Malabo, 25.02.2000 (AFP).- El gobierno guineoecuatoriano, minado por los escándalos de corrupción y la impopularidad de algunos de sus miembros, ha sido finalmente obligado a dimitir después de meses de ataques virulentos orquestados por su propio entorno.

Esta dimisión, que constituye la primera en Guinea Ecuatorial, ha sido acogida con indiferencia en Malabo, sin suscitar a penas comentarios en la clase política.

La decisión del Primer ministro Àngel Serafín Seriche Dougan,anunciada en la tarde del viernes en un decreto del presidente Teodoro Obiang Nguema, parecía en efecto inevitable, y estaba esperada ansiosamente por la población del país, exasperado por los escándalos de corrupción.

Constituido en julio de 1999, ha estado sometido desde el mes de octubre a tres ataques violentos lanzados por los diputados del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE, en el poder), del que son sin embargo la casi totalidad de los ministros.

Tres de ellos, considerados como barones del régimen y cercanos del jefe de Estado, habian sido particularmente apuntados: el Primer vice-primer ministro y ministro de Agricultura, Miguel Oyono Ndong Mifumu, el ministro de Economia y Finanzas, Miguel Abia Biteo así como de la Función Pública, Fernando Mabale Mba Nnomo.

El primer ataque contra los tres ministros vino de los jóvenes elegidos del PDGE que les pidieron explicaciones sobre los desvios de dinero, en el curso de una serie de largas y oleajes sesiones de interpelaciones retransmitidas en directo en la televisión nacional.

El 17 de octubre, el presidente sugerió formalmente a su Primer ministro, en el curso de una reunión del Gabinete, de dimitir en nombre de „la voluntad popular expresada en el seno del Parlamento“.

El 25 de octubre del 2000, una virulenta carta del primogénito del jefe de Estado, Teodoro Obiang Nguema, ministro de Estado y diputado del PDGE, habia sido leida en la radio nacional.

Ella recomienda „vivamente“ a la Cámara de los Representantes del Pueblo de „tomar sus responsabilidades exigiendo la dimisión del gobierno“. Al día siguiente, el Paralamento pedía la dimisión de tres ministros afectados por „prácticas corruptivas y abuso de poder“.

Según algunos observadores, la reciente dimisión del gobierno constituye para el omnipresente General-presidente una manera „elegante“ de desembarazarse de algunos ministros, considerados como cercanos pero llegados a ser muy molestos a causa de la impopularidad. El jefe de Estado ya habia obligado a todos los miembros del gobierno a presentarse en las elecciones legislativas de marzo de 1999 para someterles a un veredicto popular y, en caso de jaque eyectarlos de la ejecutiva donde algunos ostentan carteras desde hace más de diez años.

Los más influentes entre ellos a pesar de todo habian podido mantenerse en el puesto gracias a las estrategemas y afinidades familiares, empeñan las posiblidades de los buenos éxitos del gobierno del Señor Dougan, el tercero desde su nombramiento en 1996.

Incapaz de llevar a cabo la política de „gestión rigurosa“ que le habia sido confiada, el ejecutivo fue rapidamente atrapado por los „escándalos“ de malversaciones y de asesinatos políticos. Cansados de la corrupción, verdadero mal endémico en ese pequeño país del golfo de Guinea, numerosos guineoecuatorianos no han tenido que reaccionar al anuncio de la dimisión del gobierno, mostrando su indiferencia preferiendo quedarse en sus casas durante el largo fin de semana.

Extrañamente calmada, la población de Malabo parece ahora esperar el nuevo equipo gubernamental para saber, como lo dicen algunos, si „las cosas han cambiado realmente en Guinea Ecuatorial“.


Fuente: LD/AFP

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