Los dos colosos de Río Muni y vecinos de las delimitaciones fronterizas se enfrentaron en la tarde del 9 de junio 2002 en el Estadio la Libertad de Bata. Este encuentro de fútbol que duró noventa minutos reglamentarios terminó con el resultado de 3-3 y por tradición el Deportivo Mongomo no se benefició de su tradicional panalty “gol de casa”, todo no acabó allí. Un mando militar se introdujo en el terreno de fútbol para amenazar al árbitro por el empate cosechado por el equipo rojo de Kie-Ntem, y fracasado en su intento de bofetearle, cayó al suelo tras esquivarle el máximo responsable del terreno de juego, lo que provocó más tarde la invasión obligada de sus subordinados en el campo para maltratar a jugadores y simpatizantes de Akonanguí CF y como resultado, diez personas resultaron heridas.

En presencia del presidente del equipo rojo Ekua Osa y de uno de los máximos mandos militares y simpatizantes del equipo adversario de Kie-Ntem. Esta actitud no es otra que aquella que peligra la continuidad del deporte rey en Guinea Ecuatorial, el apoyar las desórdenes por la pérdida de un equipo hasta llegar a los maltratos tanto a los jugadores que a los árbitros. Por tanto la Feguifut tiene la palabra.

Fuente: Opinión 27.06.02

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