LA POLÍTICA QUE ESTÁ SIGUIENDO EL GOBIERNO NO DEJA NINGÚN ÁPICE DE ESPERANZA DE QUE ESO VAYA A CAMBIAR, HABÍA ADVERTIDO PLÁCIDO MIKÓ EN 2000.

Seguiremos reivindicando el respeto a los derechos humanos, las reglas democráticas y el diálogo, para que podamos salir de la situación actual, y por su puesto no claudicar ante las presiones, no solamente del Gobierno sino de determinados elementos que, porque hay mucho dinero en el país, creen que todo se puede comprar y hay que comprar a los partidos políticos y hay que legitimar los abusos del Gobierno.
La dictadura, como cualquier persona sabe y puede constatar históricamente en cualquier parte del mundo, es un sistema de gobierno que somete a los pueblos a la miseria, al subdesarrollo, y lo que es más, endurece la condición humana.
MEMORIAS DEL Dr. PLÁCIDO MIKÓ ABOGO, SECRETARIO GENERAL DE CONVERGENCIA PARA LA DEMOCRACIA SOCIAL (CPDS)


PEDRO NOLASCO. MADRID, 25/05/03
Ha pasado un año, 367 días. El insigne opositor guineano continúa susurrándose en unas estrechas celdas invadidas por mosquitos e insectos en el penal Black Beach, con la esperanza de una posible puesta en libertad, o al menos, de un proceso justo y equitativo, que se ha reducido como un pellejo apenado. Detenido por su pensamiento político e ideológico, acusado de hechos inverosímiles y condenado a seis años y ocho meses en un macro -juicio sin garantías jurídicas [junto a otros 67 opositores y líderes políticos], MIKÓ es hoy en día un auténtico símbolo de la resistencia de la dictadura del general Teodoro Obiang Nguema, en el poder desde 1979.

Una entrevista que le hice el 12 de octubre de 2000 [ siendo director del periódico independiente La Opinión ], cuando el país conmemoró el 32 aniversario de vida independiente, nos sirve hoy de enorme referente y testimonio en torno a su pensamiento político. En esa entrevista, Plácido MIKÓ, quien saldrá de la cárcel en 2008 a la edad de 46 años, analiza la situación general del país y deja muy claro su visión política, basada en la conquista de las libertades secuestradas por la dictadura mediante métodos democráticos y la puesta en marcha de un proceso de democratización que sea emanación de la voluntad del pueblo.

MIKÓ, como uno de los pocos políticos responsables del país, ha venido y sigue siendo víctima del odio y del rencor de sus propios compañeros, por una parte y por otra, del temor de un régimen despótico que ve en él como el hombre más comprometido con la alternancia del poder.

Con 40 años de edad, el principal líder de la oposición guineana es un gran pensador, una persona honesta que apuesta como ideario indispensable de lucha contra la dictadura nguemista la lealtad, la honestidad y la convicción. Si en Guinea existe gente que no ha dudado en sacrificarse por la democratización del país, éste es Plácido MIKÓ ABOGO, doctor en Derecho e ingeniero Petroquímico.


DICTADURA DEVASTADORA
El balance que nosotros hacemos de los 32 años de independencia de este país es un balance negativo, que se resume en una frase de 32 años de dictadura. La dictadura, como cualquier persona sabe y puede constatar históricamente, es un sistema de gobierno que somete a los pueblos a la miseria, al subdesarrollo, y lo que es más, endurece la condición humana. Esto es lo que hemos venido sufriendo en Guinea Ecuatorial. 32 años en los que el país no solamente ha retrocedido en cuanto al nivel de vida con respecto al que tenía cuando accedió a la independencia, sino las infraestructuras se han deteriorado y no se ha puesto en marcha infraestructuras nuevas, como se ha hecho en los otros países con 32 años.

Hemos tenido 32 años de destrucción del país. Y lo que es más, en el ámbito de los recursos humanos, que son importantes para el desarrollo en cualquier comunidad, no se ha preocupado los gobiernos que nos han mal dirigido.

El primer gobierno de Macías y el gobierno dictatorial de Obiang no han potenciado los recursos humanos sino se han empeñado hacer que la gente no se forme, que la juventud esté en unos centros educativos donde lo que se enseña es hacer malos ciudadanos, a robar y a engañar a los niños porque [esto si que está claro en la política del PDGE] la ignorancia es una virtud, es un valor que se promueve y el conocimiento o la formación es algo que no solamente se desprecia sino que se persigue a cualquier persona que esté formada..., de tal forma que no solamente se ha eliminado físicamente en estos 32 años a la gente, a los recursos humanos que podían dedicarse a formar, ya sean modelos de ciudadanos que trabajan por el desarrollo del país [se los han matado y no se han formado a más gente] y los que se han formado no trabajan en el país o están en la marginación o se les ha obligado al exilio.

Yo creo que este es el país que cuenta con el mayor número de personas formadas que están en el exilio. Entonces, el balance de estos 32 años de independencia es un balance triste, negativo, es un retroceso que el país ha sufrido en este período.

UNO DE DOS
Entre los dos gobiernos no hay mucha diferencia. El primer gobierno era más autoritario, un gobierno que empleó una dictadura más dura, una dictadura, si cabe, salvaje, sangrienta; y el dictador, eso sí, tenía hasta cierto punto un control sobre la gente en cuanto al manejo de los recursos económicos del país. Había menos saqueo del país, había una cierta - esa ”dignidad” - de las dictaduras comunistas, como han sido la de China o Corea del Norte, ya que el gobierno quería hacer grandes obras, y no toleraba la más mínima disidencia política, no sólo en el aspecto político [no entendía que la gente podía tener un mínimo de libertad], o sea, una paranoia nacional.

Aquello fue favorecido por la situación geopolítica mundial, del contexto internacional en que vivía, concretamente el tema de la Guerra Fría, porque en la Guerra Fría cualquier dictadura con tal de conseguir el apoyo de alguno de los bandos, eso le daba vía libre para poder cometer todas las atrocidades que quisiese sin que nadie le denunciara. La presencia aquí en tiempo de Macías de los rusos, chinos, cubanos o coreanos, que le daban apoyo militar, que aseguraban que esto fuera un Estado comunista y que el capitalista no entrara, pues, este régimen hubiera hecho todo lo que hizo sin que nadie le hubiera hecho nada. Yo creo que esta es la diferencia que hay con respecto a la situación actual.

La dictadura actual, hasta cierto punto, ha encontrado con las limitaciones que impone el fin de la Guerra Fría, en que en el ámbito de la comunidad internacional el tema de los derechos humanos haya pasado al primer plano... Yo creo que se ha asociado un clima de presión sobre todas las dictaduras del mundo, las dictaduras africanas, la dictadura guineana, aunque la gente que impuso la dictadura de Macías, que colaboraron activamente en ella siguen en este gobierno con la misma mentalidad, queriendo hacer lo mismo; pero el contexto de la comunidad internacional ha cambiado y ya no tienen la libertad y este muro de silencio con el que contaron en el régimen anterior. Esta es la diferencia.

Hay otra diferencia que yo creo que hay que señalar [entre subrayado], y es que la primera dictadura sorprendió a la población porque no esperaba que aquellos que acababan de votar fueran después a acabar con ellos. No sabían ni cómo se podía posicionar contra un gobierno que iba en contra de la propia población, o sea, cómo resistir, enfrentar y denunciar a ese gobierno, sobre todo, teniendo en cuenta que en los dos o tres primeros meses ya se había eliminado a los que podían haberse pensado y enfrentado, los que podían haber ideado la manera de romper este silencio y sacar al exterior lo que estaba ocurriendo. Yo creo que el pueblo no estaba nada preparado para poder enfrentarse a una situación como esa...

Con los años, es difícil aislar países ahora en el mundo, porque con la revolución de las comunicaciones, muchos guineanos que están en el exterior pueden seguir la evolución del mundo por radio o televisión; vienen cooperantes. Eso hace que la gente se vaya abriendo los ojos, que se vaya dando cuenta de que lo que ocurre aquí no está ocurriendo en otros países, o lo que aquí se hace de este modo en otros países ocurre tal u otro modo.

Esta formación e información que ha ido adquiriendo la población yo creo que también es un gran freno a los abusos de la dictadura actual aunque, al fin y al cabo, lo que se puede esperar de una dictadura es precisamente la misma incapacidad de reacción, la misma incapacidad de reivindicación de sus derechos que puede tener los ciudadanos.

Yo creo que en este tiempo lo que ha habido en este sentido, es una evolución de la población guineana que cada vez es más consciente, aunque no todo lo que quisiera para dar coto a la situación interior, pero va cada vez más siendo consciente lo que son sus derechos, de que hay que luchar por sus derechos, que es un pueblo sin libertad, consciente de que realmente ellos tienen que asumir la responsabilidad, cambiar la situación en la que viven y esperamos que con el tiempo eso puede llevarnos a una situación totalmente diferente a la que estamos viviendo actualmente.

LA PETRODICTADURA
Como lo he dicho antes, los 32 años han sido un rotundo fracaso, y la política que está siguiendo el gobierno actual no deja ningún ápice de esperanza de que eso vaya a cambiar.

Con el descubrimiento del petróleo, que es contrariamente a lo que la gente habría pensado, que podía ser un factor de desarrollo..., pero eso no ocurre así. El petróleo lo que ha hecho es enloquecer [yo creo que es la palabra literal] a los gobernantes, que están sencillamente preocupados por robar más...

Todos ellos, primero, son conscientes de que son incapaces de cambiar la situación del país a nivel de su estado de desarrollo económico, social y cultural. Al ser incapaces, ellos saben que esto no puede permanecer así eternamente, a parte de que en esos diez últimos años han ido viendo cómo [incluso dentro del propio régimen] personas que eran importantes y claves han ido desertando, abandonando y se van.

Entonces, yo creo que incluso los que todavía siguen saben que el país está hundiendose y saben que esto tendrá un fin, por eso no se plantea ya arreglar el país, sino sencillamente saquear, robar de una forma descarada y esto, pues, lo que hacen es precipitar el hundimiento de su régimen y, evidentemente, eso hace daño al país porque se crean unos vicios, unas costumbres y se pierde tiempo y se despilfarran los recursos que deberían servir para mejorar el nivel de vida de la población; una población que mayoritariamente vive en una tremenda miseria. Es el clima político actual, caracterizado porque el Gobierno no tiene ideas.

No acepta la democratización como un principio que haría posible que ese país se reconcilie y que los guineanos puedan plantearse en una mesa cómo quieren que sea su país, los problemas que tienen, cómo resolverlos. Ellos creen que la democracia significaría perder el poder. Lo más peor es que a nivel de ellos mismos tampoco se reúnen para decidir qué podemos hacer para este país, porque, como he dicho antes, todos son incapaces. Todo lo que han hecho es cerrar las vías de diálogo con la oposición.

Entre ellos mismos tampoco se puede decir que hay un diálogo, porque nunca he oído que haya habido una reunión del PDGE donde haya un debate serio para contrastar ideas y cuajar una línea de acción política. De ahí las improvisaciones, los dictámenes que salen de arriba y cada uno los interpreta a su manera. Sencillamente es desorden. Y si el Gobierno no toma iniciativa de dialogar, buscar salida para el país, evidentemente se vive en una situación de impasse político.

ESTRUCTURAR LA OPOSICIÓN
La oposición, pues, también hay que decir que ha conocido mermas en este tiempo, pero en un aspecto. Ahora muchos partidos están en la oposición y como realmente la política no favorece el proceso de democratización, no hace que el país avance hacia la democracia y el respeto de los derechos humanos, sino que a ver cómo aniquilaba a los partidos políticos a través de una política de corromper a determinados líderes políticos y saltando incluso sus propias leyes, la Constitución, rompiendo partidos, dando su representatividad a los que no lo son... Esto ha reducido el panorama de la oposición que se conoció hace cinco años, y creemos que a la oposición le corresponde, los que ahora siguen sintiendose y que han sido de la oposición, tienen que estructurar la oposición, teniendo en cuenta que la situación sociopolítica no hace nada más que empeorar para que ante el pueblo y la comunidad internacional no puedan presentarse como una verdadera alternancia del régimen.

La aportación de mi partido es buscar salida. Nuestro partido cree firmemente en que la democracia es la única vía para que este país pueda salir de la situación en que se encuentra.

El país se encuentra en una situación de subdesarrollo, de miseria, de falta de libertades, en una situación de desconfianza de los guineanos entre unos y otros, una situación de odio entre las diferentes etnias que pueblan este país, sobre todo, o incluso odios regionales que fomenta el régimen. Es una situación realmente explosiva, que en cualquier momento puede estallar como ocurre con otros países africanos. Lo único que se hace es causar muertes, buscar muertes de más personas, y nosotros apostamos por la democratización del país. En este sentido invitamos siempre al Gobierno al diálogo.

El tema aquí no es que no se sepa qué es lo que hay que hacer, sino hay un gobierno que es incapaz de gobernar el país, hacer que se desarrolle. El Gobierno lo que debería hacer es que el pueblo en un momento determinado y según marcan las leyes pueda en libertad tener una opción de cambiar de gobierno. Este es el tema.

DERECHOS HUMANOS
A parte de eso, este gobierno le compete también respetar los derechos humanos porque eso daría un gran paso, ya que cuando los ciudadanos se sienten protegidos en sus derechos, se desenvuelven con libertad, a gusto, para que puedan crear, emprender y esa creatividad, dentro de la seguridad jurídica que da el respeto a cada uno, es lo que hace que los países se desarrollen... Nosotros, si llegamos a gobernar este país van a ser una de las acciones, la primera en poner en marcha, porque el país son los ciudadanos, las personas y esas personas si no les deja producir, si no les deja dar lo que tienen para el país, pues, este país nunca puede salir adelante, y esto es lo que estamos pidiendo aquí.

Y al Gobierno lo único que le interesa es sacar el petróleo, porque el petróleo es fácil de sacar. Vienen los americanos lo sacan y ellos se reparten el dinero. Pero realmente el desarrollo del país no está en sacar el petróleo sino hacer que cada individuo aporta a la sociedad lo que es capaz de aportar a ella... Y mientras esto no ocurre seguiremos reivindicando el respeto a los derechos humanos, a las reglas democráticas y el diálogo, para que podamos salir de la situación actual, y por su puesto no claudicar ante las presiones, no solamente del Gobierno sino de determinados elementos que, porque hay mucho dinero en el país, creen que todo se puede comprar y hay que comprar a los partidos políticos y hay que legitimar los abusos del Gobierno. Yo creo que ahora nuestro partido es el único que queda legalizado y en la oposición.

Hay otros que no están legalizados. Al UP le han quitado la legalidad y luego han reconocido otra facción... Nosotros nos vamos a mantener en eso; además la población está con nosotros, que dice que no hay que ceder ni venderse como los otros, y creo que es una base para esperar que si en algún momento esta población pudiera elegir en libertad, evidentemente elegirá a este partido como alternativa clara del poder actual.

NEOCOLONIALISMO
La independencia pueda que se hubiera adquirido de una forma precipitada, pero yo creo que no se equivocaron. La independencia, a parte de que era una exigencia internacional, lo que parece que sí, es que las potencias colonizadoras no pensaron que algún día habría exigencia de la independencia, es decir, que los países colonizados exigirían su independencia algún día...No habían preparado, no hubo un proceso de preparación sobre todo en Guinea Ecuatorial. Y en eso yo creo que la colonización española fue muy mala. No se había tomado unos años para decir que esos señores, al fin y al cabo, van a tener que quedarse al frente de sus destinos, vamos a empezar a formar a la gente, a los ciudadanos sabiendo que dentro de tantos años ellos van a tener que hacer frente a lo que es la gestión de un Estado, a lo que no era su forma de convivencia...También creían que si esa gente no estaba formada seguirán siempre dependiendo de ellos; y era una manera de preparar también lo que se llamó el neocolonialismo, es decir, una dependencia después de la independencia.

Yo creo que esto es lo que hizo. Sobre todo un país como Guinea Ecuatorial esto está claramente constatado aunque ocurrió con otros países que cuando se llega a la independencia ya no hay tiempo para planificar este traspaso de la responsabilidad de la gestión de un nuevo Estado de los antiguos colonizadores a los propios nacionales... Muchos de los que asumieron las direcciones de los nuevos Estados no estaban preparados para dirigir un Estado moderno. Yo creo que en la historia de Guinea se nota.

Entonces, la gente con esos planteamientos, la gente poco formada, la gente con planteamientos primitivos o salvajes, porque los hay, que habían concebido la política como una cuestión de vida o muerte, de lucha, es decir, si este no estaba a favor de mi idea, pues, hay que matarle; cuando en otros sitios se sabe que en un Estado cuando se hace política uno tiene que hablar con gente de ideas diferentes que a él, y sacar el denominador común...







Fuente: ASOPGE/PRESSE

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