NOTA DE PRENSA DE LA ASOPGE
La réplica que el ministro de Información, Agustín Nzé Nfumu, publicó en esta página Web contra el reciente informe de la ASOPGE sobre la situación de la libertad de prensa en Guinea Ecuatorial, ha obligado ha esta asociación cuestionar la capacidad política e intelectual de nuestro “flamante” ministro y “monstruo” de la libertad.
Es tremendamente grave que el ministro de Información, un puesto clave para cualquier gobierno en transición democrática, no tiene la más mínima idea del concepto de libertad de prensa y de expresión, máxime en un régimen que, como el de Guinea, hace alarde de la “consolidación” del proceso democrático.
Su réplica es, en opinión de esta Asociación, fruto de la torpeza política y del fanatismo ideológico tan presentes en Nzé Nfumu, al afirmar que “los atropellos a la libertad de prensa provienen de los profesionales que no saben usar responsablemente de esa libertad”. Con esta sentencia, nuestro ministro muestra claramente hasta qué punto su departamento y el régimen que representa repudian el ejercicio libre del periodismo y el uso de las libertades.
En Guinea Ecuatorial, que conste, ningún profesional de la prensa ha sido ni juzgado ni acusado por delitos de prensa. Su persecución y hostigamiento tampoco ha sido justificado, sino en el marco de la política de opresión, de censura y de violación de las libertades fundamentales que propugna el régimen para mantenerse en el poder. En este sentido, consideramos de imbecilidad el que un ministro se atreva a expresar en los términos que lo ha hecho Nzé Nfumu en su réplica del 19 de septiembre.
El actual ministro, en opinión de la ASOPGE, “es una vergüenza para la sociedad guineana, una tristeza para la humanidad y una desgracia para sus amos”, porque su descarada manera de justificar la mutilación de las libertades fundamentales en el país raya en todos los límites la dignidad de cualquier ciudadano guineano, incluso, nos atreveríamos a decir, de algunos de sus propios compañeros y otros ciudadanos que de alguna forma defienden el régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema.
Más vergonzoso aún, cuando nuestro “flamante” ministro no tiene la más mínima idea del concepto de libertad de prensa, tan evocado en todos los tiempos de la historia moderna y contemporánea. En eso, la ASOPGE, sin necesidad de recurrir a otros antecedentes teórico-evolutivos sobre lo indispensable que resulta la libertad de prensa para el desarrollo y el mantenimiento de la democracia en un país, le remitimos a la Declaración de Windhoek de 1991, sobre el fomento de una prensa Independiente, Libre y Plural en África. En ella, se insta a la comunidad internacional para que se declara “ilegal” la censura, considerándola como un atentado “grave” contra los derechos humanos. En torno a la libertad de prensa precisa:
• Por prensa independiente debe entenderse una prensa sobre la cual los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico, ni control sobre los materiales y la infraestructura necesarios para la producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas.
• Por prensa pluralista debe entenderse la supresión de los monopolios de toda clase y la existencia del mayor número posible de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas.
• La tendencia mundial hacia la democracia y la libertad de información y de expresión es una contribución fundamental a la realización de las aspiraciones de la humanidad.
Eso es lo que debería aprender nuestro ministro de Información antes de lanzarse a cualquier declaración sobre la libertad de Prensa. Pues, en el plano efectivo y en el caso concreto de Guinea Ecuatorial, esta Asociación reafirma, como lo ha hecho en anteriores ocasiones, que no sólo se viola la libertad de prensa en este minúsculo país sino en ningún momento los ciudadanos han tenido la menor oportunidad ni garantías constitucionales para ejercer tal derecho.
Nuestra preocupación y la de todos los guineanos sigue siendo, después de 35 años de la independencia, la búsqueda y la conquista de nuestra dignidad y libertad secuestrados y maniatados por los ‘nguemistas’, en el poder desde 1968. Lo hacemos convencidos de vivir en un Estado democrático y de Derecho, en el que las garantías constitucionales y un debate fundamentado en la información sean las principales reglas de juego. Las personas deben ser libres de decir lo que piensan y tener acceso a la información que necesitan para tomar decisiones respecto del futuro. Si no es en el “estricto” marco jurídico, ningún gobierno, régimen o autoridad, ni mucho menos un individuo puede impedir la libre expresión de ideas, y opinión, la libertad de prensa o perseguir a los profesionales del periodismo. Como nuestro “flamante” ministro se presume de ser “juez”, es obvio que culpe, castigue, persiga y procese a los periodistas a su libre albedrío, porque nadie le exigirá cuentas.
La ASOPGE fue creada para promover y defender la libertad de prensa y de expresión, tarea que le ha sido imposible desarrollar, simplemente porque el régimen de Teodoro Obiang no quiere que los ciudadanos se expresen libremente, que estén informados, ni mucho menos que participen en el debate público sobre el presente y el futuro de su país.
Las inútiles afirmaciones de nuestro “monstruo” de la libertad ante su desvergüenza de erigirse en el hombres más inescrupuloso del régimen dejan mucho que desear y, deben ser tomadas desde su condición de psicosomático, incapaz de discernir lo anormal de lo normal. En cualquier Estado que se precia de democrático, un ministro de Información no puede expresarse en los términos de la réplica que comentamos.
Finalmente, hacemos un llamamiento al régimen guineano y en concreto a su primer ministro, Jefe de Gobierno, para que reflexionen un poco sobre el papel que está desempeñando el ministerio de Información y particularmente su titular, que lejos de consagrar los medios y los recursos disponibles al desarrollo de la capacidad operacional de los medios de comunicación social, el turismo y la cultura, como compete a este departamento ministerial, sus autoridades se contentan simplemente en cantar imbecilidades y en denigrar la dignidad de los ciudadanos. Esta labor, con la que se ha comprometido personalmente el ministro de Información, reduce aún más a nuestra desolada sociedad a la edad de piedra, en todas sus formas y manifestaciones.
MALABO, 29 de septiembre de 2003
POR LA LIBERTAD Y LA SOLIDARIDAD DE LA PRENSA EN GUINEA ECUATORIAL
EL CONSEJO DIRECTIVO-PRESIDENCIA DIRECCIÓN.
Fuente: ASOPGE
Seguir a @guinea_net
