E. F. - Madrid.-
Los agentes de la Guardia Civil que controlan el movimiento de mercancías en el aeropuerto de Barajas han visto casi de todo, pero ayer no daban crédito a la imagen que les ofrecía la pantalla del escáner. Sobre la una de la tarde, un pasajero procedente de Malabo (Guinea Ecuatorial) pasó por el control con una extraña jaula de perro. Las grandes dimensiones del habitáculo llamaron la atención de los agentes, que se quedaron estupefactos al pasarla por el aparato de rayos x y comprobar que la imagen revelaba la figura de un pequeño primate.
De hecho, la «inocente» jaula del perro era una caja de sorpresas con dos dobles fondos que ocultaban siete monos de la especie protegida «talapoin», uno de los cuales no pudo aguantar el encierro y fue encontrado muerto. El viajero, de nacionalidad española, está acusado de contrabando, mientras que los primates fueron trasladados a un centro para su recuperación.



Fuente: La Razón Digital (5.9.02)

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