por Samuel Mbá Mombé

Hace algunas semanas que se ha desencadenado un debate sobre las muertes o mejor dicho, los asesinatos cometidos durante la época de Macías y lógicamente sobre los que se siguen cometiendo actualmente en Guinea Ecuatorial. Éste debate ha sido provocado consciente o inconscientemente por el entonces Secretario General del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), Agustín Nze Nfumu, actualmente Ministro de Información y Turismo.


Desde hacía años, el tema de los crímenes y demás injusticias cometidos durante la dictadura de Francisco Macías Nguema seguía siendo tabú y al parecer nadie quería ser responsable de los mismos una vez que toda la responsabilidad fue cargada al ex presidente ejecutado junto con sólo unos cinco (5) de sus colaboradores.


No es mi intención dar razón a unos y culpar a otros. Simplemente quiero que todos los protagonistas y actores de nuestro drama pasado y presente tengan el coraje de hablar y dar cuenta al pueblo de lo que pasó y pasa actualmente en el País. Los que hasta ahora han roto el silencio merecen mi respeto independientemente de que digan o no la verdad. El detalle de hacernos salir de la incertidumbre de algunos hechos acaecidos en nuestro país debe ser reconocido.


Cuando se habla de la celebración de una Conferencia para la Reconciliación Nacional es para que nos sentemos, hablemos, confesemos nuestros pecados, pidamos perdón, que nos perdonemos y que al final nos demos el abrazo fraterno. Cuando esto no se produce o que se niega descaradamente a sentarse, se corre el riesgo de que tarde o temprano se estallen enfrentamientos que podrían a última instancia llevarnos a situaciones catastróficas irreparables como son el odio, las venganzas y guerras fratricidas. Estoy más que convencido de que a nadie en Guinea Ecuatorial le gustaría ver a nuestro país envuelto en una tal aberrante situación. Por eso creo que hay que hablar y dialogar.


Muchas de las declaraciones que hemos tenido la oportunidad de leer en las últimas semanas hechas por personalidades relacionadas directamente o indirectamente con los hechos que intentamos aclarar tanto del régimen anterior como el actual, han abierto un poco las puertas hacia su esclarecimiento. Como he dicho arriba, por mucho que se quiera minimizar o desbaratar dichas declaraciones, creo que pueden servir de referencia para ir avanzando en el conocimiento de los hechos. Las declaraciones de Julio Ndong Ela Mangue, Bonifacio Nguema Esono Nchama, Eloy Elo Nve Mbengono y Daniel M. Oyono, contienen suficientes elementos de soporte como para llegar a la conclusión inequívoca de que dicen la verdad siempre que el principal aludido no ha desmentido las acusaciones formuladas y que como comprenderán, son muy graves.


No es ni sería nada serio que una persona totalmente ajena y sin peso ni conocimiento alguno de lo que pasó realmente en aquella época, fuera la que intente a trancos y barrancos a desmentir los hechos que se relatan. Me atrevo a decir que Agustín Nze Nfumu (a no ser que participara en los actos), no podía tener conocimiento ni acceso a las decisiones que se tomaban en aquel entonces porque todos sabemos que era un simple funcionario de protocolo en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Por lo que no puede ser la persona idónea para afirmar o desmentir lo que dicen estos señores. Lógicamente creo que debe dejar de inmiscuirse en éste asunto aunque comprendo que no soy nadie para darle consejos.


Los que siguen los debates del Foro de Guinea Ecuatorial recordarán que un su servidor y Agustín Nzé Nfumu mantuvimos un intercambio de mensaje en relación con éste tema y le hice en aquel entonces unas preguntas idénticas a las que le hace Bonifacio Nguema Esono Nchama en su réplica. Desgraciadamente no tengo el archivo en estos momentos para poder citar textualmente lo que me contestó Nze Nfumu. En todo caso, y como alguien lo dijo, donde hay documentos, sobran las palabras. Algún día sacaremos esos documentos. He leído recientemente en el Foro de debates un mensaje de Agustín Nze Nfumu sobre la respuesta de Eloy Eló, donde curiosamente ya dice que “no acusa a nadie”, que sólo relata lo que había oído decir una de las víctimas y en éste caso concreto, Buenaventura Ochaga Ngomo Abeso. Sin embargo, en el intercambio de mensajes del que he hablado arriba, Nze Nfumu no dice que escuchó u oyó, sino que afirma que fue Nguema Esono y Felipe Ondó Obiang los que ordenaron el asesinato de no sólo Ochaga Ngomo, sino y de Oyono Alogo, Job Obiang Mbá, Rvdo. José Esono y otros. Afirma además en ese mensaje que fue él el último en hablar con el Padre José Esono antes de su muerte.

Para ser más ilustrativo y acercarme un poco a esta versión de Nzé Nfumu, cito sus declaraciones en el libro de Obiang Nguema: “MI VIDA POR MI PUEBLO” página 183: “...Durante mi encarcelamiento, fueron arrojadas en prisión otras muchas personas que eran consideradas por el vicepresidente Nguema Esono como enemigos políticos o más bien como potenciales rivales para sus planes personales. Muchos de ellos sufrieron torturas y murieron. A veces él mismo se encontraba presente durante dichas sesiones...”Aquí Nze Nfumu acusa directamente a Nguema Esono de ejecutor de torturas y asesinatos. “...O todo eso, tuvimos conocimiento después por que ocurría a espaldas y con total desconocimiento de Obiang, quien, sin embargo, era el más alto responsable militar de la Isla. Las prisiones de todo el país, estaban bajo la tutela del ejército, sin embargo el vicepresidente había conseguido emprender todas estas acciones manteniendo en la ignorancia a la jerarquía militar. Cuando Obiang se enteró del caso, y sobre todo de que los detenidos morían como moscas, se presentó en la prisión. Me encontraba encerrado, aislado en una celda, le oí gritar los soldados y dar orden de que inmediatamente hicieran salir de las celadas a los supervivientes...” Aquí Nzé Nfumu exculpa a Obiang de toda responsabilidad y reafirma que Nguema Esono fue el responsable de todo. Contrariamente a todo esto, y al margen de las declaraciones del propio Nguema Esono, el supuesto rival según Nzé Nfumu de Nguema Esono, Daniel M. Oyono, dice sin embargo en su réplica a Santiago Ngúa, ex portavoz del PDGE publicada por La Diáspora lo siguiente:


“...Ahora voy a entrar en algunos puntos y revelar un sólo hecho de entre los muchos que en su día saldrán a la luz y voy a dirigirme directamente a Teodoro OBIANG NGUEMA MBASOGO.


Si aún te queda un poco de dignidad, valor y honor, debieses manifestar de tu propia boca y públicamente ante nuestro pueblo y la comunidad internacional y sin tener que recurrir a supuestos portavozcillos por este hecho concreto. Un día en que me encontraba despachando con el presidente en su despacho oficial del palacio de Bata, a la vuelta de una misión oficial en el extranjero, dándole cuenta de mi viaje, entró un capitán ayudante de su casa militar y comunicó al presidente Macías Nguema que se encontraba en el aeropuerto de Bata procedente de Malabo sin previo anuncio, el Comandante Teodoro Obiang Nguema y pedía un coche para recogerle por asuntos urgentes. El presidente preguntó si tenia agenda de despacho programado con él ese día y la respuesta fue negativa. Dió instrucciones el presidente a que recogieran a Obiang Nguema en el aeropuerto y conducirle directamente al palacio. Llegado al palacio y antes de entrar en el despacho presidencial, me levanté y manifesté al presidente mi intención de retirarme para que pudiera recibir al Comandante Teodoro Obiang Nguema. El presidente me dijo que continuara con el despacho al propio tiempo que ordenaba que se presentara el Comandante.


Después de cuadrar militarmente al presidente, dijo: „Excelencia, mi General, quisiera hablarle en privado“. El presidente contestó: „puedes empezar, estamos en privado. Si es por Mbá Oyono, considérale ausente. Estos no son asuntos suyos, sea breve y comience por decirme la razón de abandonar Malabo sin mi previa autorización“. „Excelencia, mi General, dijo Obiang Nguema, la gravedad de los hechos ocurridos esta madrugada en Malabo me ha obligado a venir a darle parte personalmente de la situación.“ El presidente ordenó, „sea concreto, Comandante“.

„El Ministro Jesús Alfonso Oyono,- dijo- con algunos miembros del gobierno y un grupo de militares han complotado para dar un golpe de Estado anoche contra vuestra Excelencia, mi General“, y dió los nombres de los principales encausados. Nombres que daré en su debido tiempo. El presidente visiblemente enojado y contrariado, se levantó en seco y a poco le tira su bastón al Comandante y dijo con toda fuerza: „Embustero, si alguien me traicionará algún dia ese serás tú, Oyono Alogo me es fiel como si fuese su propio padre. Yo le quiero más que a mi propio hijo Teonesto. Le he formado políticamente y es incapaz de atentar contra mi seguridad y contra mi vida. Oyono Alogo es el único entre los políticos en general y entre los ministros y los militares que puede sacrificar su vida a cambio de poder conservar la mía. Vuelva inmediatamente a Malabo y preséntate aquí hoy mismo con el ministro Jesús Alfonso Oyono para que me explique personalmente sus razones para atentar contra mí. Y a propósito, preguntó el presidente, ¿dónde está en este momento el ministro?” Obiang Nguema contestó que “estaba detenido junto a los demás en Black Beach“. El Comandante Teodoro Obiang Nguema volvió a Malabo y nunca más regresó a Bata con el ministro J.A.Oyono Alogo, porque antes de venir a dar parte al presidente en Bata del supuesto intento de golpe de Estado, ya había asesinado al ministro J.A.Oyono y a todos los demás en la misma noche.


Así sucedían la mayoría de las cosas en el país. Algunas personas conocen estas actuaciones de Teodoro Obiang Nguema. El Señor Felipe Ondo Obiang, actualmente encarcelado y torturado en condiciones inhumanas en la misma cárcel de Black Beach y algunos militares aún vivos, saben de lo que aquí se dice.


Algunas personas muy interesadas del gobierno de la dictadura y sobre todo comerciantes y empresarios extranjeros con fuertes intereses en Guinea, que explotan despiadadamente a nuestro pueblo y que citaremos en otra ocasión con nombres y apellidos, socios de los negocios con el dictador, tratan de presentar siempre a Teodoro Obiang Nguema como un inocente inmaculado, mientras que al mismo tiempo, tratan de desacreditar a otras personas. Estos pretenden ignorar que durante el régimen del presidente Macías Nguema, Teodoro Obiang Nguema ocupaba entre otros cargos: Vice-ministro de Defensa Nacional, en la práctica, ejercía como titular, siendo ministro el propio presidente con quien despachaba directamente; Coronel y Comandante de todas las Fuerzas Armadas guineanas, incluida la Brigada de la Seguridad Presidencial; Comandante de la Marina Nacional; Comandante de la Policía Nacional; Director de la Cárcel de Black Beach; Inspector General de todas las prisiones del país. A este título, nadie, absolutamente nadie entraba ni salía de Black Beach sin la firma del Coronel Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. En el resto de las cárceles del país, las principales ordenes de detenciones las impartía personalmente el Inspector General de Prisiones a los Comandantes militares de los distritos, responsables de las cárceles.


Teodoro Obiang Nguema actúa siempre personalmente o en su caso, da la orden al mismo tiempo que asegura que no sabe nada del caso. Sería bueno que desmintiera él personal y públicamente para que nos brindara la oportunidad de darle más detalles con fechas y demás elementos de soporte...”

Para cualquier observador imparcial es muy fácil llegar a la conclusión de que no sólo los que acusa Nzé Nfumu estaban implicados en los hechos acontecidos en el pasado, sino que hay otros responsables más directos y concretamente, el actual presidente, Teodoro Obiang Nguema tal como se desprende de estas declaraciones de Daniel M. Oyono.

Una de las contradicciones que se sustraen de las declaraciones de Nze Nfumu están reflejadas en otro mensaje enviado al Foro de debates de Guinea Ecuatorial en respuesta a su servidor sobre la muerte de Pedro Motú Mamiaga. El mensaje en referencia decía textualmente lo siguiente: „De Motú... promotor de más del 80 por ciento de los asesinatos que se cometieron en tiempos de Macías, organizador de los atropellos, saqueos, violaciones etc...“. Aquí nadie puede decir que Nzé Nfumu habla de lo que había oído, sino que está afirmando que Motú fue nada más ni nada menos que “promotor de más del 80% de los asesinatos que se cometieron en tiempo de Macías...”. Una afirmación muy fuerte y grave de la que Agustín Nzé Nfumu debería presentar pruebas.

Sólo los que me conocen de verdad saben que soy sobrino de Buenaventura Ochaga Ngomo Abesó que durante muchos fue mi tutor antes de mi salida para el extranjero. Nunca he hablado públicamente de mis lazos familiares con él simplemente porque no quería que la gente pensara que mi oposición a los regímenes dictatoriales habidos hasta la fecha en Guinea Ecuatorial era o es por resentimientos. Seguía conservando el consejo que me dio en la víspera de mi salida: “Te vas para estudiar. Que mi nombre no suene en el exterior”. Cuando me llegó la noticia de su muerte (asesinato) casi un año después de nuestra separación, lloré mucho en silencio y sigo guardando en mi mente la imagen de aquel día inmemorable de nuestra despedida.


Si ahora he roto el silencio es porque su nombre ha aparecido continuamente en las declaraciones y réplicas que se están haciendo en relación con los hechos que estamos abordando. Aunque tengo otra versión de la detención y asesinato de mi tío (que guardo para mí), me gustaría que no vayamos especulando sobre la tragedia de una familia que se quedó desamparada como otras tantas sólo con el único propósito de defender y conservar algunos privilegios otorgados para seguir falsificando la historia de nuestro país. Al igual que yo, creo que muchos familiares de las víctimas de ayer y hoy quieren conocer la verdad y tenemos el derecho de conocerla. Queremos que nos digan dónde están sepultados los cuerpos de nuestros familiares asesinados para poder enterrarlos dignamente. Que hablen los que saben y no los que creen saber. La historia estaría agradecida a todos los que con buena fe colaboren en el esclarecimiento de los graves hechos que sucedieron y siguen sucediendo actualmente en nuestro País.



Fuente: Samuel Mbá Mombé

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