Por: Laurentino Jesús Nsue Esono Mibuy
COORDINADOR Y PORTAVOZ EN ESPAÑA
PARTIDO UNIÓN POPULAR (UP).-

21.10.2002.- El pasado 12 de octubre, Los habitantes de Guinea Ecuatorial, así como la comunidad internacional que vive al día la situación de este país centroafricano, esperábamos todos que el Presidente Obiang Nguema Mbasogo, haciendo uso de su habitualmente conocida “magnanimidad” iba a decretar un indulto general para todos los presos políticos que abarrotan y colapsan las cárceles del país. Fuentes muy cercanas al Presidente nos lo confirmaron y parece que el mismo Presidente Obiang lo había garantizado así al señor Gil Casares, Secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores español, el cual a su vez lo filtró a la prensa española, dando por seguro que como mínimo iban a ser indultados el Secretario General de Unión Popular (UP), Fabián Nsue Nguema, condenado a un año de prisión y Plácido Micó Abogo, Secretario General del partido de la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) que está cumpliendo una condena de séis años.

A raíz de esta noticia aparecida en la prensa española que coincidía también con la información que filtrada interesadamente por el Gobierno ecuatoguineano, se abrió una intensa polémica interna entre los familiares de los encausados por entender que tal medida constituía una clara discriminación, ya que se daba por supuesto que respondía a acuerdos alcanzados en unas negociaciones previas habidas entre el Gobierno ecuatoguineano y las autoridades españolas que les habrían exigido la liberación de los dos mencionados líderes políticos encarcelados. Se criticaba a la diplomacia española por entender que sólo se preocupaba de los presos líderes de partidos políticos amigos, ya que el Partido Unión Popular (UP) es miembro de la Internacional Demócrata Cristiana en la que también se encuentra el Partido Popular (PP) español y la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) está integrada en la Internacional Socialista junto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

La realidad ha demostrado que no hubo ningún tipo de acuerdo entre ambos gobiernos en lo que respecta al indulto de los presos, o si hubo tal acuerdo, el gobierno ecuatoguineano ha vuelto a demostrar una vez más que no cumple sus compromisos. Alguien cercano al Ministerio de Asuntos Exteriores español asegura que el Secretario de Estado, señor Gil Casares está enfadado porque se siente engañado y despreciado por su amigo, el Presidente ecuatoguineano. Está claro que no le conocía bien o no se había informado suficientemente sobre el personaje. El Secretario General de Convergencia para la Democracia Social (CPDS) Plácido Micó permanece encarcelado cumpliendo una condena de séis años, mientras que Fabián Nsue Nguema de Unión Popular (UP) al igual que la mayoría de los liberados que habían sido condenados por motivos políticos, han sido beneficiarios de un indulto especialmente peculiar. Están obligados a presentarse ante el juez todos los meses durante un periodo de un año, además de que se les tienen retenidas las cuentas bancarias y es muy probable que les tengan restringidos otros derechos y libertades básicas, porque las condiciones y disposiciones contempladas en el decreto no les han sido facilitadas. Según el texto leído en los medios informativos nacionales, se habla de un indulto general. Sin embargo, de momento sólo están liberados, además de Fabián Nsue, los presos con motivo de las revueltas del 21 de enero de 1998, los mayores de 70 años, las mujeres y en Malabo (Black Beach), unos cinco presos más de los que colaboraron con la fiscalía para acusar a los encausados del juicio por “terrorismo” del pasado mes de junio.

Creemos que cuando un Gobierno decide indultar a ciudadanos que como en este caso concreto, injustamente habían sido privados de su libertad y arbitrariamente disminuidos en sus derechos, éste indulto ha de ser total y sin condicionamientos.

En primer lugar, deberían haber salido en libertad todos los presos políticos condenados en el macrojuicio del cine Marfil el pasado mes de junio, ya que nunca se demostró suficientemente que hubieran cometido los delitos que les fueron imputados. Habría sido además de un acto de magnanimidad por parte de nuestro “magnánimo” Presidente, un acto de justicia. En segundo término, el indulto debe y tiene que ser claro y conciso en su formulación, en su planteamiento y desde el primer momento. Si hasta Sadam Hussein en Irak cuando decreta un indulto general específica claramente el alcance y las condiciones del mismo, ¿porqué el régimen ecuatoguineano es tan obstinado y se empeña en demostrar a propios y extraños que no sólo no sabe hacer las cosas, sino que ni quiere ni le interesa aprender a hacerlas?.

Laurentino Jesús Nsue Esono Mibuy
COORDINADOR Y PORTAVOZ EN ESPAÑA DEL PARTIDO
UNIÓN POPULAR (UP) DE GUINEA ECUATORIAL.



Fuente: Coordinación Unión Popular (UP) en España

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