ya hay un compromiso de los estadounidenses, aunque eso depende de que Obiang los acepte. No le queda más remedio si quiere presentarse como líder legítimo».
El dirigente del partido de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS), advierte que su país corre el peligro de convertirse en un punto oscuro, como Liberia o Sierra Leona. «La situación de inseguridad y el miedo de los ciudadanos es terrible. En Liberia puede haber más libertad aunque haya guerra. Guinea entera es una cárcel, nadie está seguro, te pueden detener en cualquier momento acusándote de lo que quieran», se lamenta.
Esta es la explicación que argumenta Bacale para justificar el juicio del Cine Marfil. «El presidente nos ofreció retirar la candidatura y unirnos a su Gobierno después de las elecciones.Nos negamos porque eso no es democracia y nos amenazó con que íbamos a tener problemas».
Bacale lo tiene claro: esos problemas comenzaron con la implicación del secretario general de su partido, Plácido Micó, en un supuesto intento de golpe de Estado. «El presidente tenía la intención de ilegalizar el CPDS e impedir que nos presentemos a las elecciones», añadió.
El líder opositor es consciente de que puede ser el único contrincante del presidente, Teodoro Obiang. Aún así tiene la esperanza de obtener un buen resultado. Es más, si Bacale gana las elecciones, está dispuesto a contar con la opinión de Obiang para asegurar la estabilidad del país. «Si su partido se abre a dialogar, estamos dispuestos a contar con él».
Fuente: ASODEGUE
Seguir a @guinea_net
