DISTRITO DE MONGOMO: HUELLAS DE TERROR Y CRÍMENES SILENCIOSOS

La región de Mongomo es, desde hace muchos años, escenario de los más horribles crímenes y asesinatos a sangre fría que se registran en Río Muni, mientras su población afronta, en silencio, el rechazo de los más elementales derechos. En Mongomo no se permite el uso de los derechos políticos ni civiles, que son ignorados y considerados como tabúes. La creación de un partido opositor, la FDR, por veteranos políticos de la zona peligra la supervivencia de los nativos que desde 1995 están sometidos a un indiscriminado acoso por las autoridades militares y civiles. El asesinato allí de una cooperante española a manos de los militares simboliza la represión a que están expuestos los guineanos y en especial este distrito.


SÁNCHEZ MEMBA. YAOUNDÉ, O3.O7.03
Numerosos informes y denuncias pudren en las gavetas del palacio Tres de Agosto en Malabo. Fueron dirigidos al dictador Teodoro OBIANG NGUEMA MBASOGO, pidiendo su intervención para frenar los crímenes y continuos asesinatos que aterrorizan la región desde hace varios años. El último fue elaborado en 2001 por un grupo de mujeres, lideradas por ‘Emo’ NCHAMA BAYEME, viuda de Mariano MBÁ MICHÁ, asesinado por el régimen dictatorial de Macías Nguema Biyogo.

La región natal del déspota guineano está sacudida por el terror que se manifiesta con toda impunidad en el casco urbano y poblados colindantes, mediante asesinatos a sangre fría y asaltos a mano armada. No se trata de simples actos vandálicos, sino de grupos perfectamente organizados que actúan con el consentimiento de las propias autoridades. El más veterano de ellos se denomina Madenko, comandado por Martín NGUEMA NDONG (Coco), padrastro de la esposa del presidente y alcalde de Mongomo.

Esta organización, que combina la mafia, el lavado de dinero y la criminalidad, opera desde mediados de la década de los 80. Está formado por insolentes jóvenes que, sin estudios ni formación, habían crecido en Libreville, capital de Gabón - donde crearon Madenko - que adquirió mucha resonancia en la capital gabonesa por sus actos criminales. Vueltos al país, fijaron su cuartel en Mongomo y desde entonces son innumerables los asesinos que han cometido.

A pesar de que algunos de sus lugartenientes han sido denunciados e incluso detenidos bajo evidentes sospechas, sin embargo, nunca los hechos han transcendido más allá de lo esperado ni mucho menos constan en los informes de organizaciones pro derechos humanos internacionales. Este silencio se atribuye al control absoluto que allí ejerce el poder con mano dura más que en ninguna otra región del país.

Hasta el año pasado, se encontraban “¿detenidos? en la cárcel del campamento central de Bata dos de sus importantes miembros, apodados con los nombres de “Elikop” y “Urba”, por secuestro y posterior asesinato de un joven dentro de un taxi en plena ciudad.

Según las informaciones que nos llegan de la zona, por las noches Mongomo se convierte en una especie de “tierra abandonada”. La gente se reduce en sus casas a partir de las 20h00, por temor a ser embestidos por los militantes de Madenko, grupo perfectamente organizado que dispone incluso de armas de fuego y de importantes medios logísticos para desplazarse con facilidad a largas distancias.

El terror ha llegado a tales límites que los hechos hablan por sí solos. Desgraciadamente, el relato no puede ser exhaustivo, debido a las dificultades de comunicación, no obstante, las fuentes contactadas desde esta ciudad han proporcionado, arriesgadamente, un balance inquietante, a partir de los datos que manejan en los últimos tres años.

En esos años, han sido asesinados Manuel MBÁ ONDÓ, natural del poblado de Melén Yenvam, mientras dormía en su casa junto a su hija, que se encontraba al otro lado de la habitación. Hacia el mes de agosto, un cadáver yacía sobre la tumba del difunto Zacarías Ndong Mbá, en el poblado de Nnoankieñ Obuk, situado a 18 kilómetros de la ciudad de Mongomo. En pleno casco urbano se ha localizado al menos seis cadáveres, según las estimaciones de fuentes fidedignas. Otro cadáver fue hallado flotando en el río Kie, hacia la vieja carretera que une Mongomo con Ebibeyin. El otro fue descubierto en el tramo que une los poblados de Mbon-Ekuak y Nvan-Onvang. A las víctimas se les descuartiza el cuerpo y se extraen los genitales, el corazón, el cerebro y otros miembros del cuerpo, que comercializan en los países vecinos, fundamentalmente Camerún y Gabón, y también los utilizan para preparar amuletos y otras prácticas del exorcismo.

La llegada en la región como jefe militar de Wele Nzás del teniente coronel Francisco MBÁ MENDAMAN (Efe Pulé, reputado asesino) no ha hecho sino recrudecer la situación. Se cuenta con testimonios de jóvenes que han logrado escaparse de sus manos cuando intentó asesinarlos. Dos de ellos, pertenecen al poblado de Enuk-Mbam, situado a 12 kilómetros de Mongomo. Por si fuera poco, un joven del poblado de Mbon-Ekuak, que entonces ejercía de maquinista del grupo electrógeno de la ciudad fue apresado en su puesto de trabajo, pero logró escaparse “misteriosamente” mientras una banda comandada por el mismo alcalde intentó eliminarlo.

Los intentos por denunciar esos crímenes siempre han sido fracasados y no han suscitado ningún interés en las autoridades competentes. En 2001, la viuda de Mariano Mba Micha junto a otro grupo de mujeres, se dirigieron personalmente al presidente de la República con un informe “detallado” e incluso “aportando nombres” de quienes eran sospechados de practicar la barbarie en Mongomo.

También en una gira del dictador en el año 2000, el parlamentario Darío Tadeo NDONG OLOMO se refirió al tema durante un mitin y denunció que “urge la necesidad de erradicar el terror que se ceba en Mongomo, entregando a la disposición judicial a los presuntos autores”. En la misma gira, se supo que durante una reunión a puertas cerradas, un jefe de la tribu Esawong dio con el dedo en la llaga, inculpando al propio dictador de encubrir un asunto cuyos responsables tenían nombres y apellidos. En una intervención calificada de temeraria por sus compañeros, el anciano ANGUE EYENE, natural del poblado de Eyameyong [el mismo al que pertenece el actual ministro del Interior Clemente ENGONGA NGUEMA ONGUENE] apuntó con el dedo en la cara al alcalde y le preguntó “¿qué manía tenía para implantar el terror en la zona a pesar de los cargos que ostenta y de haberse convertido en uno de los jóvenes más agraciados?”.

Igualmente tachó al presidente de “incompetente” y “embustero” porque no ha cumplido con ninguna de las promesas hechas al pueblo desde que llegó al poder: “señor presidente, la gente dice que eres embustero, yo también lo creo, porque de tantas promesas que nos has venido haciendo no has cumplido con ninguna”, sentenció. El dictador se limitó en contestar que “ANGÜE EYENE ha adulterado la reunión”.

Este jefe de tribu, miembro del Consejo de Ancianos, es considerado desde la época autonómica como un hombre excesivamente atrevido. Contendió a Macías NGUEMA durante un mitin público en las presidenciales de 1968 y fue el principal oponente de su candidatura en el distrito de Mongomo, porque le consideraba como un loco y carente de cualidades morales para dirigir un Estado. Nada más llegar al poder, Macías ordenó su encarcelamiento y juró mantenerlo entre rejas mientras dura su mandato. Fue liberado el mismo día en que se condujo a Macías a Bata para ser juzgado en la capital del país. Se cruzaron en las puertas de la cárcel y entonces le dijo: “Macías, ahora he ganado porque te toca estar donde yo he estado”.

MISERIA Y REPRESIÓN POLÍTICA
Tras la isla de Annobón, el distrito de Mongomo se encuentra a la cabeza de las regiones donde la miseria se manifiesta con toda su crudeza, si bien una tesis de dudosa credibilidad cuando sus miembros son los que detentan el poder político y controlan el 95 por ciento de la renta nacional. No se trata sino de puro estereotipo, minado por la política cuasi-regionalista que fomenta la dictadura para controlar la situación política del país.

Hasta hace siete años, Teodoro OBIANG NGUEMA consideraba este distrito como zona de su absoluta influencia política. La creación de Fuerza Demócrata Republicana por sus viejos compañeros y originarios de Mongomo, ha obligado al insaciado déspota cambiar de discurso y ahora empieza a catalogar su antiguo feudo como zona muy peligrosa contra la estabilidad de su poder omnímodo. Si bien continúa negándoles sus elementales derechos civiles y políticos, no obsta que se haya convertido en una de las regionales más radicales contra su imperio personal. Muy pocos poblados, como Akoakam-Esangui, Ebea-Enuk, Mongomeyen, Eyameyong, Mbon-Andom, Angong-Obuk y algún que otro, siguen conservando cierta simpatía hacia el dictador Obiang, en un distrito que cuenta con cerca de 50 consejos de poblados.

Frustrado en sus intentos de acallar a los dirigentes de FDR, el régimen ha recurrido a sus habituados métodos de represión, instruyendo al batallón a la puesta en “alerta máxima”, con el objetivo de cundir pánico. En la actualidad, se estima que centenares de ciudadanos sospechosos de pertenecer a FDR están recluidos extrajudicialmente en distintas cárceles del país.

El asesinato de una voluntaria de la cooperación española es la pura manifestación del “estado de sitio” oficioso decretado en el distrito de Mongomo. Queda por ver si este crimen contribuirá a alertar a las organizaciones pro derechos humanos para investigar la violación sistemática de derechos humanos y libertades fundamentales que reina con absoluta impunidad en la región natal del presidente guineano.















Fuente: SÁNCHEZ MEMBA/ TESTIMONIOS

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